domingo, 12 de noviembre de 2023

CAÑONES DE EBRO 2023

          21 de octubre de 2023, Asamblea de socios de BTTANDO en la lonja de Kike. Allí se fija la fecha de la siguiente salida en BTT, 12 de noviembre. Se barajan diferentes opciones y al final se opta por Las Bardenas. En el transcurso de la semana siguiente se constata la imposibilidad de realizar dicha ruta y se apuesta por volver a Pesquera de Ebro, a hacer Los Caños de Ebro. Desde mi punto de vista una apuesta segura. Mas problemas... el puente que une ambas orillas a la altura de la central hidroeléctrica del Porvenir no existe. Al parecer una riada se lo llevó hace ya algún tiempo. Consultadas las diferentes alternativas al recorrido inicial tomamos la decisión de hacer el recorrido original para una vez en Valdelateja o bien tirar por asfalto a Quintanilla o bien recorrer el sendero hasta donde estaba el puente y una vez allí volver sobre nuestros pasos hasta Valdelateja y continuar por la opción anterior. Lo decidiremos en función del tiempo disponible en ese momento.


         ENLACE AL TRACK
Varios somos los que nos apuntamos de inicio, 6 en concreto, Iñigo, Iñaki, Oskar, Alberto, Aitor y yo mismo, más tarde se animan Kike y Vero. Lopa lo valora hasta el último momento pero en un alarde de lucidez decide no participar y continuar la recuperación de su operación de menisco de una manera más razonable.

          Lejos de la cifra de participantes de aquella vez en 2018, 31 bikers, pero con las mismas ganas. El acarreo de las bizis condicionan los vehículos. Así Kike e Iñigo compartirán vehículo; Aitor, Alberto y Vero el segundo y Oskar, Iñaki y yo el que falta. Un viaje sin incidencias nos dejará en el parking del Mesón del Cañon, nuestro campo base desde el que partiremos 15 minutos antes de la hora prevista, 9.30 horas

        En el momento de salir veo con preocupación que mi tija pija no funciona como debiera. El cable se ha deshilachado y no hay retorno en el cable. Decido dejar la tija extendida y no utilizar esta durante la excursión para evitar problemas. 

          Iniciamos nuestro recorrido por asfalto desandando el trayecto realizado en coche para llegar hasta que iniciando la ascensión al puerto de la M abandonamos el asfalto por el prometedor sendero que se mete a la derecha un kilometro después. Las risas y bromas tan habituales en nuestras salidas y presentes en todo momento hasta ahora se silencian obligadas por un ascenso continuado a través de un sendero cuya inclinación y estado del firme no permiten el descuido.

          Otra vez más encabezo la ruta, en sus inicios, claro. Como me tengo por uno de los más lentos del grupo me obligo a "apretar" en estos primeros compases de la marcha. La confluencia con una pista 2 km más tarde permite el agrupamiento del reducido grupo y tras un brevísimo descenso continuaremos la exigente subida para dejar a nuestra izquierda el blasonado pueblo de Cortiguera, lugar en el que la pendiente suaviza y volvemos a nuestra animada charla.

          Estamos en el km 7,5 cuando llegamos al mirador sobre el Ebro. Uno de los lugares más emblemáticos de la ruta de hoy. Mencionar que excepto Aitor todos hemos andado ya por estos lares. Y no por ello dejamos de admirar el majestuoso paisaje que nos rodea.





          Reanudamos nuestro pedaleo cuando nos llevamos el susto de la jornada. Debido a lo accidentado del sendero Aitor pierde el control de su bizi y sale despedido hacia adelante, directo a un árbol que consigue evitar gracias  a sus reflejos. Oskar, que ve todo desde primera fila, no entiende aún como consigue no estamparse contra el árbol. Superado el susto nos encaminamos a la difícil y peligrosa bajada hacia Valdelateja. La mezcla entra las rocas firmes y las sueltas. La seguridad de hacerse daño en caso de caída. Todo nos empuja a ser prudentes y cada uno en la medida de sus posibilidades desciende los 800 metros buenamente como puede. Cuando Aitor y yo llegamos abajo ya están todos listos para continuar la ruta. 

         Antes en el mirador hemos decidido que recorreríamos los 3 km de sendero hasta el puente ausente. Consideramos que una de las zonas más bonitas del recorrido no puede ser olvidada por el hecho de tener que volver por el mismo sitio que se va. De esta forma disfrutamos enormemente del sube y baja del sendero. Saludamos a unos paisanos de Trapaga y llegamos hasta el final del sendero con la seguridad de que ha merecido la pena. Una pareja allí presente nos informa de las diferentes acciones y propuestas realizadas para la reposición del destruido puente. A ver si en futuras excursiones los proyectos han dado sus frutos.

          El regreso por el mismo sendero hasta Valdelateja nos permite recrearnos con las dificultades del mismo y volver a disfrutar. Me pasaría las horas haciendo idas y vueltas a este tramo de 3 km. Alguien, con muy buen criterio, propone almorzar. En anteriores excursiones aquí lo hemos hecho en Escalada, unos 5 km más adelante, pero el tiempo transcurre y Oskar ve una mesa de ping pong que servirá de excelente mesa de comedor para distribuir las viandas que una vez mas los miembros de este grupo devoran sin contemplaciones. Queso, chorizo, jamón, picos, lomo, anchoillas, bonito, torreznos, bombones,... sin olvidar por supuesto, la bota de vino que siempre nos acompaña en estas salidas.




          Sin encontrar una papelera en el pueblo transportamos la basura hasta la central de contenedores en las afueras del pueblo. Tramo por asfalto hasta llegar a Quintanilla-Escalada, 4 km después. Abandonamos la carretera por la izquierda y por una pista muy cómoda hacemos camino hacia Orbaneja del Castillo, siguiente lugar de parada obligatoria. Dejamos atrás Escalada y por una pista cada vez más estrecha disfrutamos de un pedaleo alegre. Un ritmo alto que si alguien debe detenerse por algo hace que quede rezagado rápidamente. 

          6 km más de disfrute total hasta llegar a las inmediaciones de Orbaneja donde nos reagrupamos. Lugar eminentemente turístico, no pueden faltar, como es obvio las fotos de rigor. Que preciosidad de lugar.


 



          Todos tenemos claro que lo más duro del recorrido está por llegar. Y llega ahora mismo, en Orbaneja. Un primer kilómetro de durísimo ascenso, apenas sin respiro nos dejará en el mirador desde donde la panorámica del pueblo es brutal. No tengo claro si la parada es por las vistas o por parar un poco el sufrimiento de la espeluznante subida. Si pensamos que lo más duro ya ha pasado estamos muy equivocados. No tanto en términos de porcentaje de inclinación si no por la irregular superficie de pedaleo. 3 km de continua subida en la que el primer km es de agónico esfuerzo constante. Si decaes o aflojas debes de poner pie a tierra. Muy difícil técnicamente. Aquí es donde un servidor pasa envidia de los eléctricos. No se preocupan de la fuerza, si no de meter la bizi por donde hay que meterla. Que se lo digan a Aitor que siguió la rueda buena de Alberto (pulmonar) sabiendo de la técnica que atesora nuestro hombre de Nocedal.

          Superado este primer km duro, tanto por la pendiente como por el firme, el sendero nos da una tregua hasta la carretera N-623, que atravesamos. El último km de ascensión desde la carretera es el que nos da la puntilla. La exigencia es tan grande que cuando verbalizo que no puedo más, que pongo pie a tierra, el bueno de Iñaki se pone a animarme cual etapa del Tour de Francia... y claro ante ese derroche de animación no puedo menos que poner todo de mi parte para superar dicho tramo justo cuando él mismo tiene una avería y debe detenerse para resolverla. Solo 100 metros más adelante termina el despiadado ascenso y allí es donde esperamos a que Alberto, Oskar e Iñaki se reunan con nosotros una vez solventado el problema de este último. 

         7,5 km nos separan de nuestro destino. Todo en descenso. Único punto conflictivo en Turzo, donde deberemos girar a la izquierda en un punto en el que en 2018 ya nos hizo dar unas cuantas vueltas. Bajada rápida, divertida. Como bien decía alguno aquí, los de las dobles, llevamos ventaja. 

          Tomado el desvío en Turzo la bajada se complica por la cantidad de piedra suelta existente. Mucho tiempo bajando, tanto que Oskar, que iba delante mío, se detiene para descansar los brazos. Pocas posibilidades de confundirse. Apenas algún desvío que hace que nos detengamos para que nadie se despiste y continuar todos juntos. 

          En un momento dado creo que pasamos por un cruce y veo que nadie viene detrás mío. Por delante Iñigo, Alberto e Iñaki. Por detrás los demás. Vuelvo sobre mis pasos hasta el mencionado cruce y espero por si acaso. Aunque la opción parece clara desconozco a donde lleva el sendero que continúa hacia abajo. El que debemos coger tira hacia arriba y parece que puede llevar a error. Un rato, que se me hace eterno, después aparece Oskar y detrás de este todos los demás, Aitor, Vero y Kike. 

          Retomamos el pedaleo y cuando parece ( a mi me lo parece) que debemos estar ya en Pesquera nos toca pedalear por un llano que pica hacia arriba durante un kilómetro y pico. Aquí una pista por el borde de un sembrado discurre paralela a un sendero mucho más divertido, por lo estrecho y el arbolado, que si no me equivoco solo cojo yo, juntándose ambos al terminar el sembrado.

          Ya está todo el pescado vendido. Llegamos a Pesquera cuando son las 13,45 horas. Ningún incidente importante. Muchas risas. Colocamos las bizis en los portas. Les doy bastante la tabarra a Oskar y al Marqués porque no estoy conforme con la colocación de mi bizi... ¡ya lo siento chicos! Tanto que todos recogen y se asean y todavía estamos allí nosotros... Un inventazo la ducha portatil de Iñigo. 

          Nos reunimos con el resto en el Mesón donde comeremos después de tomar unas bien merecidísimas birras. Tercera ocasión en la que como aquí y encantadísimo con el trato y la comida. No hay duda de que repetiremos. 

          La jamada es un auténtico recital de risas siendo objetos de las mismas Oskar y el Marqués, principalmente. Como el perro y el gato todo el día con el buen humor presente en todo momento. 

          Emprendemos regreso hacia El Valle. Aunque la vuelta se hace más larga tardamos lo mismo que a la ida. Llegamos los últimos al poli. Alberto, Vero y Aitor se despiden y el resto nos vamos donde la abuela a tomar la última y repasar las anécdotas del día. Ha sido un gran día. Todos estamos de acuerdo en que hay que hacer más de estas. Aunque la flaka es la protagonista de nuestras salidas diarias la gorda sigue teniendo el protagonismo de nuestras excursiones BTTANDO. ¡Que no se pierda!