sábado, 26 de mayo de 2018

MI ESPINITA - LA IÑIGO CUESTA 2018 (Crónica de Oskar)

          Llega la fecha de apuntarse a la  Iñigo Cuesta, mi espinita. En el 2016  nos apuntamos Natxo, el Marqués y yo, como me recordaba en el viaje Iñaki. De  las primeras marchas que hicimos en BTTANDO con la flaca aparte del la Bilbao-Bilbao. Yo tengo la espinita clavada de la mala suerte que tuve hace dos años con los pinchazos. Este año a pesar del mal tiempo, de  un duro invierno y de estas dos semanas con demasiados contratiempos, mis sensaciones son que no debería sufrir tanto cono la anterior vez.

          Esta vez vamos un buen pelotón, Ieltzu, Iban son de los primeros en apuntarse, Unai , el Marques, Gorkita, Rafa, Alan, David. ¡Buena Grupeta!  Durante la semana  organizamos el viaje y vemos que las previsiones del tiempo no son nada buenas. Lluvia asegurada. Iban, pesimista no deja de recordárnoslo; Iñaki al revés, confía en los huevos de Santa Clara y asegura que no va a llover.
Llega el día, ¡toca madrugón! A las 5:15 arriba, desayunar bien y acabar de preparar las cosas. A las 6:15 hemos quedado con Gorkita que nos llevará las bicis. Son las 6:10 cuando salgo del garaje con el coche y ya me está esperando. Voy a por mí bici y a la que vuelvo ya está Unai también. Primer contratiempo, tenemos las tres bicis cargadas y aún nos falta la del Marqués, vemos que no va a entrarnos. No hay problema, en el mío entrará. Llegan Ieltzu y Iban y arrancamos hacia Ugarte a por el Marqués.
Parte de la grupeta


          Cuando llegamos ya nos espera en la parada del bus. Cargamos su bici en mi coche la atamos bien y listos para coger camino a Villarcayo. Un entretenido viaje con el Marqués, ¡se le nota con muchas ganas!  Poco antes de las 7:30 llegamos a Villarcayo, el día esta gris pero de momento  ni una gota de agua. La temperatura apenas supera los diez grados. Aparcamos por la misma zona de la vez anterior, muy cerca de la salida. Lo primero recoger dorsales, la organización es perfecta y enseguida estamos preparados para ir a tomar un café, hay tiempo de sobra. Vamos al bar de la estación de autobuses. Hay un montón de ciclistas, saludamos a Iñaki el hermano de Martina que hacia un montón de tiempo que no le veía, a Mikel, bikote de Jasone,... Alan que llego el viernes con su chica nos da un toque y no tarda en aparecer; café y pintxo y amena charlita.

          Es el momento de ir a preparar las bicis y de prepararnos nosotros, poner dorsales, etc… yo tengo dudas, no me gusta nada la idea del chubasquero, pero con la predicción que tenemos… al final me decido por chaleco, ¡esperemos que no llueva mucho! Son las 8.25 y estamos todos preparados, Rafa, David y un amigo suyo nos esperan en la salida, Gorkita a última hora va a por agua, pero enseguida estamos todos juntos en la salida. Bastante atrás pero todos juntos. Unas fotos y los típicos nervios de última hora, pasan unos minutos de las 8.30 cuando arranca la marcha.
Momentos previos
Vamos, vamos,...

         Este año va a ser neutralizada y con reagrupamiento en el km 64. Creo que el coche que marca el ritmo no superaría los 33 km/h de media. Los primeros km por el pueblo, como siempre los nervios de ir tantos juntos, frenazos, etc... Pero ningún problema, todos comportándose correctamente, sin hacer tonterías.

          Nosotros vamos bastante juntitos, solo me faltan por tener controlados al Marqués y Unai, que tienen claro desde el principio que van a ir más tranquilos. Comento con Alan si tiene a su chica por ahí para dar ánimos, pero me dice que esta vez  ha decidido quedarse en el hotel. Ieltzu y yo recordamos nuestra mala suerte de hace dos años en esos primeros kilómetros, y lo bien que vamos este año, menuda diferencia. Tras los primeros kilómetros de ascensión, el grupo se estira un poquito, llegamos al cruce de Soncillo donde acaba la subida y giramos a la derecha, el terreno vuelve a ser cómodo, y con una buena grupeta no tardamos e coger al grupo delantero. Seguimos a un buen ritmo por este terreno que con algún que otro repecho hace pegarse algún calentón, pero no perdemos el grupo delantero, la media,... superior a 30 en la primera hora.

          Dejamos a la izquierda las impresionantes vistas del embalse del Ebro, y giramos a la derecha para dejar la carretera que sube al puerto del Escudo y coger la que nos conducirá a la subida a la Matanela. Conozco la subida de la vez anterior, comento de bajar un poco el ritmo, pero no me hacen caso, así que decido ir yo más tranquilo, sé que desde arriba solo queda bajar hasta el reagrupamiento y vamos demasiado rápido. David para a hacer sus necesidades, al llegar arriba veo que este año no hay avituallamiento, en esta zona hay mucha niebla y dejo de ver a mis compañeros, pero enseguida empieza el largo descenso de casi 20 km. Hace frio, mucha humedad y un molesto viento.

          Voy en un grupito, la bajada es rapidísima, pero con tanta humedad vamos con mucha prudencia. Tras pasar el municipio de Alar en una curva noto que la bici me hace algo raro,  y en la siguiente noto que se me va, ¡no puede ser!¡Rueda delantera pinchada! Creo que desde la otra vez que hice esta marcha, hace 2 años, solo había pinchado una vez más en la carretera, esta marcha esta gafada para mí!

     Me pongo a repararlo, estoy en una curva que aunque no molesto, algún que otro ciclista se pega algún sustillo. Cuando ya casi lo tengo reparado pasa Unai, que me ve, antes ha tenido que pasar David pero no nos hemos visto, y detrás de Unai el Marqués, que le dice que siga y él se queda a ayudarme. Acabamos de reparar y al emprender la marcha noto que no está bien montada la cubierta, va a saltos. Lo comento con el Marqués y decidimos volver a montarlo bien. Aun así y a a pesar de montarlo con cuidado, al volver a arrancar sigue estando mal, decidimos bajar con prudencia y confió en  que en el reagrupamiento tengamos una buena bomba para meter presión y que talone bien la cubierta.

          Cuando acaba el descenso, giramos a la derecha para coger carretera hacia Vega de Pas, pasamos por una gasolinera, pero no vemos que tenga para meter presión. Vemos que ya ha pasado la hora donde en teoría arrancaba el reagrupamiento. Poco más adelante vemos un atasco en la carretera, Iñaki me dice, ¡mira, ahi tienes el reagrupamiento!, pero es un autobús parado por un montón de vacas cruzando la carreta. Pero al pasar el atasco, en unos pocos metros más, esta vez sí, el reagrupamiento.  Enseguida vemos a Unai y yo rápidamente busco donde poder meter presión a la rueda, al meterle se escucha perfectamente como talona, 1ahora sí! Ahora está bien por fin. Lleno el botellín y justo arranca la marcha de nuevo. No nos ha dado tiempo a buscar al resto de nuestra kuadrilla.

          Me comentan que tire, que me adelante para buscar al resto, pero ya había decidido hacer el resto de la marcha con ellos. Cambio de chip, así que les digo que ni de coña. Al salir del bonito pueblo de Vega de Pas comienza la ascensión a La Braguía, poco más de 6 km no muy dura con una media que no llega al 6%. El Marqués y yo cogemos un buen ritmo, Unai nos sigue poco más atrás, arriba nos veremos. Iñaki va con muy buenas sensaciones, se le nota eufórico, está disfrutando un montón! Arriba está el primer avituallamiento del día. Un buen avituallamiento líquido y sólido, con fruta, sándwich y dulces, variado, ¡perfecto! Enseguida llega Unai y en pocos minutos emprendemos otro largo descenso. El día sigue aguantando, con momentos de sol incluso, las vistas impresionantes. 
          
          Al acabar el descenso se llega al municipio de Selaya donde empieza la ascensión al Alto del Caracol. Unos 11 km un poco más duros que el anterior pero con un par de bajadas por medio. Como en el anterior puerto  El Marqués y yo nos adelantamos y Unai nos sigue por detrás. Hace dos años aquí empecé a notar como mis piernas empezaban a pedir sopitas. Este año voy bien, es un puerto más exigente que te puede dejar tocado, como así me enteraré después que le paso a David. Unai al llegar arriba, también lo comenta.

Mila esker
          Cargamos fuerzas en otro fenomenal avituallamiento,  Unai comenta que no quiere cargar el bidón, le insisto en que lo haga, es una subida larga, y recuerdo que a mí la anterior vez que subí  echaba de menos poder beber más. Unas fotos y emprendemos el descenso, el primer tramo es, alucinante, probablemente la vista más espectacular del día, parece que estés en uno de los míticos puertos de Alpes o Pirineos, precioso. 5 km de una rápida bajada nos dejan en el cruce donde da comienzo el Portillo de Lunada. 14 km de subida con un desnivel medio de 6%. Una subida no muy dura pero sin descanso junto con su  longitud la convierten en bastante exigente. Como en las anteriores subidas Iñaki y yo nos vamos adelantando poco a poco. A Unai de momento lo tenemos a vista en los primeros km. Mi compañero  de subida va contando los km como si fueran asaltos de boxeo, animándose a sí mismo. Sigue con buenas sensaciones, se le nota.

          Me comenta que tiene un plátano desde hace dos avituallamientos y que paremos a mitad de puerto para comerlo a medias y esperar a Unai. Llevamos unos 6 km de subida y en uno de los repechos un poco más duro veo que el Marqués se queda un poquito, me pongo de pies sobre la bici y aminoro el ritmo cuando de repente, ¡otra vez!¡ Otro pinchazo! En la misma rueda. Mi cabreo es monumental. Parece que es pequeño el pinchazo, se lo digo a Iñaki y aprieto con intención de si aguanta, poder sacar distancia para no parar al resto. Inútil, unos pocos metros más adelante pierdo toda la presión y tengo que pararme. Rápidamente me pongo manos a la obra, Iñaki para, comparte su plátano conmigo, y enseguida tenemos desmontada la cámara. Reviso la cubierta, no veo nada de nuevo, ningún pincho ni nada. Le pido a Iñaki que la compruebe él, mi rayada ya es…. En un momento Iñaki localiza un cristalito incrustado en la cubierta. Seguramente, el mismo que causó el primer pinchazo y yo no fui capaz de verlo. Unai ya ha pasado hace unos minutos y le decimos que siga poco a poco. Son varios los  ciclistas que al pasar me reconocen, ¡otra vez has pinchado! ¡Estas gafado, tio! Reparamos, montamos y con una carga de aire que tenia Iñaki conseguimos que esta vez la cubierta talone perfectamente.

          Volvemos a estar en marcha, al poco de arrancar empiezan las primeras gotas del día, gotas que en poco tiempo se convierte en una buen chaparrón. Estamos a finales de Mayo, pero por aquí aún quedan restos de nieve, así que el frío aprieta enseguida. Seguimos poco a poco a buen ritmo, intento subir un poco la intensidad para coger cuanto antes a Unai pero el Marqués no puede. Ya son casi las dos de la tarde, como la anterior ascensión a Lunada, vamos bastante tarde. Sobre el km 11 veo a Unai, no tardamos en estar a su altura, al llegar nos comenta que por calambres ha tenido que pararse tres veces. Me suena su calvario de subida. Desde aquí hasta arriba iremos juntos, dándole ánimos. Bromea con la intención de subirse al autobús, ¡ya ni de coña vamos! Además al pasar va llenito.

          Llegamos por fin a la cima, comento que sería mejor no parar, se aproxima otro chaparrón. Pero los dos me dicen que ni locos, que necesitan parar, es normal. Nos abrigamos, hace frio, cargamos fuerzas, foto de rigor. Unai y yo arrancamos, el Marqués aprovecha para seguir comiendo un poco más, yo le bromeo con que no va a tener hambre para la paella.
Portillo de La Lunada
Espíritu BTTANDO
          Desde el Alto hasta Espinosa, un descenso por una carretera con un incómodo asfalto, roto por tanta nieve supongo. Los tres juntos vamos cogiendo algún que otro ciclista, formando al final una buena grupeta. En Espinosa se gira a la derecha para coger una mejor carretera que nos llevara hasta Quintanilla del Rebollar, unas largas rectas, con algún repecho que hacen sufrir un poquito más a Unai, aunque por lo general todo pica hacia abajo. Un  cruce anterior a Quintanilla nos hace dudar, en casi todo el tramo somos el Marqués y yo los que vamos tirando de un grupeta de nueve,  ninguno sabe con seguridad cual es el cruce, sabemos que hay que girar a la izquierda pero no recordamos el punto exacto.

            Un poco más adelante, a lo lejos se distingue a otro voluntario de la organización, allí está el cruce. Seguimos por  esta carretera  más secundaria pero en buenas condiciones que nos llevará a Villarcayo. Pasamos por Cornejo, Iñaki me comenta que una vez su hija Izaro estuvo  aquí en un campamento de Inglés, no guarda buen recuerdo.éSeguimos siendo Iñaki y yo los que casi todo el rato tiramos del grupo, Iñaki no se da cuenta de que Unai va fundido y alguno de los relevos los hace demasiado fuertes y se lo comento, ¡ Marques, da relevos!.¡ No ataques! Poco más adelante veo que Unai pasa a dar uno de los relevos, pienso que ya se habrá recuperado de sus maltrechas piernas, encima coincide con un tramo que pica un poquito hacia arriba, el Marqués le anima, cuando de repente nos grita que necesita parar. Otro calambre. Se ha venido muy arriba, y ahora le toca pagarlo.
Enseguida se recupera, y poco a poco vamos cogiendo ritmo. Desde aquí a Villarcayo, todo a buen ritmo, llegamos a meta, contentos, disfrutando hasta los últimos metros de esta fantástica marcha. De lo que más nos gusta.

          Nos dirigimos a los coches para coger las mochilas y ducharnos. Enseguida nos encontramos con Iban y Ieltzu, ya duchados. Han sido los primeros en llegar de nuestra grupeta, Gorkita enseguida aparece también ya duchado, poco amigo de estas marchas, pero creo que esta la ha disfrutado, y sufrido. Nos comentan que van a tomar una cañita mientras nosotros nos duchamos. Tras un par de vueltas para encontrar los vestuarios del campo de futbol, duchita, de agua fría por cierto, súper rápida. Y a dejar las cosas para ir a comer la rica paella que nos espera.

          Vamos todos a comer, allí nos espera el resto. Un buen plato de paella y una cañita. En la comida pues que decir, risas, muchas risas. Ambientazo. Contar batallitas…Ieltzu, Iban y Alan le han apretado bien, David esta fundidísimo, pajarón subiendo El Caracol, Gorkita  también dice que ha sufrido, se le ha hecho largo, Rafa bien, todo controlado.

          Paella rica y para repetir, dulces, fruta , café… Impresionante organización, solo reprochable la ducha fría. Solo nos queda ir a tomar unos cafés, antes foto con Iñigo Cuesta en grupo,después  todos juntos a una terracita, al sol, se estaba de lujo. Café, txupitos, coca cola… Nos vamos despidiendo poco a poco. Alan se queda un día mas por aquí, el resto emprendemos el viaje de vuelta.
BTTANDO con un grande, Iñigo Cuesta
          Una vuelta amena, Iñaki sigue con su subidón, llama a Natxo para contarle la aventura del día, unas buenas risas mas. Llegamos a Ugarte, aquí dejamos al Marqués, no sin antes compartir una caña y unos torreznos que se le antojaron a Gorkita . Llegamos al pueblo descargamos las bicis y tomamos la ultima en el Arana. No he podido quitarme la espinita de hace dos años, iba con idea hacer la marcha bien, a buen ritmo, y sin sufrir. La he disfrutado, de otra manera (quitando los pinchazos claro) solo hay que cambiar el chip y seguir disfrutando, como lo he hecho también con Unai y el Marqués.

                                               BETI BEZALA GOZATZEN!!!!!