domingo, 29 de enero de 2017

DOS AÑOS DESPUÉS... ¡KOLITZA! (desde Trapaga)

          El pasado sábado fuí consciente de que el tránsito por la Vía Verde de los Montes de Hierro era posible. Por lo menos en fin de semana. En ese momento una ruta que había quedado aparcada en un rincón de mi memoria vuelve a coger protagonismo. Desde que comenzaron las obras hace dos años su realización era algo impensable. Hasta ahora siempre que me había acercado a Kolitza había sido entre semana, aprovechando mis días libres. Esta opción no es válida ya que a diario continúan los trabajos en la Vía Verde.
       
           Para este fin de semana el plan mayoritario que se ha ofrecido en el grupo es de flaca. No me apetece demasiado pero siempre he preferido salir acompañado antes que en solitario. Cuando me detengo a ver quienes salen con la flaca desisto. Un montón de mákinas con ganas de rodar rápido para los que solo voy a ser un estorbo. Debido a mi bajísimo nivel de forma (y elevado número de kilos, directamente proporcional) no seré de la partida. Al poco leo que Txerra y Rubén darán un estupendo paseo por las inmediaciones de Ganeran. Hablo con ambos pro privado y les explico mi incertidumbre, "quedad vosotros y si no estoy no me esperéis".

           Las dudas no se despejan hasta el último momento. Quiero ir a Kolitza pero no se si la pereza del madrugón y de ir en solitario me impedirá la excursión. Cuando son las 8.00 horas y después de avisar por whatsapp a Txerra para que no me esperen emprendo mi ruta. ¡Kolitza me espera!
Ermita de Kolitza

          La decisión de ir hasta Kolitza conlleva una serie de reflexiones. Deberé madrugar mucho para no volver a casa a las mil. Hasta las 8.30 horas no amanece por lo que si pretendo salir antes de esa hora deberé poner el foco a cargar. Calculo que sin incidentes y en el peor de los casos en cuanto a estado de forma, una duración de 6 horas de pedaleo, con alguna incidencia... 7 horas. La ilusión puede más que la pereza y las horas de pedaleo que tengo por delante suponen para mi un aliciente más. Cuando antiguamente me veía obligado a pedalear en solitario por mis horarios difíciles, envidiaba las rutas en grupo y cuando participaba en una de ellas el recuerdo permanecía en mi memoria y me acompañaba en mis rutas en solitario. Ahora es diferente. Cuando por la razón que sea tienes la oportunidad o te ves obligado a ir sólo... Son además momentos especiales, con incentivos diferentes, ilusiones... y no tiene siempre uno la suerte de encontrar compañía para estas locuras mañaneras. Recuerdo a bote pronto "paseos especiales" con Lopa, con Iñigo, hace bien poco en Cañones con Iñaki, ... más lejos quedaron el Tour, el Camino, ... ¡se me va la pinza!   

          El miedo al "tiempo", a no poder cumplir el horario hace que imponga un ritmo que intenta ser alegre pero que no lo consigue. Cuando transcurrida poco más de media hora de pedaleo dejo atrás el asfalto y me adentro en la pista de la Vía Verde constato lo flojito que estoy y lo espacio que ruedo. Otro de mis temores es que no se cuanto puede suponer el retraso causado por los "obstáculos" de las obras en la Vía Verde... Tres o cuatro pasos en los que deberé descender de la bizi para salvar diferentes saltos o barreras en el camino. El desvío para salvar el paso de la carretera de Sopuerta que no se puede hacer aún por el punete de madera, ...  todo ello me hace ser constante en mi esfuerzo pero sin exprimirme, sin que la intensidad del esfuerzo me impida "sentir" la maravilla que me rodea, el entorno por el que pedaleo. Privilegio al alcance de la mano que en estos dos años de obras se añora en demasía.

          Voy cumpliendo los tiempos previstos, es más, llegando al Arenao veo con satisfacción que hasta allí sólo he invertido una hora de pedaleo, a la altura de mis buenos tiempos cuando la Vía Verde era para mi lugar diario de paseos. Ni aún así me detengo a sacar fotos. Sigo pedaleando. Intento hidratarme lo necesario pero soy rácano en el beber. Entre la Aceña y El Arenao disfruto como hacía tiempo.... De los dos árboles que impedían la ciclabilidad en sendos puntos de este tramo el otro día, sólo queda uno. El entorno es bestial. Como he dicho ya muchas veces... la parte más bonita de la Vía Verde, .. ¡me siento inmerso en plena naturaleza!

sentido La Aceña

Sentido Arenao
          Cuando llego al Arenao me desvío para poder pasar al otro lado del puente de madera sin cruzarlo. Atravieso  las obras de la depuradora que, si no llego a pasar el otro día por aquí hubiese pensado que era imposible... y sigo disfrutando por una pista, ahora ya bien pisada, hasta llegar a las inmediaciones del barrio minero de El Castaño. De ahí al inicio de la cuesta que me deja en la cantera apenas un suspiro. Cuando superada con dificultad la "peazo cuesta" llego a la terraza que permite la visibilidad de la cantera me doy cuenta de todo lo que puede cambiar una cantera en un mes de trabajo. La verdad es que el cambio ha sido grande. 
Por ahí abajo, a través de un tunel, discurría la antigua vía de ferrocarril minero.
          Disfrute, disfrute, disfrute, .... ¡ostias! ¡Si no he cogido la bomba! Durante unos minutos valoro la situación. Hasta este momento no me he encontrado con nadie en todo el recorrido. La parte más complicada en cuanto a riesgo de pinchazos, lkas obras, ha quedado atrás. La grupetta que salia de Trapaga con la flaca iba a venir por aquí.. los horarios son parecidos... quizás me encuentre con ellos..
Y decido seguir adelante. Aunque no es una cosa que me obsesione sí soy consciente de que tendré que pedir "socorro" si tengo un pinchazo... en fin, que le vamos a hacer... ¡disfrutemos!

          Cruzo la carretera que sube a Alén y por una pista hormigonada supero un pequeño repecho que me permite contemplar y fijarme por primera vez en mi objetivo de la jornada.... ¡el Kolitza!
Al fondo.... Kolitza
           Echo en falta el perrillo que atado a una cadena salía ladrando cada vez que pasaba por aquí. Luego en el regreso sí saldría, quizás era demasiado temprano para él. Atravieso la zona de los cargaderos recuperados a la frondosa vegetación que los había mantenido ocultos durante demasiado tiempo. Estoy tentado de parar a fotografiarles... no, hoy no. ¡Maldito reloj! Todas las fotografías que estan expuestas en esta crónica las obtuve en el regreso, cuando ya tenía mascado que los tiempos me eran favorables.

          Decido repostar antes del paso por los túneles que preceden la llegada a la estación de Traslaviña en un último intento de divisar a los de la flaca. En vano. Traslaviña, Una hora y tres cuartos de pedaleo efectivo me ha supuesto llegar hasta aquí... Repasando mis mejores registros veo que una hora y media es mi mejor tiempo. Pues pensaba que iba a tardar bastante mas... mis previsiones eran 2 horas. 

          Y ahora nos toca lidiar con la parte menos agradable del recorrido. Subida al alto de La Herbosa por asfalto para girar a la derecha y siguiendo por asfalto también tomar dirección a Kolitza. Nada más comenzar a rodar por este ramal que se inicia en el Alto de La Herbosa a mano izquierda dejamos la preciosa pista que asciende a La Garbea, totalmente recomendable. Una subida implanteable hoy por el retraso que me ocasionaría. En abril dicen que abren sin restricciones la Vía Verde. Entonces será el momento de Combinar La garbea y Kolitza como en un par de ocasiones anteriores.

          Algo más de 7 kilometros me separan del inicio de la "verdadera" subida al Kolitza. Combinando asfalto y pista con grijo compactado en una ascensión suave que nos permite recrearnos en un día claro con el espectacular paisaje que nor rodea. 

          Hasta 4 zig-zags serán necesarios para alcanzar la "archiconocida" ermita, el tercero de ellos nos permitirá adentrarnos escasos metros en Burgos, Castilla-León. Mucho viento en la cima. Demasiado. Y frío. Un frío glacial que evitará poder deleitarme con las maravillosas vistas que nos permite disfrutar la cima de este "MONTE BOCINERO" de Kolitza. 
Al fondo nevados, La Lunada, La sía, ... 
          Se nota que es domingo. Bastante mendizale en las inmediaciones en contraste con los días de diario. Tres horas de pedaleo efectivo me han traído hasta aquí. El regreso promete diversión, tengo margen por delante. Espero tener suerte con los pinchazos. 

          El retorno es un disfrute continuo, con paradas para obtener las imágenes que ilustran esta crónica. Pedaleo favorable que me permite avanzar con celeridad. Tengo suerte, mucha suerte y no pincho. Son las 13.30 horas cuando llego a casa. Disfrute total. Alegría inmensa por haber satisfecho una ilusión. La siguiente... cuando abran la Vía Verde...jueves ... será la ocasión para volver... para ascender La Garbea y Kolitza... GOZATZEN!!!!!!!