Por fin, parece que estamos pasando este largo, duro, y tan triste y jodido periodo de pandemia. Hace pocos meses no entraría en la cabeza de nadie (o por lo menos en la mía) poder disfrutar de una Marcha cicloturista como la Bilbao-Bilbao. Multitudinaria, si, los últimos años la participación suele rondar números poco inferiores a los 10.000.
Yo, con muchas dudas, pero según se va acercando la fecha cada vez con más ánimos y ganas. Son tantas las cosas que me animan y motivan…han pasado tantas cosas malas en el último año. Las ganas de sentir que todo parece volver a ser medio normal, las ganas de pasar camino a Gorliz para disfrutar, y olvidar de tantos viajes de tristeza. Me motivan finalmente a hacerla.