jueves, 6 de marzo de 2014

RUTA A LA GARBEA ... ¡ Y AL KOLITZA! por la via verde de TRASLAVIÑA

      Jueves. Pasa un minuto de las 9.00 de la mañana cuando me pongo en marcha. Una semana sin tocar la bici. Atrás han quedado los Carnavales, varios días de fiesta con la familia, ... Me apetece rodar, La Garbea es, inicialmente, el destino previsto. Unos 80 kms. Anoche busqué el track del tramo que desconozco, si ando bien de tiempo quizás me acerque también a Kolitza, aunque siendo la hora que es.... ¡me darán las mil! Bueno, no tengo prisa, ... ¡voy solo! (otra vez), así que... ¡veremos!
     El inicio del recorrido hasta el bidegorri es siempre algo que preocupa. Hay varias opciones, dos principalmente son las que yo contemplo. Ir por la N-634 hasta la entrada junto al cementerio de Ortuella o meterme por la “ruta del colesterol”, Via de la Franco Belga, para subir a Urioste y entrar junto al parque de los bomberos. La primera tiene el inconveniente de la circulación, muy abundante a estas horas, y la segunda... la prohibición expresa de circular en bicicleta por la Vía de la Franco Belga. Así que valoro, .. y en esta ocasión decido carretera N-634.

      Estoy ya bordeando el campo de futbol de Gallarta cuando me doy cuenta de un olvido importante... ¡las barritas! He olvidado coger barritas para avituallarme. Error imperdonable. Adiós al Kolitza seguro y ya veremos cuando llegue a Traslaviña si decido subir a La Garbea o no. ¡ vaya manera de cagarla! Bueno, vamos a ver, no voy a volverme loco,... disfrutemos. Además, todavía me queda el viernes. 

      55 minutos han transcurrido desde la salida cuando llego a La Aceña. ¡Pues sí que he venido rápido! Va a ser que estoy disfrutando porque no soy consciente del esfuerzo... Es alucinante que tengamos algo como esto tan cerca de casa, cada día que paso por aquí no dejo de recordarmelo, no nos damos cuenta de lo privilegiados que somos. Y en este éxtasis continuo llego a Traslaviña. Han sido casi dos horas pedaleando y es momento de un breve descanso. ¿ Quedará alguna barrita en la mochila? ¡Bravo!!! 2 barritas consiguen que no deba posponer la subida a La Garbea. 

     Esta segunda parte del recorrido me la he tomado con más tranquilidad y ya prácticamente descarto el Kolitza para una mejor ocasión. Me pongo de nuevo en marcha hasta el Alto de La Herbosa y aquí comienza la aventura. Nunca he pasado por aquí. Territorio inexplorado. Y que agradable sorpresa. Después de un breve tramo inicial en el que me encuentro con trabajadores dedicados a la explotación forestal, el silencio del bosque me envuelve y disfruto plenamente de la ascensión a La Garbea. Además, a lo largo de la mañana ha abierto y las vistas comienzan a ser espectaculares, alcanzaré la cima después de 45 minutos de pedaleo ininterrumpido.
 
Que pena que las nubes no dejen ver la totalidad del horizonte
Podría ser una cima preciosa si no fuese por ... ¡las antenas!
   
Vistas hacia el Oeste.... antenas


Hacia el Este.... antenas
  
      Después de las fotos de rigor me dispongo a descender por la otra vertiente para enlazar con la pista principal que abandoné al poco de coronar el Alto de La Herbosa. Cuando termino el descenso campa a través de una de las lomas que bordean La Garbea me topo con otro betetero que asciende lentamente hacia mí y me pregunta: ¿ voy bien para el Kolitza?   ¡ joder! ¡ pues no, nada bien! Le empiezo a explicar, le comento que le acompaño hasta la pista, y cuando vamos bajando le suelto: si no te importa te acompaño hasta el Kolitza. ¡que me va a importar, al contrario, mucho mejor acompañado! Así que cuando son más de las 12 y veo el Kolitza allá a lo lejos me doy cuenta que llegaré a casa totalmente reventado y a las mil y monas.
    
      Mi acompañante ha comenzado su periplo montañero en Galdames y estaba realizando la ascensión a La Garbea (sin saberlo) por el lado más duro. Al poco de compartir ruta veo que le freno, así que me fuerzo y durante un rato sufro como un perro para no quedarme atrás. Al de poco le digo que tire él que vaya cómodo, pero lo que hace es bajar el ritmo y acompañarme hasta donde se inicia realmente la ascensión al monte bocinero. Allí me abandona y con un ritmo ágil le veo alejarse lentamente. Después del segundo zig-zag veo que la distancia se mantiene... y me pico. Saco el Pérez Del Pecho que llevo dentro y antes de que acabe la primera mitad de la ascensión ya pedaleamos hombro con hombro. Aquí ya no valen exhibiciones así que el objetivo es seguir junto a él. En el momento en que nos aproximamos al último tramo vertical el objetivo pasa a no ser otro que ... ¡no poner pie a tierra! Y así, en un apretadísimo sprint y pedaleando directo a la Ermita, por una pendiente imposible, corono Kolitza de nuevo. Son la una del mediodía.
Una perspectiva diferente de un lugar emblemático
Si miramos hacia el Este

Si miramos hacia el Oeste

     El regreso no me asusta tanto como en otras ocasiones. Aunque bien es cierto que dos horitas de pedaleo hasta casa no me las quita nadie, mi estado de forma no es comparable al de otras veces. Así que después de las fotos, nutrirme con la segunda barrita y descubrir que tengo un sobre de gel, producto del regalo de alguna compra, que supondrá una inyección extra de energía en caso de ser necesario, iniciamos un rápido descenso hasta el collado de La Herbosa donde me despido de mi compañero. Prefiere continuar por carretera hasta Bezi, El Carral, Sopuerta para llegar a Galdames. A mi me gusta más, infinitamente más la tranquilidad de la Vía Verde, así que... ¡hasta otra compañero!
        
      No he conseguido que Nata me coja el teléfono así que tendré que intentarlo de nuevo. Decido parar encima de la cantera. Allí contacto con Nata y me tomo el sobre de gel. Siempre he sido muy escéptico con estas cosas pero la verdad es que no notaré vacío, flojera, debilidad, ... en lo que me queda de camino. Alrededor de hora y cuarto por delante. Sin la sensación de forzar, disfrutando, encontrándome con varios btteros que salen ahora para dar su paseo vespertino, llego a casa cuando son las 15:10 horas. Poco más de 6 horas desde que inicié la marcha pero 5:40 de pedaleo efectivo. Al final la diferencia en kms no es relevante, me refiero a subir o no La Garbea de camino a Kolitza, sólo 4 kms más. La sensación con la que llego es fabulosa. Una vez más he disfrutado de una jornada memorable de BIZI.