domingo, 15 de febrero de 2015

GANERAN... ¡ Y GRACIAS!

          7,30 horas cuando suena el despertador. ¡Joder, no hace ni tres horas que me he metido en la cama! 15 minutitos más... cuando me levanto veo el whatsapp de Oskar: ¿estás vivo? Creo que sí, ¿llueve? le contesto. No, ahora no, me dice. ¡Joder, que putada, pues habrá que ir! me digo para mis adentros. Estaba anunciado mal tiempo, sabíamos que habría juerga la noche de carnavales, eramos conscientes de que varios, prudentemente, habían renunciado a quedar, ... Varias fueron las veces que Gorka insistió... ¿pero al final el domingo va alguien? Que sí, hombre, .. que sí. Las ganas de estrenar la equipación de BTTANDO junto con las seis semanas sin pedalear con estos monstruos, me convertían en un fijo en la salida del domingo, causas de fuerza mayor impiden que Jabi pueda estrenar su bizi, confiaba en que Oskar no fallaría. Lo que no imaginaba era que sin avisar, a la chita callando Lopa se animaba en última instancia. De esta forma la excursión de hoy la componemos Alde, Oskar, Lopa y yo. Sólo nos falta el tambor.


          Pasan de las 8,30 horas cuando salimos juntos Oskar, Lopa y yo desde boxes. Gorka nos espera impaciente en la fuente y en cuanto repongo agua emprendemos el ascenso por carretera asfaltada hasta el depósito de aguas de Trapagaran, donde nace la pista que nos llevará hasta nuestro querido Pirulí. No llevamos 100 metros de recorrido y me doy cuenta de dos detalles que me acompañarán durante toda la mañana: el primero, la lluvia. Con poca intensidad todavía pero que no nos abandonará en toda la ruta. Segundo e igual de ingrato que el anterior, los culos de Gorka y Lopa que no dejaré de ver hasta las inmediaciones del Monte Mendibil. Oskar, misericorde, me acompaña durante toda la ruta como si de un niño pequeño se tratara. Sabía que iba a sufrir, sabía que iba a salir en todas las fotos, ...

          El trayecto hasta el comienzo de la pista siempre me resulta ...¡un tostón! La tensión que sufro en este tramo se convierte en relajación en cuanto nuestras ruedas abandonan el asfalto. Allá delante, a unos 50 metros, Lopa y Gorka. Oskar a mi lado, intentando darme conversación que termina en monólogo porque soy incapaz de mantener la charla. Llevamos 25 minutos encima de la bici cuando la distancia entre los dos de cabeza y nosotros se reduce paulatinamente. No, no es que vayamos los de atrás más rápido. Se acerca el cruce del cuestón y quieren asegurarse de que vamos todos por el mismo lado. Cuando Lopa y Gorka plantean las opciones me doy cuenta de que para ellos ir por "lo fácil" es desviarse, el camino discurre por el cuestón: "¿ Vamos derechos o tiramos por la izquierda?", preguntan. Sonrío para mí, yo siempre he considerado que la pista va por la izquierda y que el desvío es por la derecha. Cuestión de interpretaciones. "Mi dignidad me impide responder" les digo. Serán c... ni dudarlo oye....¡por el cuestón!


Gorka le sigue la estela a Lopa que nos regala estas fotos

Tan rápido que sale movido, empezó el cuestón detrás mío. A mi ni se me ve

Mi objetivo hoy no es otro que terminar sin perder la sonrisa
Gorka en primer plano, Lopa con Culotte corto  y el menda al fondo
          Superada la primera dificultad seria de la jornada continuamos la ascensión con el acompañamiento de una pertinaz lluvia. Tan desagradable está el asunto que Lopa ya avisa: "yo me bajo con Gorka". ¿Pero como no vas a tener frío alma cándida? ¿a quien se le ocurre salir hoy de corto? Luego dice que pasa frío...¡nos ha jodido! En fin... a su edad...no le vamos a cambiar ya.

         Tras las nevadas de días anteriores y la lluvia de todo el día de ayer, el agua hace su aparición en todos los lados. Miremos a donde miremos vemos arroyos. Algunos son habituales aunque eso sí mucho más caudalosos de lo normal, pero otros no. La tierra no da abasto para absorver tan ingente cantidad de agua, seremos conscientes de ello más tarde. 

          Por mi parte voy al tran tran. En una ocasión me dice Oskar que estoy subiendo mucho más rápido que entre semana. Iluso de mi, le creo aunque se lo niegue. Cuando vamos pasando por los puntos que tengo muy bien referenciados me doy cuenta de que estoy subiendo más lento todavía que la última vez. Lopa y Gorka se quedan helados cuando se detienen a esperar, calculo que más de cinco minutos, en la llegada al asfalto de los merenderos de Argalario. Lopa vuelve a insistir que se baja con Gorka. ¿que fue de ese Lopa que llegaba arriba, bajaba a buscar a uno, volvía a subir, volvía a por los rezagados, ...? Tan falto de forma está? ¡pues cuando esté bien..! 

Merenderos de Argalario
          La llegada al Pirulí ponte punto y final al primer tramo de ascensión de la jornada de hoy. Iniciamos un ... no tan rápido descenso como otras ocasiones. La cantidad de agua, lo blando del terreno, provoca que tengamos que intensificar nuestra concentración. En la bajada de la campa con su rampa final es Lopa el único que consigue subirla. Yo me quedo a media rampa y molesto a Oskar que no tiene más remedio que poner pie a tierra (no creo que lo hubiese conseguido tampoco), Gorka ha elegido bajar por la pista.

          En las inmediaciones del cementerio de La Arboleda Gorka se despide de nosotros (obligaciones familiares) y Lopa cumple su amenaza y se larga con él (no he encontrado la forma de poner gallinas aquí). Lástima, comentamos Oskar y yo, madrugón del cuatro ... ¿para andar sólo hora y media en bici? ¡Pero si estamos calados desde hace rato! Ganeran será nuestro destino hoy aunque tenemos serias dudas de poder llegar y bordearlo como tenemos por costumbre. Bueno ya veremos, mientras disfrutemos. 

          Recorremos el tramo que nos lleva hasta El Txaparral con más pena que gloria. La bajada de la campa donde intentaron ubicar el cementerio de Sestao,  despacito, mucha agua, muchísima agua. En el sendero trialero de después del escalón, vuelvo a obligar a Oskar a poner pie a tierra. Cuando llegamos al Centro de Interpretación ambos pensamos lo mismo: "nunca he visto tan pocos coches como hoy". Contando con que dos de ellos son los que corresponden al personal del Bar y del Centro, llegamos a la conclusión de que un par de locos más (por lo menos) tienen las mismas ganas que nosotros de disfrutar de este día de perros. A estas alturas creo que ya no queda ningún rincón de nuestros cuerpos que esté seco.

          
Esta es la última foto antes de que el móvil de Oskar dijese basta
          Cuando llegamos al Collado en el que habitualmente repostamos lo que hacemos es meter presión a mi neumático trasero que venía demandándolo desde hacía ya demasiado rato. Intento por todos los medios no tener que cambiar la cámara. ¡vaya suplicio sería en estas condiciones! Dejamos la barrita para un poco más adelante y continuamos hacia arriba pensando ya que contentos si somos capaces de llegar al Collado de Ganeran. La cantidad de agua que baja por la pista es tal que crea arroyos en ésta.

          Antes de llegar al cruce en el que tomamos la pista por la que bordeamos el Ganeran y debido a la cantidad de nieve en pista que impide nuestro normal pedaleo, ponemos en práctica ya la solución para poder llegar a nuestra meta. La única posibilidad ciclable es directamente por el arroyo que discurre por la pista. De esta forma, oscilando con unas profundidades de entre diez y veinte centimetros de agua por termino medio comenzará nuestra agonía final. ¡pero que agonía eh Oskar! Goxatzen, ... como te gusta decir a tí. El esfuerzo es terrible para mí debido a la inactividad pero no creo que Oskar vaya mucho mejor. Me duelen las patas hasta decir basta. Las oscilaciones del agua dan una pista del obstáculo que se encuentra debajo, pero sólo son suposiciones. Aunque a priori pudiésemos pensar que pondríamos pie a tierra en numerosas ocasiones, lo cierto es que nos quedamos cortos. Pusimos pie a tierra muchísimas más, pero no tantas como para quitarnos las ganas de llegar a nuestro destino.

           Después de dos horas y veinte minutos lo conseguimos, lo que no suponía yo era que la recompensa era arreglar el pinchazo cuando más llovía, cuando más frío hacía, ... ¡pobre Oskar! ¡vaya compañía que te has buscado! A pesar del frío y la lluvia creo que fué un arreglo bastante rápido, incluyendo una barrita el tiempo invertido en el total de la parada técnica no llega a 15 minutos. Pero en esas condiciones estoy seguro que a Oskar se le hizo muuuuuuucho más largo. Aquí comentábamos los dos, ... menos mal que Lopa se ha dado la vuelta.
Oskar después de reparar el pinchazo. Mi movil por poco también dice basta
          Lo de bordear el Ganeran impensable... e imposible además, por lo que, después de "abrigarnos?" con el chubasquero deshicimos el camino recorrido. Lo que nos costó entrar en calor... No dimos pedales en serio hasta llegar a Triano, aunque la tensión por la dificultad del camino dejaba en un segundo plano el frío que sentíamos. En mi caso no me atrevía a soltar frenos como en otras ocasiones por miedo a no poder apretar suficientemente las manetas para detener la bici. Tan ateridos estábamos que decidimos bajar por La Orconera pero sin tomar el atajo previo por miedo a no poder cruzar el río que siempre lleva agua. Cuando pasamos por allí por el otro lado nos dimos cuenta del acierto de la decisión.

          Ante la pregunta de Oskar para lavar las bizis propongo Ugarte pero al llegar a La Orconera Oskar piensa que mejor en Sanfuentes para no tener que pedalear hasta el Valle. Ascendemos la durísima cuesta hacia Cadegal para dejarnos caer a Gallarta y despues de lavar las bizis por carretera hasta casita.

       ¿Tontos? ¿Locos? que digan lo que quieran pero lo que tenemos claro es que una vez más hemos disfrutado de un "infernal" y "dantesco" día de BTT. Goxatzen!!!!!!