domingo, 12 de mayo de 2019

EL CANAL DEL JUNCAL 2019 (Crónica de Alberto)

          Hace algo más de 6 meses que Natxo, David y yo fuimos a inspeccionar el recorrido de esta ruta, que más tarde íbamos a proponer al grupo. Por desgracia, el tiempo cambió radicalmente y tuvimos que suspenderla por las lluvias, ya que el canal, de 2 kilómetros por el que teníamos que pasar, estaría con agua y por lo tanto algo peligroso.

          El 12 de Mayo es la nueva fecha propuesta para poder volver a intentar hacer dicha ruta y al final con el tiempo más benévolo, 9 valientes (Iñigo, Alberto Bernaldez, Manu, Oskar, Gipu, Angel, Alde, David y un servidor), nos vamos a por ella. A  las 7:30h se queda en el poli y desde ahí, una vez montadas las bicis en los coches nos dirigimos a Guriezo.

          Ya en el coche, me viene el recuerdo de Natxo, que por estar convaleciente no va a poder estar con nosotros recordando la ruta que hicimos unos meses atrás.Una vez allí, nos entran algunas dudas sobre que ropa llevar, ya que hay 7 grados, pero sabiendo que en cuanto nos pongamos a subir nos sobrará la ropa.



          Empezamos ruta y ya empiezan los primeros problemas con los Garmin, ya que estos no cogen bien la señal. Menos mal que tenemos buena memoria y recordamos la ruta de la vez anterior. Al poco de empezar, Don Manu da con los huesos en el suelo, no sabemos si está todavía dormido o si en el café que le han preparado en el bar de la abuela, le han puesto alguna carga extra de algo. Se levanta sin problemas y sin entender muy bien el motivo de la caída seguimos la ruta bordeando el rio Agüera. Sin comerlo ni beberlo nos presentamos en el inicio de la subida, como es habitual, el jolgorio y la chachara se acaban de inmediato y cada cual va cogiendo su ritmo.


          Pasado un buen rato y con las pierna calentitas, llegamos a la estación eléctrica donde la cosa se allana y la chachara aparece de nuevo. Poco dura lo bueno y enseguida estamos otra vez tirando hacia arriba buscando el embalse del Juncal, aunque antes de esto nos quedan dos repechos de los de como dice David, se te caen los huevos al suelo. Alderete nos abre el camino, siempre llevando el ritmo justo para no abrir huecos muy grandes entre nosotros, es decir, filosofía BTTANDO.  Por fin llegamos al embalse y como no puede ser de otra forma nos tomamos un respiro y sacamos unas fotakos de las buenas. Precioso lugar y preciosas vistas. Curiosamente, nada más bajarme de la bici,  me encuentro una moneda de 2€ gracias a mis lentillas supersónicas.


          En esta ocasión el nivel del agua está muy por debajo de la anterior vez. Se nota que el invierno ha sido seco. En esta segunda foto se puede observar los acoples de la bici de iñigo que no sabemos porque aparece y se cruza en muchas de nuestra fotos. Al fondo podemos ver la ermita de la virgen de las nieves.

          En poco más de diez minutos llegamos al canal del Juncal. Bajamos directos a él y Alde es el primero en entrar. Se queda mirando una vaca muerta en proceso de descomposición, cuando delante de él, un buitre, que a buen seguro se la estaba comiendo, sale justo delante suyo a unos 10 metros. Le digo que pare (Alde no lo había visto al estar mirando la vaca) ya que el buitre ha salido corriendo delante de su bici y se queda unos segundos delante nuestro, hasta que se deja caer por la vaguada.
Empezamos nuestro trayecto por el canal y Oscar me dice que recuerde que llevamos 12,1 kilómetros, de esta manera sabremos cuanto tiene de largo cuando lo terminemos. Las vistas a nuestra derecha son espectaculares, ya que tenemos una impresionante vaguada llena de árboles autóctonos y de variadas especies (robles, hayas, acebos, espinos…)




         Como se ve en la imagen, el canal tiene algo de agua y en algunas zonas patina y si no que se lo digan a nuestro amigo Angel. Al final del canal, una cabra que está dentro nos obliga a minorar la marcha y así será hasta que se acabe el canal.

          Pasado el canal mayor, entramos en un hayedo impresionante, en el cual discurrimos por la derecha de otro pequeño canal. Es un sendero precioso y serpenteante, por él no te puedes despistar, ya que hacia la derecha hay una caída que en algunas zonas es considerable. La zona es digna de pararse y deleitarse con los grandes árboles y con el verdor de la zona.


          Al final de este hayedo, llegamos a un puente de madera y una vez cruzado, optamos por hacer el merecido hamaiketako.




Como mesa de operaciones elegimos el tronco de árbol más horizontal posible.




Al chico este de OMEGA nos lo encontramos por allí perdido y le invitamos a comer algo.



El de Aramaio dando lecciones de bota.

          Una vez finiquitadas las viandas, seguimos nuestra ruta. Con la tripa llena, nos toca subir un par de repechones de los jodidos de verdad y con mucha piedra suelta. A toro pasado, tanto David como yo, creemos que hubiera sido mejor hacer el hamaiketako debajo mismo de la virgen de las nieves, pero no sabíamos si iba a hacer mucho aire o no. En nada llegamos al cruce de la carretera y Alde nos dice agur, ya que va mal de tiempo, pues su mujer trabaja por la tarde y él se tiene que hacer cargo de los niños. Nosotros nos dirigimos a las faldas de la virgen de las nieves. Angel comenta que otro día vendrá y subirá hasta arriba, pero andando claro!! Subir en bici parece complicado por el desnivel de la propia subida.



          Ya solo queda tirarnos para abajo. Por no dar la vuelta a la virgen y retomar el camino andado, decidimos bajar por un sendero muy técnico y peligroso que nos obliga a desmontar de la bici varias veces. Ya en la pista de bajada al pueblo, Oscar se detiene de repente al oír unos ruidos en la parte delantera de su bici. Cuál es nuestra sorpresa, cuando nos dice que lleva el cierre rápido de la rueda totalmente suelto. Menos mal que no le ha dado por pegar algún salto!!!

          Solucionado el percance, seguimos nuestro descenso y nos detenemos de nuevo. Una bella “pastorcita” nos pide que esperemos para no asustar a sus vaquitas, ya que está intentando meterlas en una campa próxima. Alguno de los allí presentes, nos hace ver los buenos atributos de dicha pastora jiji y ahí lo dejo, que si no todo se sabe.

          Llegados a los coches, montadas las bicis en los portas y adecentados un poco, nos dirigimos a recoger el premio a tanto esfuerzo. Esa caña de cerveza fresquita acompañada de una chica en minifaldas y de la pastorcita que curiosamente nos encontramos en la terraza del bar. DIOS EXISTE!!!