Es el fin de semana de todos
los santos. Para nuestro leader y escritor del blog, Natxo…¡la Aste Nagusia en el
cementerio!. El viernes salen él, Ieltzu, Sergio y Manu, y nos dan envidia con
una bonita ruta y unas fantásticas fotos.
Satisfacción |
Son las 7:50 del sábado, me
despierto y pienso que me encuentro bien, que mañana no podré salir porque
quiero ir a la feria agrícola de La Arboleda y que el fin de semana que viene
es la GRAN ALUBIADA en Ikastola. Tengo ganas de BIZI!
Hoy la kedada es a las 9:00
en Goizalde. Un poco tarde para mi gusto pero ,,,, si no hubieran quedado a esa
hora seguramente no hubiera podido disfrutar de este bonito y … peculiar día. Cuando llego me encuentro
con una buena sorpresa, esta Alderete junto a Gorkita, ¡qué maquina el tío, sin
dormir y aquí está! … ¡y no será porque lleva días sin salir, no! ¡Cuanto vicio
tiene! Al final de la mañana se
arrepentirá jejeje.
Suena el reloj de la iglesia
y un minuto después llega David que viene desde San Fuentes. Nos saludamos y
sin una ruta clara salimos dirección a nuestro querido pirulí. Hace un día
estupendo con un ligero viento Sur, tras abandonar la carretera y coger la
pista enseguida empezamos a ver a los primeros Btteros, alcanzamos un par de
ellos y Alderete se adelanta para saludar a uno que ya ha compartido salida
otra vez con nosotros, Txemi. Esto es justo antes del rampón. Pregunta por
donde subiremos, derecha rampón, izquierda variante un poco mas light. Dudamos
un instante pero Gorkita que le gusta más subir que a las cabras nos anima a
que elijamos el rampón. Yo como siempre encantado, aunque sé que hoy soy el más
flojo subiendo. Alderete y David se adelantan con facilidad. Gorkita se queja
de que …le va dura la bici … y vamos a la par. Al final de este duro tramo también
se me adelanta, ¡como sube el tío! Arriba paradita y le echamos un vistazo a la
dureza de la bici de Gorkita, es el pedalier pero no podemos hacer nada. Seguimos
nuestra ruta, y a la altura de una de las trialeras de descenso de la Pedales
de Hierro a Alderete y David les da el
puntazo y… ¡deciden intentar subirla! Gorkita y yo, como si fueran unos auténticos
chalados, pasamos de ellos, jeje.
David en primer término, Gorka detrás |
Oskar al fondo |
Detrás de Peñas Negras, es duro. |
Para casi todos |
Llegamos al tramo asfaltado
y observamos como ha debido ser un buen día de caza ya que son numerosos los coches
de estos. A la altura de la, entre nosotros denominada, subida del silencio les
animo a los máquinas de Katalinos para que se atrevan pero no lo logro, ¡yo bastante justito voy como para sobradas!
En el último tramo hasta el piruli, Alderete seguido de Gorkita se adelantan a
un buen ritmo, David hace de gregario de lujo y se queda conmigo para no
dejarme solito, comentamos como a Gorkita parece que ya se le ha aflojado el
pedalier. Arriba las rachas de viento son mas considerables, aun así el día
esta radiante, el monte… ¡precioso, no sé cuantas tonalidades tendrá en esta
época, es alucinante!. Nos dirigimos a Peñas Negras, primera bajadita divertida…
después camino del cementerio, ya se nota qué día es mañana, hay bastantes
coches; luego iremos por detrás de Peñas Negras para llegar a la dura cuesta
justo detrás del centro de interpretación medio ambiental de Peñas Negras. Alderete sube sin problemas, David le sigue y
a medio camino pone pie a tierra. Poco antes Gorkita también, lo que me hace
salirme de la mejor de las trazadas y poco después poner pie a tierra, al mirar
atrás veo como David decide volver a intentarlo y esta vez sí, subirla limpia.
En Peñas Negras paradita para repostar agua y
comer una barrita, aquí decidimos seguir la ruta de la Pedales de Hierro y
luego David propone un plan para bajar a la Aceña y al rio; y allí hacer unas
bonitas fotos para justificar ante notario nuestra salida. Alderete, David y yo
intentamos subir el tramo técnico de Peñas Negras, yo no lo conseguiré, creo que el único en conseguirlo
es Alderete. Gorkita toma la opción más fácil. Continuamos el ascenso y tras
pasar los dos cierres llegamos al punto más alto del día. Aquí Alderete decide
quitarle presión a la rueda trasera,
dice que está todo el pescado vendido en referencia en que ya no subiremos
mucho más. Comenzamos el descenso por la pista que conduce a La Aceña, David
conduce la bajada y al de un rato bajando le veo parar en una de las curvas,
nos reagrupamos y nos comenta una variante que cree recordar. Al principio da miedo pero resulta ser un
sendero precioso con unas vistas impresionantes. Aquí Alderete y David se distancian un poco de nosotros en
cuanto el camino se pone duro, Gorkita me comenta que le duele la cabeza,
por el viento sur parece ser… llegamos a una preciosa campa, sitio idóneo para
unas preciosas fotos.
Comienza el descenso a La
Aceña, al principio divertido…después rápido por una pista que según Alderete
viene de la cueva de La Magdalena. En un punto del descenso y justo antes de
tomar una pista hormigonada paramos para comentar con unos montañeros que
estaban allí sentados al sol, hacia donde conducía dicha pista. Seguimos rumbo a La Aceña
por la pista y de repente David que andaba loco por buscar algo más …original….
Decide que abandonemos la pista hormigonada para coger un sendero que nos
llevará…¡a ninguna parte!. No pasa un minuto cuando
Alderete …¡pincha!
Toca reparar, poner
cámara, quejarse de que esto es lo que pasa cuando no llevas tubeless. Eso sí, ¡ni
bomba ni desmontadores llevaba el tío! Gorkita prueba mi bici, tiene ganas de
probar una de 29, después comentamos las diferencias. Ponemos la cámara, en
principio reparada, sacamos el pincho de
la cubierta y continuamos. Llegamos al polígono
de La Aceña, sitio plagado de excursionistas, seteros etc.… Aquí decidimos
tomar la carretera que nos conducirá al barrio de El Ventorro para coger el desvió
que nos llevará al molino de Pablo, donde se coge el camino que bordea el rio
Barbadun en su itinerario hacia la playa de La Arena.
Pinchazos |
Roturas de cadena |
Compañerismo |
Sentido del humor siempre presente |
Tras un buen rato
intentando repararla con un cambio rápido de Alderete (chino) y varios intentos
de él y de Gorkita, tenemos que acabar poniendo uno de David que a la primera
entra sin problemas, nos comenta que lo
compro en Portu por 5€… ¡casi nada! Tras una bonita
subida una vez reparada la cadena, llegamos a la Via Verde. Alderete ya muy
quemado, enfadado y cansado… ¡ojo, que venía de trabajar de noche, 24 horas sin
dormir! Con su pinchazo y su baja moral no es capaz ni de seguir el ritmo que
nos pone David, enseguida volveremos a parar para volver a meter presión en su
rueda. Seguimos por la Via
Verde hasta llegar al punto donde, desde hace varios meses, está cortado por el
Consorcio de Aguas. David y Gorkita se atreven a pedir a los operarios de la
obra que nos dejen pasar, Alderete y yo nos paramos bastante antes, tras una
conversación nos hacen el gesto de que pasemos. Al llegar a donde
ellos, nos comentan cómo les han dicho
que varios btteros han venido de un sendero que sale a la derecha, justo antes
del túnel de El Sobaco.
El camino comienza
con una dura subida y enseguida el primer cierre, que nos obliga a pasar las
bicis por encima y después nosotros. La subida gira fuertemente a la izquierda
con un camino algo mas ciclable, enseguida encontramos el segundo cierre, lo
pasamos y acabamos apareciendo en una campa con bebederos y comederos para
ganado y desde donde no se ve por donde seguir. Mientras volvemos a meter
presión en la rueda de Alderete, David inspecciona el terreno para ver por
donde continuar.
Decidimos probar por
un camino que tiene una fuerte bajada gira a la derecha y… ¡se acaba! ¡No tiene
salida! Así que… vuelta atrás y a subir
empujando las bicis el durísimo cuestón que acabamos de bajar. Gorkita prueba
por el otro lado del camino con la misma suerte que en el primero, así que
acabamos de nuevo en la campa. David comenta cómo había visto una casa y
probamos a ver si es por allí, al acercarnos a la casa y ver que por allí si
puede ser ya que acaba un camino asfaltado, en ella nos sale… ¡el casero! ¡Con
una vara de avellano y con cinco perros! El casero desde el primer segundo
chillándonos y con muy malos modales nos exige que nos demos la vuelta. Que
esta hasta los co….. de los ciclistas. ¡Un autentico energúmeno! Su mujer
tampoco se queda callada aunque con unos modales un poco más aceptables. Intentamos que se calmen y
preguntamos si por allí no se baja a la vía verde, el hombre sigue histérico y…
¡nos amenaza hasta con sacar la escopeta! ¡A tomar por c…! ¡Alucinante!
Gorkita increpa al
hombre diciéndole enérgicamente que va a tener serios problemas. Que es
abogado, que está grabando la conversación y que le va a meter un puro de
cagarse. Al recordarlo aun me entra la risa pero… ¡vaya ratito que pasamos!. Total,
que acabamos volviendo por nuestros pasos a la vía verde. Volvemos a hinchar la
bici de Alderete, avisamos a nuestras respectivas familias de que estamos bien
y de que vamos muy retrasados, seguimos y tomamos el, entre nosotros,
denominado bay-pass, que es lo que no queríamos hacer por sus fuertes rampas. Este camino sale a la
izquierda de la vía verde y comienza con
una empinada bajada por una pista hormigonada que acaba en la carretera que une
las casas del barrio Kotorrio. Se gira a la derecha y sigue con unas buenas
subidas y bajadas hasta llegar al cruce que, girando fuertemente a la derecha, nos
conduce a la altura del Albergue; momento para llenar nuestros bidones y una
vez más meter aire Alderete. Aquí retomamos la vía verde y tras bordear un buen
agujero de las obras del consorcio seguimos nuestra marcha en dirección
Gallarta. LLegando al pueblo le pregunto a Alde si va a limpiar la bici, me
dice que no, que va a la gasolinera pero para hinchar por última vez la bici y
marchar a casa. Está loco por llegar ya, el resto decidimos limpiar nuestras máquinas
y tras despedirnos de David que vive por allí, Gorkita y yo emprendemos el
camino por la N-634 que rápidamente nos llevara a casa.
Ha sido un día de los
de no olvidar, con una bonita ruta que se deslució tras las averías de Alderete
y la curiosa aventura con el Casero. Eso sí una vez mas y
ésta de forma diferente… ¡GOZATZEN!