domingo, 23 de marzo de 2025

BILBAO - BILBAO 2025 ( Crónica de Pedro)

           Un año más, llega la Primavera y mientras el sábado los profesionales se dejan la piel en la Milán-San Remo, con las subidas del Poggio y la Cipressa, los mortales hacemos lo propio al día siguiente en nuestra Clásica, la Clásica Internacional Bilbao-Bilbao, donde jugamos en las subidas de Unbe o Morga.

         Este año la Inscripción se anunciaba 100% online en lugar de la inscripción tradicional los días previos a la marcha (aunque terminaran habilitando dicha opción la semana previa). Debido al desconocimiento de que habilitarían la opción presencial, me inscribo los últimos días de 2024 aprovechando haber cobrado la nómina, aunque la tarifa reducida era hasta mediados de enero.

          Pasan los meses, el invierno da paso a la primavera y casi sin darnos cuenta, ya estamos en vísperas de la Clásica. El pronóstico no es demasiado alentador, a medida que pasan los días un pronóstico diferente, desde el típico día de viento Sur, hasta el diluvio universal. Aunque suele decirse que en la Bilbao-Bilbao nunca llueve (aunque llovió en 2015 y 2023) y finalmente parece que sería así.

          El viernes llega mi turno para ir a recoger el dorsal a Zubiarte, está anunciado el plazo a partir de las 18h, pero pese a llegar unos 10 minutos antes de la hora, el stand ya está en funcionamiento. Me toca el dorsal más bajo de todas las participaciones (dorsal 75, rima incluida), pero al haberlo cogido de uno de los montones, podría haber sido cualquier otro dorsal. 

          Decido caerme de la comida de la tradicional Txuleta por motivos personales/familiares y haré la marcha, si el pronóstico parece confirmarse bueno, saliendo a las 8 con la idea de estar de vuelta lo antes posible, ya que para las 13h-14h amenaza algo de lluvia y bastante viento. Finalmente, monto en el tren de las 7:22 en Santurtzi para llegar en unos 15-20 minutos a San Mamés y de ahí ir en bici hasta la salida de Zubiarte. No son ni menos 10 cuando ya he cogido posición, veo el reloj al fondo y no parece que esté muy lejos. 

ENLACE AL TRACK

           Se da la salida y tardo 1 minuto 30 segundos exactos en cruzar la línea de salida, aunque hasta la rotonda de Pío XII en Deusto iremos con precaución, con solo un pie en la cala y el otro suelto. A partir de la rotonda y ya una vez enfilado Lehendakari Aguirre, ya vamos cogiendo velocidad. En esas veo una bicicleta Orbea que me resulta familiar, y cuando oigo la voz de su jinete confirmo su identidad: es Alan que finalmente se ha animado a hacer la marcha con parte de Katalino.

          Una vez en Sarriko y ya bajando hacia San Inazio, tengo la sensación y algún otro participante opina lo mismo, que es la salida más rápida en años (Strava después lo confirmaría en el segmento “Bajada a Elorrieta”). Una vez abandonado Bilbao, nos encontramos con las obras ya en Erandio, el asfalto en mal estado, resaltos para la velocidad… hay que andar con cuidado. Hay una rotonda nueva en el cruce de la carretera de la Ría con la que viene de Asua, hace tiempo que no paso por aquí (lo mismo desde la BB del año pasado). También hay otra rotonda nueva en el desvío hacia Astrabudua.

          Tras el habitual desvío hacia la trasera de Lamiako (el año pasado ya nos metieron por aquí) enseguida nos plantamos en Getxo y bastantes personas se suman en este punto a la marcha, tras cruzar el Puente Colgante. Atravesamos Areeta y Gobela y ya estamos enfilados hacia Fadura para seguir hacia Berango y Sopela. En este punto, en una de las rotondas tenemos que parar ya que hay acumulación de coches parados y hay que andar haciendo malabares para esquivarlos.

          Llega el famoso SopelMuur, donde siempre está bien pegarse un arreón para ir despertando las piernas antes de que llegue la primera subida del día (aunque algunos consideran a Andrakas la primera seria), el Alto de Barrika. A diferencia de otros años, esta subida no se me hace tan dura, aunque aquí no rasco premio. Bajamos hacia Plentzia y el famoso tapón que suele darse aquí, este año no está. Llevo apenas una hora y ya han caído los primeros 25km de la marcha.

          Empezamos a subir Andraka en dos fases, primero desde Plentzia hasta la rotonda de arriba de Gorliz y luego la propia subida hasta el Alto. Con motivo del Tour, instalaron carteles con los KM que quedan de subida, mostrando cuántos quedan hasta coronar y el % de desnivel propio de ese KM. A mí al menos me resulta de ayuda. En este momento me adelantan Alan y compañía “No te pases del Sweet Spot, ¿eh” me dice. No recuerdo lo que le respondo, porque la verdad me estaba tostando yo solo. Se nota que el viento sopla del Oeste, porque subimos muy fácil (PR en los segmentos de la subida de Andrakas).

          Coronamos sin darnos cuenta casi y tras el llaneo empezamos la bajada hacia Maruri para terminar girando hacia Gatika y empezar la “temible” subida a Unbe. Voy cogiendo ruedas e intento ir saltando a grupos de más adelante. El Garmin me marca el repecho previo a Urduliz como una ascensión más, la cual se completa sin mayor dificultad.

          Llegamos a la rotonda de Urduliz y giramos para iniciar la ascensión a Unbe, ese primer murete me hace quitar el plato grande pero cuando la carretera suaviza, pongo de nuevo el 52 y ya no lo quitaría hasta llegar arriba. El viento ayuda un poco, la verdad sea dicha. Me pasan grupos, pero a la vez yo voy adelantando gente, voy mirando en el Garmin la relación de marchas que llevo puesta, y además tengo puesto el dato de la potencia y la cadencia, aunque la verdad no les hago mucho caso.

          Llegamos arriba y hay personas esperando a los más rezagados de sus grupetas, yo me tiro hacia abajo y la verdad aquí sí que nota el viento, hasta el punto que creo que voy pinchado porque noto se mueve la rueda trasera, pienso que si realmente iría pinchado me patinaría más la rueda… igual está empezando a perder aire, no lo sé. Esa sensación se incrementa cuando la bajada suaviza y se convierte en recta antes de llegar a la rotonda de Asua. Prefiero no parar a mirar y esperar al avituallamiento, si por lo que sea pincha de verdad ya pasaría. Al girar y soplar el viento de cola, no me da la sensación de estar pinchada, quizá sea el mal estado del asfalto el que me de esa falsa sensación…

          Llegamos al avituallamiento del Parque Tecnológico, tengo claro que será un stop&go en toda regla, que luego ya sabemos que las patas pesan. Nos van dando la bolsa a cada participante y además la posibilidad de coger otro plátano. Abro la bolsa y este año el avituallamiento es algo más abundante: 2 guayabas (me las como), la bolsa de frutos secos de otros años, el Powerade (que me lo bebo del tirón), una barra similar a un Huesitos (que me la como de la misma) y el plátano. Tiro la bolsa y dejo el plátano y los frutos secos en el borde del contenedor, tal como he visto que han hecho otras personas, por si a alguien le puede ser de utilidad.

          Reanudo la marcha antes de quedarme frío (han sido menos de 5 minutos) y parece que mantengo el nivel, nos dirigimos hacia Artebakarra y no se me hace tan pestoso como otros años. Antes de darme cuenta ya hemos coronado y bajamos hacia Mungia, no sin antes el repecho el cual también paso con facilidad. Ahora sí, descenso y entrada a Mungia, el giro habitual y en esa calle en cuesta sigo sin quitar el 52. Salimos de Mungia y se forman buenos grupos, me adapto a uno y que me lleven hasta pie de Gerekiz, luego ya la subida me pondrá en mi sitio. Le comento a uno con el que voy en paralelo, que me da la sensación de ir rápido, que otros años había tardado más (veo el Garmin y llevo una media de 26.7 en este punto, otros años recuerdo que por aquí ya llevaría las 3 horas)

          En el “falso llano” también se suceden los grupos hasta que llega la subida de Gerekiz, la cual se me hace un poco más larga de lo que recordaba. Llega el descansillo antes de la bajada, la subida a Morga no se me hace tan dura, realmente el único km exigente es el final y el repecho antes de llegar al pueblo.

          En este punto no tengo dudas de que probaré la subida al Vivero después de haberlo conseguido el año pasado. Tras bajar a Larrabetzu y enfilar la N-634 en dirección a Bilbao, llega el desvío en el km 99 de la marcha, son 8 km de los cuales 4 y algo de subida, 3 de “falsollano” y 1 otra vez de subida al final antes de iniciar el descenso. En este punto el año pasado ya iba bastante tostado, pero si no me falla la memoria el año pasado salió un día de más de 20 grados y hoy superamos ligeramente los 10 grados. Este año no se me hace tan dura la subida como el año pasado, y te diría que no la he subido en todo este año.

          Llegamos arriba e iniciamos el descenso hacia Etxebarri, aquí bajaría un par de minutos el tiempo del año pasado (no lo conocía el año pasado y bajé bastante cauto, este año también, pero parece que voy más “suelto”). Una vez abajo, miro el Garmin y veo una cosa curiosa. Llevo 4 horas y 40 minutos en este punto, pienso en si sería capaz de llegar a meta antes de cumplir las 5 horas, me quedarán unos 10 kms a meta más o menos. Decido apretar e ir con todo, meto el 52 el cual no quitaría ni en los kilómetros de aproximación a Bilbao ni en el corto pero exigente Col du Basilique. Tengo suerte de que en todos estos kms finales hasta Bilbao nos han ido dando paso, aunque los semáforos estuvieran cerrados.

          La bajada hacia el Parque Etxebarria, los repechitos en Uribarri, la bajada por Maurice Ravel antes de hacer el último repecho y dejarse caer por Alameda Rekalde… pero veo que el tiempo sigue corriendo y sigo dando pedales. Cruzo la meta exactamente a las 13:02, por la hora del reloj que está colocado allí. Recojo el trofeo, este año es una réplica de los antiguos mojones kilométricos, con los detalles de la Bilbao-Bilbao. Ya tiene un hueco junto a los de las pasadas ediciones.

          Una vez en el tren de vuelta a Santurce, cargo la actividad y la reviso. Han pasado 5 horas y 1 minuto desde que inicié la actividad, aunque el tiempo en movimiento ha sido 4 horas y 58 minutos. Una media final de 24,5 y casi 15 minutos más rápido que el año pasado, con el mismo recorrido. Como tengo dudas de la validez de mi reto, me emplazo al año que viene para sí que sí, tardar menos de 5 horas en hacerla contando paradas y avituallamiento. ¿Lo conseguiré?