sábado, 2 de junio de 2018

MELLO...¡INÉDITO!

          Después de hablar con David y prometerle no madrugar mucho, quedamos en Sanfuentes a las 9.00 horas. En el grupo hago la convocatoria a las 8,40 horas en el poliki de Trapaga. Alberto y Ángel se apuntan rápido. Kike será de la partida si las fiestas de San Gabriel se lo permiten. Txerra duda si irá a Sanfuentes. Quizás nos mojemos pero seguro que disfrutaremos mucho.

          Suena un whatsapp, Ángel no viene. Otro más,... Txerra se raja también. Llego el primero al poli. Enseguida aparece Alberto y mientras transcurren los 5 minutos de cortesía vemos a Kike. David nos espera en Sanfuentes.
Area de descanso de Gallarta. Punto de encuentro.

          Salimos del poli y Alberto nos guía por el velódromo, polígono de Ortuella, Goilifar, ... para acabar en el bidegorri en Gallarta. Debemos retroceder hasta el área de descanso de Gallarta para llegar al lugar donde hemos quedado con David. Es una subida muy, muy suave. Progresiva. Utilizada por Alberto frecuentemente para calentar poco a poco los músculos. La verdad es que es un acierto total aunque estoy completamente convencido de que el próximo día volveré a olvidarlo y accederé al Bidegorri por los bomberos, como es habitual en mí. 

          David realiza un esfuerzo extraordinario para salir con nosotros hoy. Ayer estuvo de cena del currelo hasta altas horas de la madrugada. 4 horas dice que ha dormido. Habrá que creerle, ¿no? El pequeño retraso con el que se presenta a la cita nos sirve para esbozar la ruta de hoy. Nos acercaremos al Mello. Un auténtico privilegio contar con dos conocedores de la zona. Ellos se lo guisan y ellos se lo comen. Sólo les recuerdo que no me hagan sufrir mucho en bajadas complicadas.
Pues al final debemos esperarle
          Bidegorri hasta el km 5. Giro a la izquierda y bajamos por la vaquería hasta el pueblo de Cardeo. Alberto es una enciclopedia toponímica, incapaz de recordar todos los nombres de los lugares por donde hemos transitado hoy. Muskiz y pasamos por delante de la casa de Rafa para empezar la ascensión propiamente dicha. Tanto Kike como yo nos dejamos guiar. 

          Incluso nuestros guías dudan. La gran cantidad de variantes para subir al Mello hacen que siempre que venga sólo por aquí lo haga acompañado de un track de la ruta que quiero seguir. Si no sería una auténtica locura. En un momento dado nos topamos con las marcas de La Nocturna del Mello que se celebra la noche siguiente. Alberto propone seguir las marcas con la esperanza de descubrir nuevos itinerarios... y acierta de pleno. 
¿Por donde seguimos?
          la única "pega" es que tardamos demasiado en llegar a la cima. Vueltas y más vueltas con las que disfrutamos un montón pero que nos hacen ser realistas con las expectativas de la salida de hoy. La vuelta por Alen y regreso por la Vía Verde deberán esperar otra oportunidad. Hoy por el momento y después de realizar una muy técnica bajada... desmontado, decidimos tirar por la calle del medio y hacer cima de la manera más directa posible.

          El último tramo se me hace muy corto. Avituallamiento en la cima, temperatura agradable, ausencia de viento, fotografías que nunca salieron por torpeza del menda, ruego encarecido por mi parte de que el descenso esté exento de ningún tipo de riesgo,... son los preliminares que nos llevarán al barrio de El Morenillo y de ahí a Pobeña, donde realizaremos un corto trayecto por carretera asfaltada para terminar cogiendo el paseo que por el lado opuesto al bidegorri nos conduce a la playa de La Arena.
Belleza paisajística
  
Otra toma
          Zona llana, de pedaleo rápido con algún que otro susto con alguna rama fuera de lugar o el que nos provocó una "mama pollo" con sus crías. Tremendo frenazo que nos recuerda que en los senderos estrechos y rápidos la distancia entre ciclistas debe aumentarse para seguridad de todos. 

          Alucinamos con la regeneración que ha experimentado la zona donde estaba ubicada la empresa CLH. Demasiadas veces olvidamos este itinerario tan cercano al bidegorri y tan diferente, tan salvaje, tan natural. Me gustaría subir por la pista del Montaño y así lo hago saber mientras llenamos los bidones de agua en la fuente de la playa. David se queja, con razón. 4 horas he dormido, me dice. ¿Aún me quieres martirizar más? La hora se nos echa encima y decidimos volver por el bidegorri. Esta vez David se ha salvado.

          El regreso lo hacemos a ritmo tranquilo y en agradable conversación. Eso creía yo, lo del ritmo tranquilo, hasta que poco antes de llegar al primer túnel el ritmo marcado por David y Alberto (Kike y yo vamos a su rueda) interrumpen mi participación en la charleta. Ese tramo inmediatamente anterior al primer túnel consigue poner punto final a todas las conversaciones. Y a partir de ahí comienza el sector en el que tradicionalmente... "aprieto". Poca distancia hasta coronar, pendiente no muy inclinada,... me vuelve loco. Cuando el ritmo no es muy fuerte hasta aquí y me quedan fuerzas... disfruto. Y han pasado más de 6 meses desde la última vez. ¡Aprieto!

        Una vez arriba giramos a la izquierda para evitarnos el bucle del bidegorri e ir derechos a la gasolinera de Las Postas para lavar las burras. Esperando en el semáforo la sorpresa agradable del día... ¡Oskar! Sabía que le daba a la bizi pero nunca había tenido oportunidad de coincidir con él. Una vez lavadas las bizis por David y Kike, nos despedimos del especialista en nanotecnología deseandole una buena siesta y el resto volvemos a coger el bidegorri acompañados de Oskar. Un último ruego a Alberto al abandonar el bidegorri me evita la bajada de las escaleras de Urioste (debo poner rápido remedio a esto) y sirve también para despedir a Kike que por el Alto Alday llegará a casa.

          Esto va bien. Segundo finde consecutivo saliendo con BTTANDO. Éste con un punto más exigencia que el anterior pero con el mismo espíritu y con la sensación otra vez de haber disfrutado de un gran día de bizi. Otra vez más... ¡GOZATZEN!