domingo, 21 de diciembre de 2014

BORDEANDO GANERAN Y ARCO DE PIEDRA

          Este domingo había propuesto Eretza sin darme cuenta que tenía un compromiso familiar que me impediría disfrutar plenamente de la excursión. Conviene no tener prisa en los días "especiales". Posponemos la excursión para otro momento más adecuado y quedamos en la fuente La Eskontrilla para "dar un paseo" Oskar, Gorka Alderete, Gorka, Ángel y yo. Son fechas de compromisos, cenas, jamadas que causan estragos entre los participantes. A las 7:30 horas un whatsapp nos avisa de la primera "baja", Gorka no se encuentra bien. Oskar y yo subimos juntos hacia la fuente donde ya está esperandonos Ángel. Gorka Alderete se hace esperar. Pasan cinco minutos de la hora fijada y se confirma la segunda "baja". Las jamadas se han cobrado sus primeras victimas, los "Gorkas". Ángel se sorprende cuando nos encaminamos hacia el Pirulí. Hay que participar en las decisiones y leer los mensajes para evitar sorpresas Ángel, jajajajaja.
          Siempre me parece que empezamos demasiado rápido en este tramo de asfalto y hoy no iba a ser distinto. Cuesta mantener la conversación por el esfuerzo. Aún así creo que hoy he acertado con la ropa. Los dos últimos días salí demasiado abrigado y la sensación no fue buena. Hay niebla, mucha niebla pero hoy habían pronosticado sol así que confiamos en encontrarnos un precioso día cuando lleguemos al Pirulí.

          Primera posibilidad de alternativa en la ruta y de manera totalmente dictatorial decido ir por la variante "suave". Hay que intentar tomarnos un respiro porque de otra forma Oskar nos va a sacar los ojos. Aunque pueda parecer más fácil, este tramo se las trae. La pendiente que comienza inmediatamente después de atravesar una zona completamente llana y empedrada al final de unos 600 m de descenso es durísima y en función del ritmo puede ser infernal. (Ahí queda eso).
El flash oscurece el fondo. No es tan de noche

Compases iniciales, todavía frescos
          Mantenemos un ritmo a mi juicio bastante alto pero que hace un tiempo lo hubiese visto moderado. En estas estamos cuando vemos a lo lejos una pareja de bikers y a Oskar se le ponen tiesas las orejas: Objetivo. Aumentamos más el ritmo y cuando les alcanzamos observo con sorpresa que son Fernando y Oscar. No sabía yo que estos le daban a los pedales, por su jadeo acentuado creo que ellos tampoco, je, je, je, ... La diferencia en el ritmo es tan importante que no nos planteamos que nos acompañen, una pena porque después me enteraré que Fernando regresó casi de inmediato y Oscar continuó sólo. Podía habernos acompañado, lástima.

          Oskar me pregunta por la variante que subió Lopa el otro día. Le comento que yo mismo lo intenté el viernes pero el barro, las rodadas y quizás también la fuerte inclinación de la pendiente me obligaron a poner pié a tierra en el tramo más duro. Le animo a que lo intente porque el estado de forma de Oskar no tiene nada que ver con el mío pero se niega en redondo. Yo siempre intentando cansar de cualquier manera a los más fuertes y nada, .... 

          Tras una hora de subida llegamos al Pirulí y hacemos nuestra primera parada con la excusa de sacar unas fotos...
Buenas sensaciones hoy. 

Como una moto el tío. Con una pierna. Haciendo tiempo esperandonos.

Poco a poco cogiendo la forma. Nos vamos a enterar. Al tiempo.

Entre la niebla... se vislumbra el buen tiempo
          Se plantea la segunda posibilidad en el recorrido de hoy una vez superado el Pirulí. De una forma muy parecida a la anterior evito la bajada a los pozos. Me apetece más deambular por allá arriba (alrededores de Ganeran) que bajar ahí abajo para luego tener que subir otra vez. Lo siento Oskar, hoy por la izquierda. Realmente es una auténtica gozada compartir ruta con gente que plantea alternativas constantemente con tal de evitar repetir recorridos y que acepta de la mejor manera cualquiera que sea la decisión que tomemos al respecto. Un auténtico lujazo, de verdad. Si por mi fuera no variaría nunca de recorrido, asi que ... ¡estoy encantado!

        Cuando bordeamos el cementerio hay un par de posibilidades para llegar al escalón de la mina Pikwick. Oskar me plantea la posibilidad de ir por la izquierda pero, desde mi punto de vista, la cantidad de barro existente lo desaconsejan completamente así que por la derecha en esta ocasión nos dirigimos a la campa de lo que una vez pudo ser el cementerio de Sestao.

          Aqui nos encontramos con nuestro talón de Aquiles. Insuperable para casi todos nosotros, estoy convencido de que alguno lo superará algún día, es el peaje que debemos afrontar por disfrutar del espectacular recorrido hacia el Centro de Interpretación de Peñas Negras. Es tal la cantidad de barro que parece que vayamos esquiado o patinando en vez de pedaleando. Las dos ruedas se desplazan a derecha e izquierda a su antojo complicándonos enormemente el pedaleo. Así y todo, una vez superado el escalón, no pondremos el pié en el suelo hasta llegar al Centro de Interpretación. 
Asignatura pendiente. Lo superaremos algún día
Yo seguro que no. Pero alguno fijo que sí
          Cuando llegamos a Peñas Negras observamos un gran movimiento de gente. El día acompaña y son muchos los que se han animado a acercarse hasta aquí para disfrutar de un gratificante día de monte. Nosotros, sin perder ni un instante, reanudamos la ascensión hacia la cota más alta de la jornada de hoy, la ladera Este de Ganeran. El primer kilómetro de subida es muy duro. La inclinación y el estado del firme nos hacen jadear de lo lindo y es a partir de aquí cuando empiezo a disfrutar de veras. En el collado de La Brena haremos nuestra parada para repostar a petición de Ángel. 

          Mientras comemos la barrita llegan un par de bikers a los que hemos adelantado en la subida. Mantenemos una agradable conversación informándoles sobre las posibilidades que ofrece la zona hasta que uno de nosotros empieza a mostrar su impaciencia. ¿Adivináis quien? Efectivamente, antes de que Oskar diga su "venga vamos" tan conocido entre nosotros Ángel y yo casi al tiempo nos damos cuenta y somos los que adelantándonos a él proponemos reanudar la marcha. ¡Vamos!
Oskar nos hace sufrir

Descanso para barrita

Hoy se para. Lo ha pedido Ángel

Bordeando Ganeran. A toda máquina.

Paisaje idílico. Aquí se vuela.

Siempre hay tiempo para comentar la jugada.
          Bordeando Ganeran algún problema mecánico hace que Oskar se divierta parando y arrancando en un par de ocasiones. Afortunadamente debe ser alguna ramita o similar porque no le supone ningún problema para mostrar su absoluta superioridad sobre el resto. Llegando al collado y mientras esperamos a Ángel (jejejeje) comentamos la posibilidad de acercarnos hasta el Arco de Piedra, otra vez a propuesta de Oskar. Aunque suponga realizar empujabike durante unos minutos el esfuerzo merece la pena y hacia allí nos encaminamos casi casi sin dejar respirar a Ángel que acaba de llegar. 

          Bajamos hasta el collado de Mustariaga (entre Ganeran y Gasteran) y bordeamos Ganeran por su ladera Sur, atravesando cipreses y descendiendo una divertida trialera que cada día me gusta más, a pesar del barro. Al coger la pista alfombrada de hierba que viene desde las inmediaciones de Pico La Cruz nos topamos con un mendizale con un enorme boletus en la mano que ha olvidado la bolsa de plástico para su recolecta. Nos pregunta si tenemos para poder darle alguna y Oskar muy ingeniosamente le replica que ya se  lo llevamos nosotros si lo desea... jajajajaja. Por supuesto se niega pero las risas duran un buen rato.

          La cantidad de días que lleva lloviendo han convertido los caminos en autenticas pistas de patinaje que consiguen que lo pasemos de miedo pero a la vez que tengamos que realizar un sobreesfuerzo para poder llevar la bici por donde queremos. Es en estas pistas de hierba tan llenas de agua donde uno aprende a valorar los guardabarros, tan feos esteticamente pero tan prácticos para evitar salpicaduras.
¡Ha subido andando! ¡es humano!
Por supuesto, nosotros también

Bajar por aquí ... son palabras mayores
          Despues de salvar de la mejor manera posible (por supuesto andando) el paso del Arco de Piedra atravesamos el Sauco para iniciar el ascenso de la última dificultad de la jornada, la subida al Collado de Pico Ventana. Llega la hora de decidir la ruta de descenso y tanto Oskar como yo le proponemos a Ángel que decida él, ya le hemos hecho sufrir bastante durante toda la mañana como para darle también la bajada. Una vez más, y van unas cuantas a lo largo del día de hoy, nos acordamos de Jabi (quizas la persona que en más ocasiones haya protagonizado una de estas crónicas en este último año) que siempre es una garantía segura para acompañar a todos aquellos que no bajamos tan bien. Ángel le añora y ante su ausencia la pista que desde Triano baja al barrio de La Orconera será la opción elegida. Una vez en Cadegal cogeremos la Via Verde de La Orconera y nos dirigiremos hasta Durañona para, en la gasolinera de Ugarte, lavar nuestras bicis.

          Pero antes de llegar a Peñas Negras nos encontraremos con una concentración de coches de automodelismo que nos obligan a detenernos para curiosear y a variar la ruta evitando el atajo de la derecha.
Ultimo esfuerzo del día. Está chupado. 

Concentración de automodelismo. La sorpresa de hoy.

Otra vez más risas, risas, risas, ...
          La parte más difícil de toda la bajada es el paso de un riachuelo para tomar la pista que desde Matamoros baja a La Orconera, tramo que por supuesto hay que realizar andando y donde Oskar está a punto de obsequiarnos con la caída de la jornada. Afortunadamente (para él) todo queda en un susto y se lubra del chapuzón que Ángel y yo veíamos tan cerca. En la Via de La Orconera ya nos podemos relajar y dejarnos caer hacia Durañona. Antes despediremos a Ángel que nos abandona al pasar por la carretera de La Arboleda y que prefiere lavar su bici en casa, no sin invitarnos antes a acompañarle y lavar allí las bicis. Declinamos la invitación y hacia Durañona. 

          Son exactamente las 12 del mediodía cuando llegamos a casa. Una vez más el tiempo, la bici, la compañía, ... han sido los ingredientes perfectos para disfrutar de otro espectacular día de ciclismo. ¡que dure!
Antes despedir a Ángel, camino de Durañona

Camino de Durañona, en el túnel cercano a lo que era el Puente Montalvo