domingo, 16 de febrero de 2014

RUTA POR EL VALLE DE SOPUERTA

     Por diferentes razones venía posponiendo esta ruta, y eso que Jon me decía: " tienes que venir por aquí que conozco cosas muy chulas". Al final propongo al grupo de Whatssapp BTTANDO el recorrido por la zona de Sopuerta y nos animamos tres, Jabi, Lopa y yo. El desplazamiento lo haremos en furgoneta para "no perder el tiempo". Son las 8.30 horas de la mañana cuando acabamos los preparativos en El Arenao para iniciar la ruta, justo cuando nuestro guía hace su aparición. Según va transcurriendo la jornada nos vamos dando cuenta del privilegio que supone que Jon comparta este recorrido con nosotros.
     En numerosas ocasiones la participación en una RUTA es directamente proporcional a lo "famoso" que sea el lugar a visitar. Incluir el nombre de Gorbea, Anboto, Eretza, ... es una garantía de que la participación será un éxito. Cuando propuse esta ruta no sabía muy bien como enganchar a la gente para que participara, Sopuerta, Vía Verde, Montellano, ... En fin, a ver si soy capaz de contar la experiencia "religiosa" que hemos vivido hoy en el Valle de Sopuerta. 
   
      El comienzo por la Via Verde hacia La Aceña es solamente el aperitivo de un día inolvidable. Frío. No tanto como se esperaba pero frío, aunque para combatirlo Jon nos ha preparado bien prontito la ascensión más dura de la jornada, 2 km al principio de hormigón que nos dejarán en el inicio de una divertidísima bajada, quizás con más barro del que quisieramos, que pone a prueba nuestra pericia encima de la bici. Una bajada que nos dejará otra vez en la Vía Verde. Nos reagrupamos y antes de darnos cuenta ya estamos otra vez tirándonos a la izquierda para dirigirnos a la ferrería de El Pobal. Efectivamente, por otro descenso... complicadillo. No voy a decir que tardemos lo mismo en bajar que en subir, pero sí es cierto que no se recupera tanto tiempo bajando como en otras ocasiones debido a la dificultad de los senderos.
Pedaleando tranquilos por la Vía Verde

Yo por aquí no bajo montado. Ante ese comentario... ¿quien se atreve?

Uno de los pasos divertidos de la ruta de hoy

Nos encontramos en la Ferrería del Pobal
     Ferrería de El Pobal. Punto más bajo de todo el recorrido. Eso sólo puede significar una cosa, claro, toca subir. En esta ocasión por pistas muy cerradas, muy poco transitadas, espectaculares, cuya mayor dificultad es lo blando del piso que junto con lo inclinado del terreno hace que en ocasiones tengamos que echar pie a tierra. Soy perfectamente consciente que no soy capaz de transmitir la belleza del recorrido. Quizás no haya realizado nunca ninguna ruta en la que en la mayor parte de la misma sólo podíamos circular en fila india. Salvo en poquísimas excepciones esa ha sido la tónica habitual: Jon guiando, Iñigo a rueda (en cuanto el guía se descuidaba le rebasaba), un servidor a continuación y Jabi (el más prudente) cerrando la marcha.
     Lo cierto es que la grandiosidad del entorno que nos rodea hace que nos presentemos en Montellano casi sin darnos cuenta. La llegada a la Ermita coincidiendo con el repicar de su campana nos hace pensar que cumplimos el horario previsto por la organización y llegamos justo antes del cierre de control de paso. Paradita para quitarnos algo de ropa, se nota que el sol va ascendiendo, comer una barrita, sacar alguna foto y ... ¡seguimos! 
Demasiado inclinado, suelo muy blando, ... no es porque no pueda eh!!!
Jon



Jabi
Natxo

Iglesia del barrio de Montellano. Repican las campanas para recibirnos

Los cuatro de hoy
     Antes de alcanzar la carretera que sube al puerto de Las Muñecas sufrimos un percance que afortunadamente se queda en un gran susto. En un sendero técnico que asciende moderadamente, Iñigo había vuelto a coger la cabecera del grupo, y cuando se dispone a echar pie a tierra para descansar un poco pierde el equilibrio cayendo al lado contrario del que era su intención y descendiendo un par de metros por la ladera repleta de jaros que queda a nuestra izquierda. Jon llega enseguida y aunque la caída de Iñigo ya se ha visto detenida,  le agarra para asegurar su posición. Poquito despues llego yo que sujeto a Jon de la mochila y enseguida llega Jabi que procede al rescate del infortunado. De vuelta en el sendero... ¡quietos! ¡foto! ¡foto!
No está descansando, es que Iñigo quería coger un atajo

Vaya susto!!!  

La fotografía no hace justicia a la realidad
     Superado el susto del día vemos con pesar que la idea inicial de Jon no va a poder ser realizada en su totalidad. Se acerca su hora tope y con el conocimiento tan exhaustivo de la zona que posee escoge una alternativa que acortará el recorrido pero no minorará ni un ápice la belleza de este. Atravesamos la ctra. que sube a Las Muñecas y nos dirigimos al barrio de El Alisal donde nos encontraremos con antiguos vestigios mineros. Un poco más abajo nos detenemos para admirar dos horneos de calcinación, frutos del antiguo explendor minero de la zona.
Durante todo el recorrido hemos alucinado.  ¡que pasada! es la expresión más oída

Barracón minero en el barrio de El Alisal

Hornos de calcinación entre El Alisal y El Castaño. Notese el encuadre perfecto de la fotografía ;-)

Nuestro guía. Jon. Pedazo de regalo que nos ha hecho. Vaya lujo!! Amenaza con más

Dudando hasta la víspera. Iñigo no nos frena. Al contrario hay que echarle el lazo

Otro que tenía dudas. Jabi. Estreno con el grupo. Promete volver
     Desde los hornos de calcinación a la Vía Verde apenas hay 500 metros pero una vez más Jon nos ofrece una variante mucho más alucinante. Dejamos a la derecha la pista que va hacia el barrio de El Castaño y nos dirigimos por la izquierda a la ctra de Las Muñecas para seguir su trazado durante unos cinco minutos y dejarnos caer a la derecha por el barrio Las Muñecas hasta la Vía Verde, a 200 metros del puente de madera cerca del Arenao. Bajamos a la carretera y en un último instante decidimos acercarnos a la gasolinera para lavar las bicis. Jon nos acompañará un trecho al coincidir con su regreso a casa. 100 metros de asfalto y pinchazo. Es increíble, con los sitios por los que hemos pasado hoy y va Jabi ¡y pincha ahora! Nos despedimos de Jon que va justo de tiempo y nos quedamos a reparar el pinchazo. Reparado este, gasolinera, manguerazo, regreso a la furgo y a casita con la satisfación de haber vivido un inolvidable día de BTT. 
Última bajada del día. Las risas son una constante en el paseo
Punto final habitual de nuestras excursiones. Un punto de lavado.