martes, 14 de febrero de 2017

REDESCUBRIENDO EL CORAZÓN MINERO

          Nada hacía presagiar que la ruta de la jornada de hoy fuese diferente a la de cualquier día de entre semana. Dificultades para coincidir con alguien, no demasiado tiempo,... El pasado domingo cuando descendía de mi querido Ganeran me encontré con David que, con mucho acierto, me recordó que hacía demasiado tiempo ya que no nos reuníamos entre semana. No te preocupes que lo arreglamos. Un lunes ventoso nos hace escoger el martes como el día ideal. Le comento a Iñaki a ver si se anima y me responde que debe hacer series. Le comento que quedo con David a las 16.00 horas y le falta tiempo para mandar a tomar por saco las series. Seguido aparece Sergio como de costumbre... preguntando el ritmo de la salida. Es un cabronazo, empieza llorando y luego todo el tiempo en cabeza tirando del grupo. 4, bonito número. Seguro que disfrutamos un montón. 

          Cuando ya en la fuente de La Eskontrilla esperamos Sergio y yo al resto, leo un mensaje de Txerra: "estoy bajando por los bomberos, esperadme que llego" jajajajajaja. No ha podido resistirse. No me causa ninguna extrañeza, con semejante plantel la diversión está garantizada. 

Imposible no parar,... ¡ Matamoros!
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          Y es que en un tanto por ciento muy alto de ocasiones las cosas sin planificar salen extraordinariamente bien. Mucho mejor que las preparadas durante semanas. Esta ruta ha sido una de esas ocasiones. Comenzamos a pedalear intercambiando Iñaki y yo nuestras bicis. Tengo curiosidad por ver el comportamiento de una rígida de 29 e Iñaki me va a hacer el favor de prestármela y de cargar con la penitencia que es empujar mi bizi hacia arriba. Es curioso... a pesar de tener prácticamente la misma altura ambos nada más entrar en la pista junto al depósito de aguas de Trapagaran debo detenerme para darle más altura a mi sillín, calculo que unos 5 cm más o menos. Al tiempo Iñaki aprovecha para bajar el suyo un par de centímetros. Acierto total. La postura de pedaleo es ahora muy agradable y empiezo a disfrutar como un niño con zapatos nuevos. Iñaki dice que va bien pero... no se no se...

          En cuanto superamos el paso canadiense David propone la primera de las sorpresas que nos tiene reservadas... ¿por la derecha? ¡venga! le animo. Hace mucho que no subo por aquí: Iñaki comenta que es terreno virgen para él, al igual que para Txerra. El ritmo bananero es prioritario aquí. Lo que no es bananero es la pendiente de los huevos.... ¡joder!

          Después de casi 1 kilómetro de subida en zig-zag paralela a la vía del funi abandonamos dicha pista para  tomar una que discurre prácticamente paralela a la que tomamos habitualmente más abajo. Fácil, sin apenas dureza, lo más complicado es el descenso que nos llevará a retomar la pista que dejamos hace ahora 2 kilómetros y medio. Txerra, Sergio y David van sobrados e Iñaki y yo nos enganchamos como podemos al ritmo que marcan los más fuertes. Aún así vamos cómodos, nada de pulsaciones disparadas...


Parte del trazado de descenso de la primera pedales

Txerra! y se quería ir con la flaca...

Sí David. Algún día volcaré
          Y en la disyuntiva de la discordia... no se da opción: ¡por el cuestón! Ni recuerdo el tiempo que hace que no vengo por aquí. Menos mal que el guía de hoy está dispuesto a romper con todo lo que habitualmente es normal. Se ha propuesto tomar todas las alternativas posibles que encontremos a nuestro paso hasta llegar al Pirulí. Aprovechando el descenso hacia la pista "principal" David aprovecha para seguir deleitándonos con más fotografías.       

Segundo descenso

Iñaki con doble de 29"

Servidor bajando como alma que lleva el diablo

          En vez de girar a la derecha como sería lo normal, giramos a la izquierda para tomar la pista que describiendo un amplio rodeo nos dejará apenas 300 metros más arriba de donde nos encontramos ahora mismo. Eso sí, por un entorno sublime, espectacular, alucinante, ... ¡maravilloso! Pequeño repecho hasta llegar al asfalto que desde el puente de Bengolea asciende al area recreativa de Argalario y volvemos a abandonar el asfalto para dirigirnos bajo la cima del monte del mismo nombre. No sin antes dejar a nuestra derecha la temida "Cuesta del silencio" que es motivo de broma entre nosotros. Me da la sensación de que Txerra se queda con las ganas de intentarlo. Pero aquí David es inflexible. No, hoy no. Todavía no estoy para subir esa pared. Evidentemente ninguno le contradecimos y seguimos deleitándonos con la verborrea de David y Sergio en animada charla... "tecnológica" 

          Casi 9 km se ascensión y acabamos de alcanzar el punto donde nace la pista que hacia la derecha va a buscar a la que viene del punto más alto de la cuesta del silencio a través de un firme poco pisado, alfombrado de una abundante hierba que complican y ralentizan nuestra pedalada. Txerra alucina con la cantidad de variantes recorridas. Y todavía nos quedará una más. La que en el Collado entre Argalario y el merendero se mete por la derecha bordeando dicho merendero. Parece mentira pero ya han transcurrido mas de una hora y tres cuartos desde que iniciamos la ruta en Trapaga.

          Ha empezado a notarse el viento. Sopla fuerte. Comentamos como evitarlo y decidimos bordear el monte Bitarratxo por su derecha en dirección al Tope. Un acierto. Además en dicho tramo observo como Sergio y David se detienen a observar el discurrir de una pista abierta el pasado invierno con motivo de la explotación maderera de la zona. Baja directamente a la Mina de los Alemanes, a Peñamora. Y nace en El Tope. Justo en el lugar en que en la segunda Pedales los maravillosos chicos de Katalino nos tenían preparada la sorpresa del día. Apenas 100 metros recorridos y nos tiramos decididamente a la derecha a buscar la vertical. El descenso desde aquí hasta la Mina de los Alemanes es escalofriante. Menos mal que no me detuve a pensarlo. 

          Antes de decidir esta bajada se valoró por donde continuar. David no desea volver todavía. Bueno, comenta Sergio, siempre podemos ascender por la pista asfaltada hasta La Reineta para desde allí continuar hasta los pozos... ¡Hecho! Y cuando subimos por el asfalto una de los lugares en los que por la velocidad a la que habitualmente pasamos bajando por aquí... no dos detenemos. Hoy sí. Foto.

La pareja de la jornada. Fanáticos de la nanotecnología... y de la tontería



Risas

Quietos que va foto!!!!!
          A punto de llegar al puente por el que pasa la carretera que sube a Barrionuevo Txerra despierta las hostilidades y pega un arreón al que no puedo resistirme. Primer calentón del día. Y no será el último. Nos dejamos caer hasta los Pozos y cuando estamos a punto de pasar por debajo de la carretera de La Arboleda observamos como un grupo de chicas se encuentra realizando un Rallie, un juego de pruebas o algo parecido. Parece que necesitan a alguien para que les fotografíe e Iñaki no puede dejar de ofrecerse. Un rato agradable de vacile y buen rollo. Sergio les indica como llegar a La Arboleda y nos despedimos para seguir nuestro camino hacia el poblado minero de Matamoros.   
¡Ofrécete Iñaki, ofrécete!!!!!!
          El paso bajo la carretera hace que todos nos bajemos de la bizi. Bueno, todos a excepción de Txerra, que cabezota él, pasa sin desmontarse y provocando, con su lentitud, la caída de la bizi de Sergio que ha dejado apoyada al otro lado de la valla. Risas, la bizi de Sergio caída en el barro, se mancha, ... jajajajajaja.

          Decidimos seguir el trazado de Pedales coincidente con este tramo y disfrutamos de uno de los entornos más bonitos de esta zona.  Tan bonitos que no podemos dejar de detenernos para obtener la fotografía que ilustra el comienzo de la crónica. 

          Aquí me despisto yo y propongo un trazado imposible por confundirlo con otro que queda más arriba. LLegamos a un punto sin retorno en el que Sergio decide bajarse de la bici como solo le da la gana a uno de hacerlo. El piñazo en parado es de los que hacen época y las risas se oyen desde... ¡ Sangre! ¡ me he hecho sangre! grita como un poseso Sergio. Barro, sangre, ... día redondo dice... jajajajaja

          Según vamos bajando observamos con estupor cómo la pista por la que habitualmente descendemos cuamdo venimos de Triano la están hormigonando. Y no contentos con ello por la que bajamos nosotros está llena de grijo al estilo de la de Ganeran solo que más grandes las piedras. Peligroso. De aquí a La Orconera bajamos con mucha precaución y cuando nos reunimos en el asfalto que bordea la escombrera se palpa la tensión. La subida a Cadegal va a ser la última del día. Las coronas caen, las amortiguaciones se bloquean, nos miramos de reojo, ... y salta David. ¡que cabrón! ¡que pronto! Sergio sale como un tiro detrás de él. Yo no voy a ser menos y creo observar que tanto Txerra como el Marqués hacen lo propio. Poco a poco Sergio y David se van en la distancia. El Marqués tira la toalla, parece que Txerra también y yo desisto de igual forma. David cede y Sergio se corona como vencedor del Gran Premio de Cadegal. Jajajajajajaja.

          Por la noche que se nos echa encima y el temor a los agentes de seguridad que custodian los aledaños de la mina el descenso lo realizamos por asfalto. Nos detenemos a lavar las bizis en Sanfuentes donde nos despedimos de David. El resto raudos nos dirigimos a casa. En Nocedal Iñaki y Sergio toman el bidegorri hasta Sestao y Txerra y el menda por la N-634 se dirigen a Trapaga.

          Un día especial. Un día en el que ni me había planteado escribir crónica ni nada, como tantos otros, ... El disfrute ha sido tal y el comentario de Sergio referente a la crónica despiertan en mí la "necesidad" de contar lo que hemos vivido hoy. Porque como muy bien expresa David: "Hoy hemos hecho la Guía Práctica de como transformar un día común en uno genial". No podemos estar más de acuerdo David. Esperemos que se repitan muchos más así.