domingo, 17 de julio de 2016

EL INFIERNO POZANO - 2016

          ¡El Infierno Pozano! ¿Por qué será que a todos los que nos gusta dar pedales nos atrae irremediablemente todo aquello que suene a esfuerzo, a dureza, a épica, a sufrir, ...¡ a disfrutar!? Hace algo más de un año que oí la expresión por primera vez. Fue en La Templaria, en Villasana de Mena cuando después de terminar la martxa comenté: "el año que viene vuelvo". "El año que viene hay que ir a Poza de la Sal, al Infierno Pozano", me corrigió Oskar.

          Este año, después de la Pedales fueron muchos los que dijeron que acudirían a Poza. 17 de julio, fecha de vacaciones, días de disfrutar de la familia. No. No iría. Ya disfruto durante el año de la bizi. Según se van acercando las fechas los primeros en apuntarse confirman su participación en la martxa. Txerra (participó en la primera dición y rompió cadena cuando llevaba 7 km), David (la hizo el año pasado y quedó encantado), Ieltzu (participó hace dos años y no pudo pasar del km 22 por avería), Alde (a pesar de quedarse dormido llegó a tiempo de tomar parte en ella en 2015) y Fernan (debutante). Por unas circustancias u otras muchos de los que iban a acudir no pueden asistir. Miércoles 13, estoy en Noja, el último día de inscripción es el jueves y llevo calentándome desde hace unos días. No hay previsto ningún plan familiar especial para el domingo y le comento a Nata que varios BTTANDO irán a Poza de la Sal a una martxa. Me anima a participar. Evidentemente me falta tiempo para formalizar mi inscripción.

          Cuando la víspera realizo las comprobaciones y puesta a punto rutinarias a la gorda observo con estupefacción que el freno trasero no funciona. Desmonto pastillas, empujo los pistones, ... ¡nada! Purgar frenos descartado porque el líquido lo tengo en Trapaga. ¡joder! ¡Pues no voy a poder ir! Cuando estoy a punto de coger el teléfono para mandar un mensaje al resto y comunicarles que no cuenten conmigo... ¡la maneta recupera el tacto! ¡no doy crédito!¡no entiendo nada! Realizo varias pruebas más y no vuelve a fallar. ¡que sea lo que dios quiera! ¡me voy a Poza!