Parece que este finde Jabi va a estrenar la bici por fin. Hablamos y proponemos Pagasarri por variar un poco. La convocatoria no tiene ningún éxito. Sin embargo Jon propone enredar por Sopuerta ofreciéndose como guía. Oferta tentadora si no fuese porque es sinónimo de paliza, de sufrir, de agotamiento extremo, ... Aunque también de disfrute, vistas impresionantes, parajes inolvidables, ...Una hora hasta La Aceña y otra hora para volver dejan un margen de unas dos horas y media para hacer un plan lo suficientemente atractivo para que Jabi y yo no podamos negarnos. Lopa se apunta enseguida, todo lo que suene a esfuerzo brutal le pone. Desafortunadamente se cae de la convocatoria por causas de fuerza mayor. David se anima pero un whatsapp mañanero (7:39 horas) anuncia su retirada. ¡Que pena! Con el día tan espectacular que se avecina... y sólo Jabi y yo iremos a La Aceña donde Jon nos espera. Faltan un par de minutos para las 8:00 horas cuando salgo de trastero y veo subiendo hacia el poli un equipaje de BTTANDO... ¿ Lopa? ¡que tío! al final se ha animado. No. Nos quería saludar. Va a hacer la Pedales Corta porque debe estar prontito en casa. A las 8 pasadas Jabi y un servidor nos ponemos en marcha.
A un ritmo alegre Jabi y yo nos dirigimos a nuestro encuentro con Jon. En vez de subir por los bomberos nos encaminamos por la N-634 hacia La Aceña. Cogeremos el bidegorri junto al cementerio de Ortuella y por Gallarta a la Vía Verde. Jabi no es consciente de ello, pero me lleva a un ritmo altísimo. ¡Como se nota que hace spinning! A pesar de ello no le hago ningún comentario. Meto plato para poder seguirle. Él me diría luego que pensaba que le quería dar más caña. Poco antes de llegar a los túneles y tras 50 minutos de pedaleo nos topamos con Jon que ha venido en nuestra busca. Esta vez no nos castigará con un inicio de ruta en duro ascenso. Esta vez la ruta comienza....¡para abajo!
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| Lopa quería saludar. No. Hoy no vendrá con nosotros |
Hace ya un año que acudimos por primera vez a la convocatoria de Jon para conocer entornos únicos y rutas solitarias por esta zona tan alucinante. En aquella ocasión vinimos en furgo Jabi, Lopa y yo hasta el Arenao.
El paseo nos pareció tan fascinante que prometimos volver. Aunque yo he vuelto con Jon en una ocasión,es la primera vez después de aquel paseo que convocamos "salida oficial". Me queda el sabor amargo de que casi nadie se haya apuntado a la excursión. No son conscientes de lo que se pierden.
Volvemos un poco hacia atrás por la Vía y en un descenso técnico, por un paisaje maravilloso de no más de dos kilómetros nos presentamos en la ferrería del Pobal. En este descenso hemos sido testigos de las primeras exclamaciones de Jabi a cuenta de su habilidad, seguridad, pericia, confianza, ... con su nueva bizi. Barro por todos los lados. Barro que no impide, ni resta un ápice de belleza al recorrido. Algún resbalón, algún patinazo controlado y mucha diversión en una primera parte de ruta muy favorable.
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| Ferrería El Pobal. Cada uno pasa su bici. Nadie se fía de nadie |
La mala noticia que nos espera en el Pobal es que la cuesta abajo se ha acabado y ahora toca subir. Nos toca padecer, ... todo ello gracias a nuestro guía personal... Jon. ¡ que lujo! ¡ que inmenso placer es pedalear por lugares, casi diríamos vírgenes, tal es su estado de abandono. Estoy convencido que por muchos de estos lugares no ha pasado una bici desde la última vez que pasamos por aquí. Unos metros de asfalto cuesta arriba nos permiten acceder a la "senda" que por unas cuestas durísimas nos dejará en la ermita de Montellano. Aquí haremos nuestra primera parada para avituallarnos. Barrita, por supuesto.
Es difícil encadenar tantos tramos de recorrido tan espectacular. Lo negativo para mí... los rampones. El enredar tiene sus pros y sus contras. Pros... la belleza del recorrido. Contras... la cantidad de tiempo que veo el culo de Jabi y Jon. Después de nuestra primera barrita Jon nos obsequia con el plato fuerte de la jornada,... la subida a Mello, y por una ruta inédita para nosotros. Imposible ascender más directo al Mello. ¡ que cabrón! ¡ que rampas! 2 kilómetros agónicos, en los que he estado mil veces a punto de bajarme de la bici. menos mal que uno tiene amor propio y mucho orgullo... En estos dos kilómetros hasta en dos ocasiones se paran a esperarme Jabi y Jon. Cuando nos juntamos nos acordamos de los ausentes masokas, lo que hubiesen disfrutado hoy aquí, en estos cuestones inhumanos.
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| Jon en uno de los pocos tramos en los que rodé por delante |
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| El protagonista de la jornada, Jabi |
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| Montellano. A media subida de Mello. Primera barrita. |
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| Jabi |
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| Jon |
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| De los pocos momentos tranquilos de la jornada |
Cuando alcanzamos la pista principal que viene desde el puerto de las Muñecas mi estado anímico mejora. Baja la inclinación de las rampas y sé que el Mello no está lejos. Aquí se produce la única caída de la jornada. Jon, intentando situarse para saber por donde continuar, da con sus huesos en el suelo. "es que no se ir tan despacio", suelta. Apenas un kilómetro nos separa de su cima a la que llegaremos cuando el reloj marca las 10:20 horas de la mañana. Se impone foto y segunda barrita. Nos queda por delante lo mejor del día... ¡bajar! y si no que se lo pregunten a Jabi. ¡ Vaya transformación! ¡ No váis a dar crédito a vuestros ojos cuando le veáis! Valora muy seriamente renunciar a realizar el curso de descenso que tenía programado para abril. Esta entusiasmado. La verdad es que nos hemos reído muchísimo con sus comentarios. Jon conoce infinidad de posibilidades para bajar así que se pone en cabeza y para abajo...
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| Satisfacción |
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| Curiosamente hay varias fotos en las que iba por delante |
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| Observese al fondo la trialera por la que acaba de descender Jabi |
Después de disfrutar de varias trialeras nos dejamos caer hasta el alto del puerto de Las Muñecas, para desde allí ir a Alen. Lo más tedioso de la jornada, si no fuese por el pedazo de día que nos ha salido que hace que disfrutemos de unas vistas magníficas del entorno tan espectacular que nos acoge. Nos olvidamos de la aburrida (por monótona) pista y damos rienda suelta a nuestros sentidos. Vuelvo a quedarme descolgado y veo como Jabi y Jon son cada vez más pequeñitos en la distancia, pista ancha, con mucha gravilla, ... pero merece absolutamente la pena para tomar la Vía que nos conducirá al poblado minero de Alen. Las recientes lluvias caídas nos dejan unas charcas y barrizales impresionantes, pero nada que nos haga desistir o no recomendar esta variante del recorrido. Aquí ya miramos el reloj. Asomarnos hasta Alen quizás nos retrase algo pero ya que estamos tan cerca no podemos dejar de acercarnos para que Jabi observe en primera persona los restos tan auténticos de otra explotación minera, del estilo de la de La Arboleda,... ¡salvando las distancias!.
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| Ascenso a la vÍa de Alen |
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| Aquí me esperan. No aguanto su ritmo. Demasiado para mi. |
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| Extaxiandonos. Última parada. Última barrita |
Deleite para los sentidos y tercera barrita que cae. Está siendo una jornada muy dura, ...mucho. Toca regresar y ya no vale recrearse. Jon vuelve a sorprendernos con bajadas imposibles que hace bien poco hubieran supuesto un suplicio para Jabi y que hoy sólo sirven para que siga flipando de lo bien que baja con su nueva Ghost. Un par de dudas bien resueltas por Jon nos dejan en la Vía Verde, cerca del barrio de El Castaño. Desde aquí hasta el Arenao... ¡ a saco!
En un primer momento parecía que Jon se animaba a acompañarnos hasta La Aceña, pero problemas musculares hacen que nos despidamos junto al cruce para su casa... ¡ Es humano! Nos despedimos de él agradeciéndole la jornada de bizi que nos ha brindado y ... ¡ caña! Aunque yo ya no estoy para muchos trotes. El que está que se sale es Jabi. Parece que las clases de spinning se dejan notar y cuando todo parecía indicar que al final de la jornada se le acabarían las pilas.... ¡ está más fuerte que al principio! Empezamos a ver muuuuuucha gente en bici, a la que vamos rebasando sin compasión. Hasta que en la subida asfaltada al Polígono de La Aceña, después de abandonar el durísimo hormigón que sube desde el túnel, ... mi cadena dice basta. ¡rotura de cadena! Le digo a Jabi que se pire, que ya reparo yo, ...hoy anda con prisas y se nos está haciendo muy tarde. Por supuesto... se queda. Reparamos la avería y venga.. a darle otra vez.
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| Rotura de cadena. Vaya racha que llevo últimamente |
Algo me ha tenido que notar Jabi que poniendose delante mío me dice: "Natxo, no vayas tan fuerte que tampoco pasa nada si llegamos un poco más tarde" ¿Tanto se me nota que voy reventado? Desde aquí hasta casa Jabi tirando de mí, protegiendome del viento, ...Cuando falta poco para alcanzar el tramo asfaltado y en una de estas en que me pongo de pié para pedalear, noto que voy pinchado de la rueda delantera. No digo nada a Jabi que prácticamente me está llevando de la mano e intento llegar hasta los túneles de lavado donde repararé el pinchazo.
Cuando llegamos a Castaños y me paro a saludar a unos muy buenos amigos soy consciente de que no aguantaré sin arreglar el pinchazo por lo que toca una segunda parada motivada por avería mecánica. Una vez reparado el pinchazo proseguimos. Vaya diferencia.
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| Pinchazo. Sin comentarios |
Cuando llegamos a las máquinas de lavado hay cola. Con el día que hace a todo el mundo le ha dado por lavar su coche y nos toca esperar. Manguerazo imprescindible y bien merecido que vuelven a poner presentables nuestras monturas. Son más de las 13:30 horas y 68 kilómetros en las patas cuando llegamos al Valle, más de 4:30 horas de tiempo real pedaleado. Sabía que iba a disfrutar, sabía que iba a llegar reventado y sabía y no tenía ninguna duda que ibamos a disfrutar otra vez más de un inolvidable día de bizi. La camaradería, la complicidad, las risas, el buen rollo, ... son el distintivo de este grupo de gente que pedaleamos bajo el nombre de BTTANDO. ¡que razón tiene quien dice que es un auténtico lujazo pedalear con los de BTTANDO! Una vez más GOXATZEN!!!!!!!