Han pasado
más de cuatro años desde que dí la Vuelta al Anboto en BTT. Eran
prácticamente mis inicios como biker. Una inolvidable excursión con Ángel,
Borja, Iñigo, David, Isma , Ibon, Dani, Jon Z., Jon M., Xabi y yo mismo. En
aquella ocasión contamos con un guía de excepción… Ibon! Muchas han sido las
ocasiones en las que he intentado volver, la última hace tan sólo un
mes, desafortunadamente no salió. No reunimos el grupo de gente necesario.
Varios días de buen tiempo y previsiones favorables para el finde me hacen
proponer un nuevo intento a la desesperada. Lo vamos a conseguir, en esta
ocasión sí. Iosu Hierro, Lopa, Gipu, Iñaki, Oskar, Julio, Alde y yo confirmamos
con prontitud nuestra asistencia. Un amigo de Iosu también se apunta, Palma.
Gorka y Alberto apuran hasta el último momento y casi simultáneamente afirman que
asistirán. Un compañero de trabajo de Oskar pregunta donde aparcaremos para
esperarnos allí. ¡joder! ¡si vamos a ser una docena! La pena es la ausencia de un guía con garantías pero...
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Gorka, Julio, Iñaki, Palma, Natxo, Lopa, Jabi, Alberto, Iosu y Oskar |
La asistencia de Lopa no está garantizada. La noche anterior tiene
cena y como se conoce bien no promete nada. Hora de kdada a las 7:15 horas en
el poliki de Trapaga. Iosu, Palma e Iñaki cargarán las bicis en Ugarte y
vendrán a Trapaga para completar el vehículo. No son las 6:15 horas y ya el
grupo de whatsapp creado para la ocasión empieza a arder. Julio nos
muestra una foto de pastelillos de arroz, Iosu nos enseña que sabe
cortar queso, … Lopa… ¡está llegando a casa! Evidentemente no vendrá. Después
de una noche de farra… no es recomendable. Alderete se cae también de la
convocatoria. Un imprevisto de última hora nos deja sin porras de chocolate, que
era lo que iba a aportar al hamaiketako. A este paso nos quedamos en
cuadro.
Cuando llego a las 7,10 horas a la
parcela ya está Oskar esperando para cargar su bizi, la mía la dejé preparada
anoche. Saco la furgo y mientras cargamos la burra de Oskar… ¡aparece Lopa
montado en su bicicleta con una sonrisa de oreja a oreja! ¡ No cabe ninguna
duda de que está como un auténtico
cencerro! Para encerrar y tirar la llave, como le gusta decir a él. Cuando
salimos hacia el poliki vemos como delante nuestro van ya Iosu y los de Ugarte,
coordinación absoluta. Llegamos al parking y ya está todo el mundo allí. Así da
gusto. Cuando vamos a empezar a cargar las bizis en la furgo, Lopa hace su
aparición. Las exclamaciones de asombro, las carcajadas y los comentarios que dudan de la lucidez de nuestro protagonista
se oyen hasta en La Fuentecilla…
Lamentando la ausencia de Alderete y
cuando el reloj todavía no alcanza la media, nos ponemos en marcha, no sin
antes “improvisar” un punto de destino, ya que el que había localizado el día anterior ha
desaparecido misteriosamente, espero no equivocarme. ¡Y las gafas en la
mochila! Nos tomamos la ida con tranquilidad, Lopa está muerto de frío. Es aun
noche cerrada y todavía las prisas no aprietan. El navegador de GoogleMaps nos
lleva hasta nuestro destino, Arrazola. Son las 8.10 horas de la mañana y
clavamos el horario previsto por la organización. Como podéis imaginar las
risas, las bromas, las puyas, … están a la orden del día. No se si os habéis
dado cuenta pero esto es … ¡BTTANDO!
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Empezamos?? |
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Santiago, a los pies del Anboto |
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Primer calentón del día para quitar el frío |
Dos
minutos antes de dar las 8.30 horas comenzamos a pedalear. Poco antes nos hemos
dado cuenta de un olvido que el tiempo
demostrará que no es importante. Hemos
olvidado comprar más pan. ¿Sera suficiente con la hogaza de Iosu? Veremos.
Ponemos el Garmin en marcha y concentramos toda nuestra atención en no
despistarnos de la ruta a seguir. Desconocemos el itinerario. Tras varios días
investigando en Wikiloc y tomando como referencia la realizada hace más de
cuatro años he descargado un par de rutas que … espero, nos proporcionen un paseo muy
agradable. Primeras pedaladas sobre asfalto y como no puede ser de otra forma
enseguida varios de los participantes se ponen por delante, inconscientemente
me confío y cometo el primer error de la mañana. No hemos andado 1 kilómetro y
medio y ya debemos desandar lo pedaleado hasta tomar un desvío a izquierda que habíamos dejado atrás.
Frío, mucho frío. 2 grados positivos.
Alguno pasa frío. No hay problema en el kilómetro 3 abandonamos el asfalto por
primera vez y comenzamos una ascensión que, durante casi 2 kilómetros ayudará a que entonemos nuestros helados músculos. Cuando
coronamos varios son los que empiezan a
quitarse ropa. En mi opinión demasiado pronto, pero bueno… Dos kilómetros más
de bajada nos llevarán hasta Mendiola, lugar donde iniciamos la ruta en aquella
ocasión hace ya más de cuatro años. En base a aquella experiencia y con la
finalidad de no empezar a ascender tan “en frío” es por lo que he fijado para esta ocasión el inicio más
lejos del comienzo de la durísima subida que nos dejará en las cercanías del santuario
de Urkiola. Así, son ya 8 los kilómetros pedaleados cuando definitivamente
iniciamos el duro ascenso junto a las canteras de Atxarte.
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Comienza puerto |
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Todo el mundo por delante |
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Hayedos |
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Julio, sobrado, para arriba y para abajo sacando fotos |
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Untzillaitx al fondo. Muy temprano aun |
La
rampa, inicialmente de hormigón, se las trae. Una vez más y van… ¡paso! Ocupo mi
lugar natural en cola de pelotón. En esta ocasión somos varios los que nos refugiamos en la cola del grupo.
Oskar, Iñaki, Alberto y yo cerramos la comitiva. Lopa, Julio, Iosu… por
delante, sobrados. Gipu, Gorka y Palma caracolean, unas veces por delante, otras
por detrás, … Son 3 kilómetros de rampas durísimas, 3 kilómetros en los que rebasamos a otros bikers peor preparados que nosotros, 3 kilómetros en los que la pendiente del camino y la niebla
existente impiden que podamos disfrutar,
en toda la extensión de la palabra, del impresionante paisaje que nos rodea. Un falso llano que agradecemos será el preámbulo del
terrorífico cuestón que nos aguarda. Con
seguridad el punto más duro de todo el recorrido. 50 metros antes de alcanzar
el asfalto de la subida a Urkiola, a la altura de Txakurzulo, un abrupto giro a
izquierdas nos deja cara a la pared que debemos
superar, tramos del 26% y un firme complicado impiden que alguno de nosotros sea capaz de superar el
reto que se nos propone. Uno a uno,
todos vamos poniendo pie a tierra. Lopa y Julio, como no, se dejan caer para
volver a intentarlo otra vez… inútil. Con lo que les cuesta subir La Fuentecilla y van a
ser capaces de subir por aquí, .., sí, sí, … jajajajajajaja
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Palma a la derecha. Por la izquierda Iosu frena a Oskar |
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Lopa recién caído y Julio a punto de caer |
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Aquí está |
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Al fondo Julio, por segunda vez |
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Al igual que en La Fuentecilla la primera vez, no supero el reto. Habrá que volver |
Superado el obstáculo, el camino nos
lleva hasta El Mirador de las Tres Cruces. Lugar privilegiado donde la parada
es obligatoria para poder recrearse, en absoluta tranquilidad, con el
fascinante y kárstico paisaje que se
presenta ante nosotros. De derecha a izquierda podemos contemplar las
imponentes moles de Alluitz, Aitxiki y Untzillaitx, entre otros. A la izquierda
y un poco más lejos… Mugarra. Vamos llegando poco a poco, los rezagados, el
fotógrafo, … Las exclamaciones de admiración no dejan lugar a la duda. El día
acompaña y el espectáculo visual es inenarrable…
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Sin palabras |
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Marco incomparable |
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BTTANDO |
Son
casi las 10,00 horas y lo más duro ha quedado atrás. Si bien es cierto que todavía nos queda un largo trecho de
ascensión, también lo es que es mucho más
llevadero que lo realizado hasta ahora.
Menos de 500 metros nos separan del Santuario de Urkiola. Lugar de peregrinación
y gestas ciclistas. Dejamos el Santuario a nuestra derecha y por la pista
principal bordearemos Urkiolamendi por su derecha para alcanzar el incomparable
paraje de las campas de Asuntze, la fuente de aguas ferruginosas que mana en este lugar recibe el onomatopéyico
nombre de Pol-Pol, que es el ruido que hacen las guas al brotar. Al acabar el
suave y prolongado descenso que nos ha dejado
junto a la peculiar fuente, comenzaremos un pronunciado ascenso que terminará en el Collado de Pagozelai,
punto de mayor altura del itinerario propuesto hoy. Pero antes de alcanzar el
Collado, Oskar vislumbra a nuestra izquierda, bajos las faldas del Anboto un
lugar que puede ser el escenario ideal
para albergar el estupendísimo hamaiketako que nos aguarda.
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Alguno rememora tiempos pasados |
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A nuestra derecha hemos dejado la fuente de Pol-Pol |
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Día espectacular |
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Sonrisas de satisfacción |
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Cerrando el grupo |
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Tapado por la niebla, encima de Palma está Gorbeia |
Jamón, Lomo Iberico, Salchichón, diferentes quesos, pastelillos de arroz, chorizos en aceite, torreznos, palmeras de chocolate, bota de vino, champán, … estoy convencido que me dejo algo… Y todavía no habíamos alcanzado el punto más elevado de la mañana. Eso sí, estaba ahí mismo, al alcance de la mano, pero que dura se haría su ascensión… Casi dos horas de tiempo real pedaleado ha quedado atrás. Imposible recordar la cantidad de bromas en este rato de asueto. Obligado reconocer la calidad de las viandas. El tiempo pasa deprisa cuando se está agusto, y mucho más aun cuando se está degustando el hamaiketako que habíamos dispuesto. Venga txabales, toca seguir…
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Janaria prestatzen |
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Atras, al fondo, tapado por la niebla, ... Gorbeia |
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Hamaiketako |
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Despejando, casi casi se ve Gorbea |
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Perspectiva |
19
kilometros justos me marca el Garmin hasta el almuerzo. Dos horas para realizar
este tramo. No cabe duda de que hoy es
un día para disfrutar. Cuesta ponerse en martxa. Reanudar el pedaleo después
del atracón que nos hemos metido…
¡duele! Pocas bromas ahora. Es momento de sufrir, en silencio. Afortunadamente
llegamos enseguida al Collado de Pagozelai, punto en que sale uno de los desvíos más usados para ascender a la Cima del Anboto. Es aquí donde haremos un alto para reunirnos de nuevo. Entre que unos han arreado antes, otros han ido más
lentos, otros más rápidos, … esto parecía el rosario de la aurora. ¡Y eso que solo eran 500 metros! No, nosotros no subiremos, más que nada por el descenso que es algo peligrosillo,… jajajaja.
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Ahora es más duro que antes |
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Iosu y Alberto intercambiando impresiones |
Desde el collado de Pagozelai nos dejamos caer por una trialera (al principio) bastante complicadilla, al menos para mí, y una pista mucho mas amable (después) al Collado de Zabalandi. Volvemos a atravesar bosques de hayas. Multitud de senderos salen hacia nuestra izquierda ofreciéndonos posibilidades que, de haber estado Ibon aquí hubiésemos aprovechado convenientemente. A los pies de Izpizte nos volvemos a agrupar después de un falso llano. Aquí y ante la perspectiva de emprender un descenso en el que ya no nos detendremos, decido comprobar la batería de la cámara. Soy consciente de haber escogido el punto más frío del recorrido para ello. Cambio la batería y reanudamos el camino, ya decididamente hacia abajo.
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Colores de invierno, luz de verano |
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Las hayas que nos rodean nos dejan sin respiración |
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A la sombra de Iruatxeta. Aqui hace mucho frío |
Hemos recorrido apenas kilómetro y medio y ya las perspectivas son muy distintas. Casi cuatro kilómetros y medio atravesando parajes inimaginables. La mayoría por pistas de buen firme. Ahora avanzamos rápido. En una bajada parecida a la que solemos hacer en el Piruli, se me caen las gafas y debo detenerme a recogerlas. No escarmiento, siempre me pasa igual. Un poco más abajo Oskar se detiene a esperarme y enseñarme los puestos de caza que tienen los cazadores por aquí. Cuando nos reunimos con el resto, éstos se han detenido a arreglar el pinchazo que ha sufrido Gorka. El lujo que tenemos hoy en el grupo es que viene Iosu con nosotros. Lujo para nosotros y putada para él. Nadie da un paso para echar una mano en la reparación del pinchazo. Todos nos hacemos los locos. Mientras uno hace fotos por aquí, el otro intenta centrar la rueda por allá, otro más cuenta no se que batallitas, ...
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Alucinamos continuamente |
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Pinchazo. Raro hubiese sido. Toca reparar |
Después de la magistral clase de ... "cómo arreglar un pinchazo sin mancharse las manos" que acabamos de recibir continuamos nuestro camino y es aquí donde cometo el segundo error de navegación de la jornada. Un cruce con cuatro alternativas diferentes. La opción parece estar clara y no dudo a la hora de tomar la decisión: de frente a la izquierda. 200 metros más adelante no veo el track por ningún lado. ¡Vuelta! ¿Y si aprovechamos y hacemos una foto aquí? Y sin pensarlo más, aprovechandonos de una pareja de mendizales que dan su paseo matutino, en una pista completamente embarrada, ... ¡nos queda un recuerdo imborrable!
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Anboto |
Desandamos los doscientos metros erróneamente recorridos y nos disponemos a disfrutar de uno de los momentos mágicos de la jornada. Varios hemos estado en alguna ocasión por aquí, pero creo que no me confundo al afirmar que lo contemplado supera todas nuestras expectativas. Jabi vino por aquí hace un par de años, Alberto hace más de 20 años, más de cuatro hace que vine yo, ... y lo que escucho por todos los lados son frases de admiración, de sorpresa, de alegría, de emoción, ... Podréis pensar que exagero pero el paso por la senda que atraviesa este bosque de hayas es algo que permanecerá durante mucho tiempo en nuestras retinas.
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Sin palabras |
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Alfombra de hojas secas |
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Sensaciones indescriptibles |
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Las fotos no reflejan la realidad |
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¿Cuantos años nos contemplan? |
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Iosu, de azul, al fondo. Caida sin consecuencias |
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En esta ocasión le toca a Gorka probar el duro suelo |
En este descenso espectacular, tanto por paisaje como por el estado del firme por el que transitamos se producen, si no recuerdo mal, las únicas caídas de la jornada. Una alfombra de hojas secas oculta el suelo por el que pedaleamos. Las ruedas de nuestras bicicletas se sumerjen, a veces hasta mas de 20 centímetros entre la hojarasca. Bajo el manto de hojas tierra húmeda que pone a prueba nuestra habilidad, pericia y equilibrio sobre la bicicleta. Y es en una de estas ocasiones en las que Iosu se va al suelo. Afortunadamente una caída sin consecuencias, de hecho, se levantó como un rayo.
Una vez dejado atrás el tramo en el que más cantidad de hojas había, aparece la peligrosa combinación de piedra caliza y tierra. Es aquí donde Gorka dará con sus huesos en el suelo. Un fuerte golpe en el hombro que no le impidió disfrutar de la parte final del recorrido.
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Después de una escalofriante bajada toca esperar a los más "prudentes" |
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Alberto, Gorka, ... Anboto |
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Puestos de caza |
Una pista de notable anchura, desde la que podemos observar los abundantes puestos de caza existentes en el lugar, nos conducirá hasta Besaide. Cima en la que en los años 50 se erigió el monumento al montañero desaparecido por encargo del Club Vasco Navarro de Montaña. la peculiaridad de este lugar radica en que es el punto en que se juntas las tres provincias que componen la Comunidad Autonoma Vasca. En el año 1990 se erigió otro monumento a pocos metros del anterior, este obra de un arquitecto japonés.
La abrupta pendiente que desde el monumento "nuevo" nos acerca hasta el "viejo" nos propone el último reto de la jornada. Que si se puede, que si no, ... Alberto es el primero que lo intenta, y cuando todos pensamos que va a optar por el tramo más "vertical" se desvía a la izquierda por otro de dificultad extrema también. Con una clase absolutamente envidiable nos deja a todos con un palmo de narices superando la ascensión con aparente facilidad. Lopa va en segundo lugar, por el mismo camino que Alberto, al que le calca el recorrido, pero a diferencia de éste se ve obligado a poner pie a tierra. Si en circunstancias normales Lopa no es especialmente hábil en este tipo de subidas (sólo hay que recordar La Fuentecilla) hoy, de empalmada, bastante mérito tiene el sólo hecho de haberlo intentado. Después de los dos primeros vamos casi todos los demás. Yo por el tramo más duro no lo consigo, juraría que es imposible. Julio parece que se rinde antes de empezar lo duro. Iosu, copiando el recorrido de Alberto tampoco puede con la "cuestecilla". Oskar, Iñaki y ya cuando emprendo el descenso, Palma. El Gipu y Gorka se dedican a presenciar el espectáculo y a soltar frases "ingeniosas" provocando las risas de un par de "chicas" que parecen estar grabando la subida. "Yo no subo porque no quiero" le oigo soltar a Gorka. Y claro, las otras muertas de risa por el suelo...
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Besaide. Al fondo monumento al montañero desaparecido |
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Satisfacción |
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Los tres tenores. Trío de pros |
Cuando reanudamos la marcha después de dejar atrás el emblemático lugar, mi máxima preocupación es no saltarme el desvío que debemos tomar a la izquierda. Vamos ya con el tiempo pegado al culo y una confusión bajando supondría un retraso considerable. Como he comentado anteriormente llevo dos rutas muy parecidas en el Garmin, una de cada color. Muy similares pero diferentes. La de un color nos llevará a Arroletza y la del otro a Apatamonasterio, y no recuerdo que color es la de Arroletza. Así que no me queda otra que dejarme los ojos en la minipantalla del GPS para no saltarnos el desvío. Voy a tener que agenciarme una lupa para acoplarle, jajajajaja
Varios tramos de rápidas bajadas hacen que nos separemos y consecuentemente paremos para volvernos a agrupar. En una de estas últimas paradas Gorka nota baja la presión de la rueda reparada. Entre todos los allí presentes no hay nadie que disponga de una bomba con un mínimo de garantías, de válvula gorda, claro. Así que no le queda otra que tirar para abajo. alrededor de 5 kilómetros de descenso nos separan de nuestro vehículos. Aviso a todos para que presten atención, que debemos coger un esvío a izquierdas. pero a estos les gusta bajar más que a un oso un tarro de miel, y solo 500 metros después les tengo que pegar un alarido para que vuelvan para atrás. Se iban a Apatamonasterio. Más tarde me comentaría Iosu que justo se había dado cuenta él y ya estaban dando la vuelta cuando pegué el grito.
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Ese pinchazo da problemas. Parece que con un poco de aire se soluciona |
Una vez tomado el desvío y sabiendo ya el track que debo seguir me relajo y disfruto aun más de una bajada en la que todo el grupo permanece detrás mío, quizás con miedo a equivocarse. Les hago una bajada de enmarcar, seguro que están disfrutando de lo lindo, jajajajajaja. Una bajada muy divertida por una pista poco transitada y de una belleza envidiable. En mitad del recorrido de este tramo final de pista, la anécdota de la jornada. Un grupo de cazadores bloquea el tráfico situados en medio de una intersección de caminos. En medio, un jabalí recién abatido es víctima y testigo mudo de la barbarie del momento. Atado con una cuerda por una de las patas, un cazador tira de él para que los perros que le están mordiendo por el otro lado se aparten y despejen el paso. Tengo la sensación de estar presenciando un acto obsceno, de haber interrumpido algo, de estar donde no quiero estar. Menos más que es sólo un instante y el grado de atención que debo poner en el descenso consiguen que deje atrás el deplorable espectáculo.
El paseo ha llegado a su fín. Poco antes de llegar a nuestro destino nos encontramos con la Vía Verde de Arrazola. Oskar y Lopa proponen seguirla. Yo no las tengo todas conmigo. Estamos tan cerca de nuestro destino que dudo que podamos salirnos cuando sea necesario. Un comentario de Julio termina por decidirme a no tomarla. "Estará hasta los topes de gente paseando, con el día que hace..." comenta. Y pienso que tiene razón, que iremos más tranquilos por una carretera nada transitada. Pasan por poco las 12.35 horas del mediodía cuando llegamos a nuestro destino. El cálculo que había hecho era estar aquí, como muy tarde a las 12.30 horas. No está nada mal. Pero que nada mal.
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Arrazola. Punto de partida, punto de llegada |
Ha sido un día espectacular, para enmarcar. De esos que permanecen en la memoria durante mucho tiempo. Un día "recurrente", al que recurriremos constantemente para "ilustrar" los recuerdos de cada momento. Aunque pueda parecer mentira un día más disfrutando de la Bizi, del entorno, de la compañía (que alto estamos poniendo el listón), un día más, en definitiva... GOZATZEN!!!!!!!!!
Nota: Aunque la excursión terminó, en realidad, una hora más tarde en el poliki de Trapaga. Con prisas. tengo la sensación de que faltó tiempo para comentar el día. Quizás la mala costumbre de las experiencias de Pedales, Templaria y Stop-Fa en que nos quedamos a comer, tenga algo que ver. En cualquier caso hay que cuidar los bonojaiak. Nos permitirá disfrutar de jornadas como ésta.