viernes, 21 de junio de 2013

CAMINO SANTIAGO. ETAPA 2. Pamplona - Nájera

           Aunque ayer pintaba bonito, hoy amanece lloviendo de nuevo. Los preparativos dentro del albergue y la maniobra para sacar las bizis a la calle han supuesto un momento de stress importante, al menos para mí. No estamos acostumbrados a  levantarnos a las seis y cuarto de la mañana en un cuarto rodeados de desconocidos, preocupados por molestar lo menos posible y con la sensación de que hagas lo que hagas estás molestando.

          Desayunamos en el mismo albergue y tras sacar todo a la calle, ya con más tranquilidad, colocamos las alforjas, nos ponemos el chubasquero y comenzamos a pedalear bajo una pertinaz lluvia. 

          Primera salida desde una gran ciudad y nos topamos con un problema que será habitual en este tipo de ciudades. ¿donde está el Camino? ¿por donde sale de Pamplona? Afortunadamente tenemos nuestro Garmin que, sin ningún titubeo, nos coloca en la ruta correcta; dirección a lo que será la principal dificultad de la jornada: El Alto del Perdón.


Apenas ha amanecido y nos ponemos en marcha
          Abandonamos el asfalto con relativa prontitud y casi sin darnos cuenta comenzamos la ascensión al Alto del perdón. Poco a poco la cosa se complica y como no podía ser de otra manera llega el momento de empujar de nuevo la bizi. Unido a la fuerte inclinación está nuestro amigo omnipresente en estas dos jornadas: el barro. Las lluvias frecuentes durante este pasado invierno han conseguido que varios desprendimientos hayan cortado el camino en varios puntos que los peregrinos a pie, salvan como pueden. En nuestro caso, con las bizis, nuestra preocupación principal es mantenernos en pie. Cosa que logramos a duras penas. Pasadas dos horas desde que salimos de Pamplona hacemos cima en el Alto del Perdón.
Fiel reflejo del cansancio, preocupación, hastío, ...

Niebla, bruma y más niebla
          Debido al sufrimiento padecido durante la ascensión, a las condiciones climatológicas tan desfavorables y al riesgo que supone circular por estos senderos tan embarrados, ... Se impone una decisión drástica: continuaremos por asfalto; al menos hasta que el tiempo acompañe. El descenso del Perdón por sendero hubiese supuesto un riesgo que no estábamos dispuestos a afrontar. Una vez tomada la decisión parece, al menos en mi caso, que me he quitado un peso de encima, y bajo la lluvia seguimos pedaleando en dirección a Puentelarreina. Aquí hacemos un alto con la intención de sellar nuestras credenciales, cosa que no fue posible por estar el albergue cerrado, aprovechamos para comer unos plátanos y continuamos nuestro Camino dirección Estella.
          Pedaleamos por buen asfalto en un terreno pestoso. Nos separan unos 20 kilometros de Estella donde pararemos a almorzar. Quizás sea esta la etapa en la que menos peregrinos veamos. El ir por carretera hace que solo nos topemos con peregrinos ciclistas. El desgaste de la ascensión nos pasa factura y poco antes de llegar a Estella vemos a nuestra izquierda una pequeña charcutería, nos detenemos a llenar el buche, estamos vacíos. Un gran bocata de jamón, unos donuts, frutos secos y un café y chocolate de máquina nos hacen revivir y nos dan las fuerzas necesarias para llegar a ...
Estella
         Después de sellar las credenciales en un albergue y sacar algunas fotos continuamos nuestro periplo por Navarra saliendo del agujero en el que está metida Estella. Un poco más adelante vemos a nuestra izquierda las bodegas Irache que nos tapan el monasterio y guardan un manantial  de vino que desafortunadamente no catamos debido a nuestro ritmo endemoniado. Es broma. No son horas y nuestro principal interés en el día de hoy es hacer kilometros para dejar atrás la insistente lluvia que nos acompaña desde el día de ayer

Si la memoria no me falla esto es Los Arcos
          Tras dejar atrás Los Arcos llegamos a un cruce en el que nuestro GPS nos indica a la derecha pero decidimos ignorarlo y continuar de frente. La verdad es que hasta ahora todas las carreteras han sido de poco tránsito, casi anecdótico; pero la decisión que acabamos de tomar nos va a llevar a hacer los últimos 20 km hasta Logroño por una carretera decididamente "fea". Mucha circulación y coches a gran velocidad consiguen que lleguemos a Logroño casi sin darnos cuenta. Aquí repondremos fuerzas con un menú extraordinario y un trato no menos excepcional
    

Entramos en Logroño

Buscando sitio para comer

A los pies de esta iglesia encontramos un restaurante en el que nos tratarán estupendamente

Las bicis tras la barra. Detallazo. No tenemos que estar pendientes de ellas
           Durante la comida, empapados bajo nuestros chubasqueros valoramos el continuar hasta Najera, 30 km más, que por asfalto no pueden suponernos más que un par de horas en el peor de los casos. De perdidos al río y así de alguna manera recuperamos los km que no pudimos realizar ayer. Decidimos reservar habitación en un hostal ya que dudamos que quede sitio en el albergue a la hora que vamos a llegar. Las seis de la tarde. Es una decision excepcional ya que nuestra idea era la de no pedalear nunca hasta esa hora.
          La decisión de no continuar hoy por el Camino hace que durante toda la jornada hayamos tenido que "improvisar" a la hora de trazar nuestro itinerario. Con el agravante de que en estos momentos nos encontramos en una gran ciudad y no podemos hacer caso al track de nuestro GPS que nos llevaría sin problemas pero por "El Camino". Así que después de alguna epopeya que otra (llegamos a circular algún kilometro por una autovía) y de preguntar en varios sitios conseguimos salir de Logroño por el lugar adecuado. Y ya sin más pena ni gloria llegamos a Nájera cuando aún no son las seis de la tarde.      
Paseando por Nájera

Recuperando fuerzas después de haber realizado un par de compras
El par de compras, imprescindible para el buen funcionamiento de la transmisión: "músculos y cadena"