domingo, 13 de diciembre de 2015

ANBOTO BIRA 2015

           Han pasado más de cuatro años desde  que dí la Vuelta al Anboto en BTT. Eran prácticamente mis inicios como biker. Una inolvidable excursión con Ángel, Borja, Iñigo, David, Isma , Ibon, Dani, Jon Z., Jon M., Xabi y yo mismo. En aquella ocasión contamos con un guía de excepción… Ibon! Muchas han sido las ocasiones en las  que he intentado volver, la última hace tan sólo un mes, desafortunadamente no salió. No reunimos el grupo de gente necesario. Varios días de buen tiempo y previsiones favorables para el finde me hacen proponer un nuevo intento a la desesperada. Lo vamos a conseguir, en esta ocasión sí. Iosu Hierro, Lopa, Gipu, Iñaki, Oskar, Julio, Alde y yo confirmamos con prontitud nuestra asistencia. Un amigo de Iosu también se apunta, Palma. Gorka y Alberto apuran hasta el último momento y casi simultáneamente afirman  que asistirán. Un compañero de trabajo de Oskar pregunta donde aparcaremos para esperarnos allí. ¡joder! ¡si vamos a ser una docena! La pena es la ausencia de un guía con garantías pero...
Gorka, Julio, Iñaki, Palma, Natxo, Lopa, Jabi, Alberto, Iosu y Oskar
          La asistencia de Lopa no está garantizada. La noche anterior tiene cena y como se conoce bien no promete nada. Hora de kdada a las 7:15 horas en el poliki de Trapaga. Iosu, Palma e Iñaki cargarán las bicis en Ugarte y vendrán a Trapaga para completar el vehículo. No son las 6:15 horas y ya el grupo de whatsapp creado para la ocasión empieza a arder.  Julio nos muestra una foto de pastelillos de arroz, Iosu nos enseña  que sabe cortar queso, … Lopa… ¡está llegando a casa! Evidentemente no vendrá. Después de una noche de farra… no es recomendable. Alderete se cae también de la convocatoria. Un imprevisto de última hora nos deja sin porras de chocolate,  que era lo  que iba a aportar al hamaiketako. A este paso nos quedamos en cuadro.   
    
          Cuando llego a las 7,10 horas a la parcela ya está Oskar esperando para cargar su bizi, la mía la dejé preparada anoche. Saco la furgo y mientras cargamos la burra de Oskar… ¡aparece Lopa montado en su bicicleta con una sonrisa de oreja a oreja! ¡ No cabe ninguna duda de  que está como un auténtico cencerro! Para encerrar y tirar la llave, como le gusta decir a él. Cuando salimos hacia el poliki vemos como delante nuestro van ya Iosu y los de Ugarte, coordinación absoluta. Llegamos al parking y ya está todo el mundo allí. Así da gusto. Cuando vamos a empezar a cargar las bizis en la furgo, Lopa hace su aparición. Las exclamaciones de asombro, las carcajadas y los comentarios  que dudan de la lucidez de nuestro protagonista se oyen hasta en La Fuentecilla…

          Lamentando la ausencia de Alderete y cuando el reloj todavía no alcanza la media, nos ponemos en marcha, no sin antes “improvisar” un punto de destino, ya  que el  que había localizado el día anterior ha desaparecido misteriosamente, espero no equivocarme. ¡Y las gafas en la mochila! Nos tomamos la ida con tranquilidad, Lopa está muerto de frío. Es aun noche cerrada y todavía las prisas no aprietan. El navegador de GoogleMaps nos lleva hasta nuestro destino, Arrazola. Son las 8.10 horas de la mañana y clavamos el horario previsto por la organización. Como podéis imaginar las risas, las bromas, las puyas, … están a la orden del día. No se si os habéis dado cuenta pero esto es … ¡BTTANDO!
Empezamos??

Santiago, a los pies del Anboto

Primer calentón del día para quitar el frío
           Dos minutos antes de dar las 8.30 horas comenzamos a pedalear. Poco antes nos hemos dado cuenta de un olvido  que el tiempo demostrará  que no es importante. Hemos olvidado comprar más pan. ¿Sera suficiente con la hogaza de Iosu? Veremos. Ponemos el Garmin en marcha y concentramos toda nuestra atención en no despistarnos de la ruta a seguir. Desconocemos el itinerario. Tras varios días investigando en Wikiloc y tomando como referencia la realizada hace más de cuatro años he descargado un par de rutas  que … espero, nos proporcionen un paseo muy agradable. Primeras pedaladas sobre asfalto y como no puede ser de otra forma enseguida varios de los participantes se ponen por delante, inconscientemente me confío y cometo el primer error de la mañana. No hemos andado 1 kilómetro y medio y ya debemos desandar lo pedaleado hasta tomar un desvío a izquierda  que habíamos dejado atrás.

          Frío, mucho frío. 2 grados positivos. Alguno pasa frío. No hay problema en el kilómetro 3 abandonamos el asfalto por primera vez y comenzamos una ascensión  que, durante casi 2 kilómetros ayudará a  que entonemos nuestros helados músculos. Cuando coronamos varios son los  que empiezan a quitarse ropa. En mi opinión demasiado pronto, pero bueno… Dos kilómetros más de bajada nos llevarán hasta Mendiola, lugar donde iniciamos la ruta en aquella ocasión hace ya más de cuatro años. En base a aquella experiencia y con la finalidad de no empezar a ascender tan “en frío” es por lo  que he fijado para esta ocasión el inicio más lejos del comienzo de la durísima subida  que nos dejará en las cercanías del santuario de Urkiola. Así, son ya 8 los kilómetros pedaleados cuando definitivamente iniciamos el duro ascenso junto a las canteras de Atxarte.


Comienza puerto

Todo el mundo por delante
Hayedos

Julio, sobrado, para arriba y para abajo sacando fotos
Untzillaitx al fondo. Muy temprano aun
          La rampa, inicialmente de hormigón, se las trae. Una vez más y van… ¡paso! Ocupo mi lugar natural en cola de pelotón. En esta ocasión somos varios los  que nos refugiamos en la cola del grupo. Oskar, Iñaki, Alberto y yo cerramos la comitiva. Lopa, Julio, Iosu… por delante, sobrados. Gipu, Gorka y Palma caracolean, unas veces por delante, otras por detrás, … Son 3 kilómetros de rampas durísimas, 3 kilómetros en los  que rebasamos a otros bikers peor preparados  que nosotros, 3 kilómetros en los  que la pendiente del camino y la niebla existente impiden  que podamos disfrutar, en toda la extensión de la palabra, del impresionante paisaje  que nos rodea. Un falso llano  que agradecemos será el preámbulo del terrorífico cuestón  que nos aguarda. Con seguridad el punto más duro de todo el recorrido. 50 metros antes de alcanzar el asfalto de la subida a Urkiola, a la altura de Txakurzulo, un abrupto giro a izquierdas nos deja cara a la pared  que debemos superar, tramos del 26% y un firme complicado impiden  que alguno de nosotros sea capaz de superar el reto  que se nos propone. Uno a uno, todos vamos poniendo pie a tierra. Lopa y Julio, como no, se dejan caer para volver a intentarlo otra vez… inútil. Con lo  que les cuesta subir La Fuentecilla y van a ser capaces de subir por aquí, .., sí, sí, … jajajajajajaja


Palma a la derecha. Por la izquierda Iosu frena a Oskar

Lopa recién caído y Julio a punto de caer

Aquí está

Al fondo Julio, por segunda vez
Al igual que en La Fuentecilla la primera vez, no supero el reto. Habrá que volver
          Superado el obstáculo, el camino nos lleva hasta El Mirador de las Tres Cruces. Lugar privilegiado donde la parada es obligatoria para poder recrearse, en absoluta tranquilidad, con el fascinante y kárstico paisaje  que se presenta ante nosotros. De derecha a izquierda podemos contemplar las imponentes moles de Alluitz, Aitxiki y Untzillaitx, entre otros. A la izquierda y un poco más lejos… Mugarra. Vamos llegando poco a poco, los rezagados, el fotógrafo, … Las exclamaciones de admiración no dejan lugar a la duda. El día acompaña y el espectáculo visual es inenarrable…

Sin palabras

Marco incomparable
BTTANDO
          Son casi las 10,00 horas y lo más duro ha quedado atrás. Si bien es cierto  que todavía nos queda un largo trecho de ascensión, también lo es  que es mucho más llevadero  que lo realizado hasta ahora. Menos de 500 metros nos separan del Santuario de Urkiola. Lugar de peregrinación y gestas ciclistas. Dejamos el Santuario a nuestra derecha y por la pista principal bordearemos Urkiolamendi por su derecha para alcanzar el incomparable paraje de las campas de Asuntze, la fuente de aguas ferruginosas  que mana en este lugar recibe el onomatopéyico nombre de Pol-Pol,  que es el ruido  que hacen las guas al brotar. Al acabar el suave y prolongado descenso  que nos ha dejado junto a la peculiar fuente, comenzaremos un pronunciado ascenso  que terminará en el Collado de Pagozelai, punto de mayor altura del itinerario propuesto hoy. Pero antes de alcanzar el Collado, Oskar vislumbra a nuestra izquierda, bajos las faldas del Anboto un lugar  que puede ser el escenario ideal para albergar el estupendísimo hamaiketako que nos aguarda.

          
Alguno rememora tiempos pasados

A nuestra derecha hemos dejado la fuente de Pol-Pol

Día espectacular

Sonrisas de satisfacción

Cerrando el grupo
Tapado por la niebla, encima de Palma está Gorbeia
         Jamón, Lomo Iberico, Salchichón, diferentes quesos, pastelillos de arroz, chorizos en aceite, torreznos, palmeras de chocolate, bota de vino, champán, … estoy convencido  que me dejo algo… Y todavía no habíamos alcanzado el punto más elevado de la mañana. Eso sí, estaba ahí mismo, al alcance de la mano, pero  que dura se haría su ascensión… Casi dos horas de tiempo real pedaleado ha quedado atrás. Imposible recordar la cantidad de bromas en este rato de asueto. Obligado reconocer la calidad de las viandas. El tiempo pasa deprisa cuando se está agusto, y mucho más aun cuando se está degustando el hamaiketako  que habíamos dispuesto. Venga txabales, toca seguir…
Janaria prestatzen
Atras, al fondo, tapado por la niebla, ... Gorbeia

Hamaiketako
Despejando, casi casi se ve Gorbea

Perspectiva
          19 kilometros justos me marca el Garmin hasta el almuerzo. Dos horas para realizar este tramo. No cabe duda de  que hoy es un día para disfrutar. Cuesta ponerse en martxa. Reanudar el pedaleo después del atracón  que nos hemos metido… ¡duele! Pocas bromas ahora. Es momento de sufrir, en silencio. Afortunadamente llegamos enseguida al Collado de Pagozelai,  punto en  que sale uno de los desvíos más usados para ascender a la Cima del Anboto. Es aquí donde haremos un alto para reunirnos de nuevo. Entre  que unos han arreado antes, otros han ido más lentos, otros más rápidos, … esto parecía el rosario de la aurora. ¡Y eso  que solo eran 500 metros!  No, nosotros no subiremos, más  que nada por el descenso  que es algo peligrosillo,… jajajaja. 
         
Ahora es más duro que antes
Iosu y Alberto intercambiando impresiones
           Desde el collado de Pagozelai nos dejamos caer por una trialera (al principio) bastante complicadilla, al menos para mí, y una pista mucho mas amable (después) al Collado de Zabalandi. Volvemos a atravesar bosques de hayas. Multitud de senderos salen hacia nuestra izquierda ofreciéndonos posibilidades que, de haber estado Ibon aquí hubiésemos aprovechado convenientemente. A los pies de Izpizte nos volvemos a agrupar después de un falso llano. Aquí y ante la perspectiva de emprender un descenso en el que ya no nos detendremos, decido comprobar la batería de la cámara. Soy consciente de haber escogido el punto más frío del recorrido para ello. Cambio la batería y reanudamos el camino, ya decididamente hacia abajo. 

Colores de invierno, luz de verano
Las hayas que nos rodean nos dejan sin respiración
A la sombra de Iruatxeta. Aqui hace mucho frío
          Hemos recorrido apenas kilómetro y medio y ya las perspectivas son muy distintas. Casi cuatro kilómetros y medio atravesando parajes inimaginables. La mayoría por pistas de buen firme. Ahora avanzamos rápido. En una bajada parecida a la que solemos hacer en el Piruli, se me caen las gafas y debo detenerme a recogerlas. No escarmiento, siempre me pasa igual. Un poco más abajo Oskar se detiene a esperarme y enseñarme los puestos de caza que tienen los cazadores por aquí. Cuando nos reunimos con el resto, éstos se han detenido a arreglar el pinchazo que ha sufrido Gorka. El lujo que tenemos hoy en el grupo es que viene Iosu con nosotros. Lujo para nosotros y putada para él. Nadie da un paso para echar una mano en la reparación del pinchazo. Todos nos hacemos los locos. Mientras uno hace fotos por aquí, el otro intenta centrar la rueda por allá,  otro más cuenta no se que batallitas, ... 
Alucinamos continuamente
Pinchazo. Raro hubiese sido. Toca reparar
          Después de la magistral clase de ... "cómo arreglar un pinchazo sin mancharse las manos" que acabamos de recibir continuamos nuestro camino y es aquí donde cometo el segundo error de navegación de la jornada. Un cruce con cuatro alternativas diferentes. La opción parece estar clara y no dudo a la hora de tomar la decisión: de frente a la izquierda. 200 metros más adelante no veo el track por ningún lado. ¡Vuelta! ¿Y si aprovechamos y hacemos una foto aquí? Y sin pensarlo más, aprovechandonos de una pareja de mendizales que dan su paseo matutino, en una pista completamente embarrada, ... ¡nos queda un recuerdo imborrable!

Anboto


          Desandamos los doscientos metros erróneamente recorridos y nos disponemos a disfrutar de uno de los momentos mágicos de la jornada. Varios hemos estado en alguna ocasión por aquí, pero creo que no me confundo al afirmar que lo contemplado supera todas nuestras expectativas. Jabi vino por aquí hace un par de años, Alberto hace más de 20 años, más de cuatro hace que vine yo, ... y lo que escucho por todos los lados son frases de admiración, de sorpresa, de alegría, de emoción, ... Podréis pensar que exagero pero el paso por la senda que atraviesa este bosque de hayas es algo que permanecerá durante mucho tiempo en nuestras retinas. 
Sin palabras
Alfombra de hojas secas

Sensaciones indescriptibles

Las fotos no reflejan la realidad

¿Cuantos años nos contemplan?

Iosu, de azul, al fondo. Caida sin consecuencias

En esta ocasión le toca a Gorka probar el duro suelo
          En este descenso espectacular, tanto por paisaje como por el estado del firme por el que transitamos se producen, si no recuerdo mal, las únicas caídas de la jornada. Una alfombra de hojas secas oculta el suelo por el que pedaleamos. Las ruedas de nuestras bicicletas se sumerjen, a veces hasta mas de 20 centímetros entre la hojarasca. Bajo el manto de hojas tierra húmeda que pone a prueba nuestra habilidad, pericia y equilibrio sobre la bicicleta. Y es en una de estas ocasiones en las que Iosu se va al suelo. Afortunadamente una caída sin consecuencias, de hecho, se levantó como un rayo. 

          Una vez dejado atrás el tramo en el que más cantidad de hojas había, aparece la peligrosa combinación de piedra caliza y tierra. Es aquí donde Gorka dará con sus huesos en el suelo. Un fuerte golpe en el hombro que no le impidió disfrutar de la parte final del recorrido. 

Después de una escalofriante bajada toca esperar a los más "prudentes"

Alberto, Gorka, ... Anboto

Puestos de caza
          Una pista de notable anchura, desde la que podemos observar los abundantes puestos de caza existentes en el lugar, nos conducirá hasta Besaide. Cima en la que en los años 50 se erigió el monumento al montañero desaparecido por encargo del Club Vasco Navarro de Montaña. la peculiaridad de este lugar radica en que es el punto en que se juntas las tres provincias que componen la Comunidad Autonoma Vasca. En el año 1990 se erigió otro monumento a pocos metros del anterior, este obra de un arquitecto japonés.

          La abrupta pendiente que desde el monumento "nuevo" nos acerca hasta el "viejo" nos propone el último reto de la jornada. Que si se puede, que si no, ... Alberto es el primero que lo intenta, y cuando todos pensamos que va a optar por el tramo más "vertical" se desvía a la izquierda por otro de dificultad extrema también. Con una clase absolutamente envidiable nos deja a todos con un palmo de narices superando la ascensión con aparente facilidad. Lopa va en segundo lugar, por el mismo camino que Alberto, al que le calca el recorrido, pero a diferencia de éste se ve obligado a poner pie a tierra. Si en circunstancias normales Lopa no es especialmente hábil en este tipo de subidas (sólo hay que recordar La Fuentecilla) hoy, de empalmada, bastante mérito tiene el sólo hecho de haberlo intentado. Después de los dos primeros vamos casi todos los demás. Yo por el tramo más duro no lo consigo, juraría que es imposible. Julio parece que se rinde antes de empezar lo duro. Iosu, copiando el recorrido de Alberto tampoco puede con la "cuestecilla". Oskar, Iñaki y ya cuando emprendo el descenso, Palma. El Gipu y Gorka se dedican a presenciar el espectáculo y a soltar frases "ingeniosas" provocando las risas de un par de "chicas" que parecen estar grabando la subida. "Yo no subo porque no quiero" le oigo soltar a Gorka. Y claro, las otras muertas de risa por el suelo...

Besaide. Al fondo monumento al montañero desaparecido

Satisfacción

Los tres tenores. Trío de pros
          Cuando reanudamos la marcha después de dejar atrás el emblemático lugar, mi máxima preocupación es no saltarme el desvío que debemos tomar a la izquierda. Vamos ya con el tiempo pegado al culo y una confusión bajando supondría un retraso considerable. Como he comentado anteriormente llevo dos rutas muy parecidas en el Garmin, una de cada color. Muy similares pero diferentes. La de un color nos llevará a Arroletza y la del otro a Apatamonasterio, y no recuerdo que color es la de Arroletza. Así que no me queda otra que dejarme los ojos en la minipantalla del GPS para no saltarnos el desvío. Voy a tener que agenciarme una lupa para acoplarle, jajajajaja

          Varios tramos de rápidas bajadas hacen que nos separemos y consecuentemente paremos para volvernos a agrupar. En una de estas últimas paradas Gorka nota baja la presión de la rueda reparada. Entre todos los allí presentes no hay nadie que disponga de una bomba con un mínimo de garantías, de válvula gorda, claro. Así que no le queda otra que tirar para abajo. alrededor de 5 kilómetros de descenso nos separan de nuestro vehículos. Aviso a todos para que presten atención, que debemos coger un esvío a izquierdas. pero a estos les gusta bajar más que a un oso un tarro de miel, y solo 500 metros después les tengo que pegar un alarido para que vuelvan para atrás. Se iban a Apatamonasterio. Más tarde me comentaría Iosu que justo se había dado cuenta él y ya estaban dando la vuelta cuando pegué el grito.



Ese pinchazo da problemas. Parece que con un poco de aire se soluciona
          Una vez tomado el desvío y sabiendo ya el track que debo seguir me relajo y disfruto aun más de una bajada en la que todo el grupo permanece detrás mío, quizás con miedo a equivocarse. Les hago una bajada de enmarcar, seguro que están disfrutando de lo lindo, jajajajajaja. Una bajada muy divertida por una pista poco transitada y de una belleza envidiable. En mitad del recorrido de este tramo final de pista, la anécdota de la jornada. Un grupo de cazadores bloquea el tráfico situados en medio de una intersección de caminos. En medio, un jabalí recién abatido es víctima y testigo mudo de la barbarie del momento. Atado con una cuerda por una de las patas, un cazador tira de él para que los perros que le están mordiendo por el otro lado se aparten y despejen el paso. Tengo la sensación de estar presenciando un acto obsceno, de haber interrumpido algo, de estar donde no quiero estar. Menos más que es sólo un instante y el grado de atención que debo poner en el descenso consiguen que deje atrás el deplorable espectáculo.

          El paseo ha llegado a su fín. Poco antes de llegar a nuestro destino nos encontramos con la Vía Verde de Arrazola. Oskar y Lopa proponen seguirla. Yo no las tengo todas conmigo. Estamos tan cerca de nuestro destino que dudo que podamos salirnos cuando sea necesario. Un comentario de Julio termina por decidirme a no tomarla. "Estará hasta los topes de gente paseando, con el día que hace..." comenta. Y pienso que tiene razón, que iremos más tranquilos por una carretera nada transitada. Pasan por poco las 12.35 horas del mediodía cuando llegamos a nuestro destino. El cálculo que había hecho era estar aquí, como muy tarde a las 12.30 horas. No está nada mal. Pero que nada mal.
Arrazola. Punto de partida, punto de llegada
          Ha sido un día espectacular, para enmarcar. De esos que permanecen en la memoria durante mucho tiempo. Un día "recurrente", al que recurriremos constantemente para "ilustrar" los recuerdos de cada momento. Aunque pueda parecer mentira un día más disfrutando de la Bizi, del entorno, de la compañía (que alto estamos poniendo el listón), un día más, en definitiva... GOZATZEN!!!!!!!!!

Nota: Aunque la excursión terminó, en realidad, una hora más tarde en el poliki de Trapaga. Con prisas. tengo la sensación de que faltó tiempo para comentar el día. Quizás la mala costumbre de las experiencias de Pedales, Templaria y Stop-Fa en que nos quedamos a comer, tenga algo que ver. En cualquier caso hay que cuidar los bonojaiak. Nos permitirá disfrutar de jornadas como ésta.