23 de septiembre y Oskar me pregunta de cara a organizar la próxima salida en BTT para el último trimestre del año, imagino. El hecho de no estar en la Junta Directiva impide tomar parte en la elección de la fecha y lugar propuesto para la excursión. Una vez respondidas sus preguntas le pregunto la fecha 17 de Noviembre a Izki. Compruebo mi calendario laboral y una sonrisa me ilumina la cara. Podré estar. Y además me vendrá bien para empezar a andar otra vez en bizi. A estas alturas y promediando unas 12 salidas mensuales, desde finales de junio sólo he salido en 4 ocasiones. Me va a costar más de lo esperado.
Va pasando el tiempo y Oskar me pide que hable con Pedro para preparar el track de la ruta. Izki es un espectacular parque natural en cuyo interior se encuentra el centro BTT Izki que cuenta con 15 rutas catalogadas en función de su dificultad. En 2016 ya estuvimos y tomando como base principal la Senda de los Arrieros organizamos una bonita ruta que nos dejo muy satisfechos a los que tomamos parte. En esta ocasión Pedro tiene una compañera que forma parte de la organización de la marcha BTT de Santa Cruz de Campezo y opina que sería una buena idea basarnos en el track de la marcha.
Sabemos por la experiencia anterior que contamos con duchas para la ocasión y que hay un restaurante en el propio centro donde poder reponer fuerzas una vez finalizada la ruta. Después de ponernos en contacto con el centro nos informan que el restaurante ahora se ha convertido en un asador argentino. Tras varias conversaciones pactamos un par de menús entre los que escogeremos los participantes. Reservamos para unas 15 personas. Ya concretaremos más adelante.
Aunque inicialmente el ritmo de apuntados es muy lento a primeros de noviembre la peña se empieza a animar y en el momento de la salida a las 7.00 horas desde el Poliki de Trapaga seremos 22 los participantes, un compañero de curro de Iñaki se cae de la convocatoria en el último momento por enfermedad. Al final en vez de una salida BTTANDO la excursión se convierte en una MARTXA DE HERMANDAD UGARTEBERRI, ZOROAK y BTTANDO. Lo cierto es que la experiencia resultó muy gratificante.
A las 6.45 horas en el poli para distribuir coches y personas. Los de Ugarte vienen perfectamente organizados y los de Zoroak evitan que BTTANDO tenga que llevar un vehículo más. Son poco más de las 7 cuando nos ponemos en marcha. Hora y media es lo que según san google tardaremos en llegar. Ni recuerdo cuando ha sido la última vez que hemos sido tantos participantes.
ENLACE AL TRACK
Cuando llegamos a Izki nos preparamos y la peña flipa con mi montura. Gracias a Paco y a su ebike he podido participar en la marcha. Una nueva experiencia... el lado oscuro cada vez está más cerca!! Tras la foto de rigor comenzamos a pedalear.
Mañana fresquita, unos 10 grados. Ideal para pedalear, no tanto para escoger la ropa... ¿de corto abajo? ¿de largo..?
Una de las cosas buenas que tiene venir aquí es que el disfrute en este entorno, está garantizado. Además, con la cantidad de bikers que vamos hoy... no estoy seguro de que pudiese compartir unas palabras con todos y cada uno de los participantes. Buen rollo, ya en el aparcamiento el ambiente es inmejorable. Apenas 500 metros de recorrido y ya abandonamos el asfalto. Somos varios los que llevamos el track en nuestros dispositivos. Una gran ayuda que descarga en muchos la responsabilidad de "seguir" el recorrido.
En solamente 3 kilómetros nos plantamos en el pintoresco pueblo de Quintana, después de atravesar un precioso bosque que hace las delicias de los excursionistas.
Otros 3 kilómetros más por el mismo tipo de recorrido, senderos boscosos y pistas con muchísimo encanto provocan las primeras incidencias, alguna caída sin consecuencias, las inevitables equivocaciones en el seguimiento del track, ...
El hecho de pedalear con una ebike me hace dudar de la dificultad del recorrido. Voy muy cómodo. Iniciamos una, para mi imperceptible cuesta, que nos conducirá al pueblo que da nombre a la martxa de la que tomamos la ruta, San Román de Campezo. Aquí uno de los de las musculares, conocedor de la zona por experiencias anteriores, se echa a un lado y nos cede el paso a los eléctricos. Viene una subida de tres pares de cojones, nos dice. Kilómetro 8.
No se equivoca. Apenas un kilómetro, 900 m exactamente, nos separan del Collado de La Casilla. Un sendero precioso, muy exigente física y técnicamente. Evidentemente no soy capaz de subirlo sin poner pie a tierra. Dudo que ni con mi bizi y en un muy buen estado de forma lo hubiese conseguido. La dificultad del sendero impide que nos recreemos con las impresionantes vistas que poco a poco vamos intuyendo mas que viendo. Una vez arriba el descanso para disfrutar del entorno es obligatorio.
El sol empieza a calentar. La subida ha ayudado, claro. Poco más de una hora de pedaleo. Hay quien plantea almorzar ya, yo entre ellos. El lugar invita, vistas impresionantes, nada de viento, solete, ...
Que si es demasiado pronto. Son las 10,10 horas. Que mejor buscamos otro sitio... Al final y después de que Joserra sacara sus dos botellas de vino para compartir, no le queda otra que volverlas a guardar para seguir el track y buscar otro lugar un poco más avanzada la mañana.
Y después de una gran subida parece que tiene que llegar una gran bajada. Y efectivamente, así es en esta ocasión. Sendero disfrutón por el que nos cruzamos con varios mendizales que disfrutan de otra manera del estupendo día que nos ha salido hoy. Y como las ganas de papear de esta peña son tremendas nos volvemos a detener en cuanto abandonamos la semioscuridad del bosque por el que nos ha bajado el track. 10,30 horas. Toca hamaiketako.
Y empieza un despliegue impresionante. La cantidad y variedad de viandas es espectacular. Siempre hemos fardado de los hamaiketakos de Bttando. Tengo que decir que Zoroak y Ugarteberri no se quedan a la zaga. El buen llantar es deporte universal y une muchísimo más que la bizi,... Para muestra unas fotos. Menos mal que avisamos a todos para que no se excediesen en la cantidad... jajajajaja
Tengo que decir que la ruta tiene unos 35 km de recorrido. Pues bien, no llevamos ni 12 kilómetros completados y ya llevamos nuestros estómagos bien repletos. Claro que todos llevamos danzando desde las 6 de la mañana !!!!!!
La pereza que sentimos todos cuando retomamos el pedaleo es fiel reflejo de cuan satisfactorio ha sido el hamaiketako.
Pedalear en un grupo tan numeroso hace que el tiempo pase sin que apenas te des cuenta. La compañía varía con el discurrir de los kilómetros. Y a pesar de la dificultad de "mover" un grupo tan numeroso las detenciones, a mi entender, no han sido tantas como quizás cabría esperar.
La temperatura ha ido ascendiendo conforme iba avanzando la mañana. Los que han apostado por ropa más ligera ahora lo empiezan a agradecer. Terreno favorable, sin grandes desniveles, creemos que no va a haber nada tan duro como la ascensión al Collado de La Casilla. Así y todo tengo que pagar la novatada con la ebike, en uno de los escasos repechos existentes no se me ocurre otra cosa que girar el display de la Orbea de Paco para verlo mejor. no caigo en la cuenta de que al agarrarlo para efectuar el giro... lo apago. Ahí soy consciente de la ayuda del motor Bosch. Como si me estuviesen agarrando por detrás para pararme. Imposible ponerlo en marcha sin pararme, lo que termino haciendo inmediatamente. ¡Vaya sensación más... extraña!
Otro de los elementos que abundan en este parque natural de Izki, y más concretamente en la ruta que hemos elegido, son las cancelas. Innumerables a lo largo de toda la marcha. Y super agradecidos a todos los que se quedaron a cerrar las mismas en beneficio del disfrute de todos los demás.
Kilómetro 18 de ruta y el Alto La Tejera se convierte en el punto más septentrional de toda la ruta.
No nos cansamos de disfrutar de los senderos que jalonan nuestro camino. Pistas que interconectan dichos senderos propician la conversación que en los senderos resulta impracticable.
La ruta toca a su fin. Faltando unos pocos kilómetros veo el cartel que hace 8 años nos "obligó" a desviarnos del track a Paco, Alberto y a mí, Arbol milenario. En esta ocasión me quedo con las ganas. No es que vayamos tarde pero hay que lavar bizis, ducharnos, ...
Las pistas en bajada, rápidas, favorecen que nos olvidemos de que no todo el mundo lleva el track. Afortunadamente somos muchos también los que en los cruces nos detenemos pata indicar la ruta correcta al resto.
No son las 13.30 horas cuando llegamos de vuelta al aparcamiento del que salimos Joserra, Juan, David, Rubén, Iñaki, Palma, Eva, Luis, Raúl, Igor, Rober, Aitor, Jabi, Juancar, Antonio, Javi, Kike, Alan, Marqués, Iñigo, Oskar y yo mismo. Ninguna caída seria, sin pinchazos ni averías mecánicas de importancia.
Cuatro horas y diez minutos de tiempo total que nos dejan dos horas y cincuenta minutos de tiempo real pedaleado con un desnivel que ronda los 800 metros. El lavado de bizis y el aseo personal ocupa nuestro tiempo hasta la ronda previa al menú que degustaremos en buena armonía.
Cuando nos sentamos a la mesa y empiezan a servir las patatas a la riojana nuestras caras de asombro lo dicen todo. Para muestra un botón.
22 personas para comer. 18 menús de patatas a la riojana y 4 de cochinillo/cabrito. Mira que era fácil contentar a la peña. Pues no. El aspecto del plato lo dice todo. ¿Rico? Sí. ¿Escaso? También. ¿Muy escaso? Joder. No hay más que mirar el plato. Algún afortunado llego a tener... ¡¡¡¡¡ 3 trozos de chorizo!!!!!! No, nos quedamos contentos. Ni con la comida ni con las formas del camarero. En fin, todos los que allí estuvimos nos quedó claro que no quieren que volvamos. A comer, claro. Porque al Parque natural de Izki regresaremos, ¡fijo!
Ni que decir tiene que a ninguno nos quitó el buen humor ni las ganas de pasarlo bien. Incluso nos planteamos tomar los "cafeses" en otro lugar, pero... ¿donde? Es evidente que la ubicación juega a su favor pero la próxima... ¡aunque tengamos que llevar bokatas!
Super enriquecedora la experiencia de compartir pedaladas con otros grupos. No cabe duda que repetiremos. Al final, como siempre dice Oskar, nuestro lehendakari,..."Otro día más gozatzen"