Amanecemos en Nájera mucho más tranquilos que los dos días anteriores. Es lo que da dormir en un hostal. Cuando bajamos a la calle observamos con satisfacción que ... ¡No llueve!. Preparamos nuestras bicis en una operación en la que la práctica debería habernos hecho expertos pero no, sigo igual o más torpe que el primer día. Llegaremos a Santiago y tardaré más en colocar las alforjas que el primer día.
Buscamos un lugar abierto para desayunar y lo encontramos repleto de peregrinos que, al igual que nosotros, dan comienzo a su jornada de sábado llenando sus buches para coger fuerzas para el día que nos aguarda. Comienza nuestra tercera etapa.
Tras callejear durante unos instantes abandonamos Nájera cuesta arriba por una pista de buen firme y llena de peregrinos. Por la experiencia de días anteriores sabemos que durante al menos media hora iremos adelantando a los peregrinos peatones más madrugadores que nosotros.
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| Recién desayunados, prestos a iniciar la jornada ¡NO LLUEVE! |
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| Saliendo de Nájera |
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| 582 km para nuestro destino, un paseo |
¡ Pistas anchas y de buen firme! En esta ocasión y sin apenas darnos cuenta vamos devorando los kilometros. Hemos dejado ya atrás el grueso de peregrinos que, como nosotros, han iniciado su jornada en Nájera. Antes de lo previsto llegamos a Santo Domingo de la Calzada.
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| Esto es lo que yo pensaba que era el Camino |
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| Santo Domigo de la Calzada... al fondo |
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| Primer descanso del día. Santo Domingo de la Calzada |
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| Salimos de Santo Domingo, destino ... Castilla |
Último núcleo poblacional importante antes de abandonar La Rioja. Los extensos campos verdes en estas primeras llanuras nos llaman la atención. Claro que con el invierno que hemos pasado... O quizás es que cuando en otras situaciones hemos frecuentado estos parajes era ya en pleno verano y por ello estaban los campos dorados. En cualquier caso el paisaje es maravilloso. ¡que curioso! Por primera vez desde que salimos de Saint Jean... ¡ disfrutamos del paisaje! ¡ No hay niebla! ¡ No llueve! Ya, si saliese el sol sería la leche. En esto estábamos cuando abandonamos La Rioja y entramos en la provincia de Burgos, Castilla, ... ¡Tierras del Cid! y aparece el sol.
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| Entramos en Castilla, se abren las puertas del cielo y sale el sol |
Llevamos ya unos 40 km desde Nájera y tenemos que repostar. Hay que dar un descanso a las piernas. Será cuestión de buscar algún lugar propicio para ello. Después de unas fotos que nos sacan gentilmente unos peregrinos alicantinos abandonamos el Camino para internarnos en Belorado y conseguir nuestro almuerzo.
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| Belorado |
Después de almorzar en la plaza del centro del pueblo de Belorado volvemos a ponernos en marcha. Las sensaciones son buenísimas, rodamos fácil. Aunque el perfil de la etapa nos indicaba que ascendíamos a la meseta castellana, lo cierto es que nos parece sencillo. El entrenamiento de días anteriores logra dejar la etapa de hoy como un día "fácil". Ascendemos los Montes de Oca y seguimos disfrutando de un paisaje espectacular.
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| Solo hay que fijarse para ver cosas sorprendentes |
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| Parecia un trozo de muro. Es una capilla |
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| Villafranca |
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| San Juan de Ortega |
30 km más y llegamos a Ages, donde debido al buen ritmo, al buen tiempo y ... ¡ que coño! porque nos apetece una cerveza bien fría nos detenemos con la excusa de sellar nuestras credenciales. ¡ que rato más agradable pasamos con el hospitalero del albergue!, un gallego del sur (como decía él) que nos atendió estupendamente, nos sacó las jarras con la cerveza bien fría a la terraza y tuvo la amabilidad de llenarnos los botellines de agua, que víctimas del buen tiempo estaban secos.
Con bastante pereza nos pusimos de nuevo en marcha al deseo de ¡ BUEN CAMINO!. Atapuerca queda cerca, y cuando pensamos que no nos quedan más ascensiones en la jornada de hoy dejamos atrás el poblado y ... ¡ sorpresa! Ascensión técnica, no muy dura por el desnivel pero sí por la destreza que hay que emplear para salvar las grandes piedras que abundan durante toda la subida. Ya en la cima nos detenemos y somos conscientes de que unos 15 bicigrinos nos encontramos compartiendo este momento. Sí es cierto que a lo largo de la jornada hemos visto bicicletas de forma más o menos frecuente, incluso algún pinchazo, pero ver tanta bizi junta... es la primera vez en todo el Camino.
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| Atapuerca |
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| Sorpresa en forma de ascensión |
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| Desde que el peregrino dominó en Burguete los montes de Navarram, no ha gozado de vista tan hermosa como esta |
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| Últimos kilometros antes de llegar a Burgos |
Decidimos comer antes de entrar en Burgos. Es una hora muy prudente y como ya tenemos reservado el alojamiento para esta noche, no lo pensamos demasiado y cuando rebasamos Villafría nos detenemos en un Restaurante de carretera en el que disfrutaremos de un estupendo menú del día y nos cuidarán las bizis muy amablemente. Una vez terminada la comida sólo serán necesarios 20 minutos de pedaleo para llegar a nuestro alojamiento. Como es habitual Isma se encarga de los trámites y de anunciarme que ha llegado el momento más duro de la jornada: subir a un 2º piso con las bizis y las alforjas puestas, sin ascensor. Y es que el madrugar tanto nos condiciona en esta ocasión la custodia de las bizis. A cambio nos ahorraremos el colocar las alforjas el día siguiente. Una vez instalados y duchados llega el momento de visitar Burgos, contaremos para ello con un guía muy especial: Jorge, que nos enseñará Burgos desde otro enfoque distinto.
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| Ya en Burgos... Avenida Vitoria |
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| Fin de la jornada |
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| Hoy las bizis duermen con nosotros |
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| Burgos .... ¡ El Cid! |
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| Playa no, pero Burgos ya tiene mar |
