martes, 25 de junio de 2013

CAMINO SANTIAGO. ETAPA 6. Astorga - Las Herrerías

           Son las 6:30 cuando nos levantamos con el mayor de los cuidados para no molestar a nuestros compañeros peregrinos. Mateo duerme profundamente y es de Antonio de quien nos despedimos; con pena por no compartir otra jornada con él pero con la esperanza de volvernos a encontrar. ¡BUEN CAMINO!
          Así que después de colocarme un par de apósitos en sendas rozaduras que me están matando  empezamos la nueva jornada como no podía ser de otra manera, con un espectacular desayuno en la localidad de Astorga.

          Y comenzamos nuestro pedaleo una vez más con el chubasquero puesto, pero por el fresco mañanero. Contemplamos maravillados los diferentes "monumentos" que vamos encontrandonos a nuestro paso y salimos de Astorga dejando atrás Murias de Rechivaldo, un poco a nuestra derecha Castrillo de los Polvazares, Santa Catalina de Somoza, El Ganso, ... para llegar a El Rabanal del Camino, siempre en continua ascensión.
          No podemos olvidar que ahí cerquita está La Cruz de Ferro. Lugar en el que según la tradición los peregrinos depositan una piedra (el peregrino se libera de la carga, se le perdonan los pecados) que en la mayor parte de los casos es original del lugar de residencia del peregrino. Evidentemente cumplimos la tradición.Es a partir de este punto donde, en mi opinión, empieza la parte más bonita de la ascensión. De hecho es el tramo en que mejor me encontré físicamente de todo el Camino. La motivación es importantísima, y si hasta ahora (en mi caso) quizás estaba un poco diluida o mejor, repartida entre todos los días, es la ascensión a La Cruz de Ferro la que me pone las pilas.
          La piedra, los pecados, el deseo solicitado al depositarla, ... hacen que sea uno de los tramos más impactantes de Mi Camino
Palacio del Obispo

Astorga ... monumental

El Ganso (el pueblo)

Rabanal del Camino
      
Al fondo... La Cruz de Ferro
Satisfacción

La piedra representa el peso de nuestros pecados, la carga que hemos llevado a cuestas.
          Después de cumplir con la tradición llega el momento de disfrutar de un descenso apoteósico. A veces por senda y cuando ésta se volvía impracticable por carretera, una carretera totalmente libre de tráfico, con buen firme que gracias a nuestro gran peso (¡el de las alforjas!) hace que alcancemos velocidades bastante elevadas. Como ya va siendo habitual en este nuestro peregrinaje, hacemos kilometros casi sin darnos cuenta, el tiempo pasa de la misma manera y es cuando miramos el reloj cuando nos tenemos que "obligar" a parar para realizar el avituallamiento de la jornada. En esta ocasión en Molinaseca y toca bocata de jamón, donuts y Coca Cola. Ya han quedado atrás 45 kms.

Sí, hay senda donde parecía que no

Molinaseca

Preciosa tienda de ultramarinos. Las cerezas... ¡riquísimas!
          Y sólo 10 kms después Ponferrada. Parada no recomendable sino obligatoria por lo que ante la impresionante vista del Castillo giramos hacia la derecha para adentrarnos en el Casco Histórico. ¿un café? No hemos tomado en Molinaseca... ¡Venga!
          Es en estos momentos de relax cuando analizamos la ruta recorrida, lo que nos queda, el lugar donde habíamos previsto finalizar, ... Ante la vista de todas estas cuestiones decidimos que hoy no dormiremos en Villafranca del Bierzo. Llegaremos a Las Herrerías. Isma ha localizado un albergue en esta localidad (en la guia del BICIGRINO, que gran ayuda) que tiene buena pinta. Nos quedaremos a los pies de Ocebreiro.
Castillo templario en Ponferrada

Callejeando por Ponferrada

Albergue de Cacabelos

Camino de Villafranca... tres peregrinas bien cargadas
          12.30 horas del mediodía cuando abandonamos Ponferrada. Camponaraya y Cacabelos son los siguientes pueblos a anotar en nuestra lista de conquistas leonesas. Son las dos de la tarde cuando llegamos a Villafranca del Bierzo. Tal y como había calculado Isma demasiado pronto para dar por concluída la jornada. Somos conscientes de que hoy no veremos al de Tres Cantos.
          Aunque en ocasiones el discurrir del Camino por el centro de cada pueblo pueda parecer una "perdida de tiempo", nada más lejos de la realidad. Villafranca del Bierezo es un claro ejemplo de ello.
Descenso a Villafranca

Detrás de la iglesia... el albergue donde pernoctará Antonio

Castillo de Villafranca

Plaza Mayor... ¿un marianito?

Cada vez más cerca de las montañas

Agur Don Quijote
          Y salimos de esta maravillosa localidad berciana con 20 kilometros por delante antes de llegar a nuestro destino. Kilometros estos que discurrirán en su mayor parte por el arcén bien protegido de la antigua N-VI. En una suave pero ininterrumpida ascensión dejaremos atrás el pueblecito de Trabadelo, la impresionante macroestación de servicio en el no tan pequeño pueblo de La Portela de Valcarce, Ambasmestas, Vega de Valcarce y ya por fín, abandonando la N-VI, Las Herrerías, punto final de nuestra jornada de hoy.
          Claro que siempre que no lo impida nuestra "sorpresa" de la jornada, esta vez en forma de negativa, NO, albergue completo. Y el siguiente albergue a 5 km, con unos desniveles impresionantes. Dado que son las 15,40 horas se impone la decisión más lógica, vamos a comer y vemos lo que hacemos. Al pasar hemos visto un cartel : COMIDAS. Allí nos dirijimos. Tras decidir el menú y conversar con la agradable familia del BAR nos ponemos al tema. Avanzar 5 km por una cuesta empinadísima durante no sabemos cuanto tiempo, ... Retroceder hasta el albergue de Vega de Valcarce, ... 
          Pedimos opinión a la atenta camarera que nos contesta: Yo también tengo camas. Nos miramos, nos dice el precio, ... y decidimos quedarnos en este simpático hostal, recién restaurado, con unas habitaciones de lujo y un diseño espectacular. Lugar en el que también cenaremos y desayunaremos al día siguiente. Al final hemos tenido suerte. Toca descansar.


Las Herrerías. Aún no sabíamos que finalizaríamos etapa aquí. Albergue completo.

Si el pueblo se llama Las Herrerías ... Es lógico pensar que haya forjas ¿verdad?

Descanso, meditación, ... y cerveza claro. Si no no seria lo mismo