domingo, 23 de noviembre de 2014

REDESCUBRIENDO ORDUÑA

          Ruta especial.Parece que hemos cogido la costumbre de hacer una "especial" al mes. ¡ Que bueno! El Canal del Juncal en Septiembre, Gorbea en Octubre, ... ¿ que hacemos en Noviembre? Los condicionantes son muchos. El climatológico el más importante. Afortunadamente el otoño está siendo muy benévolo y el barro todavía es ciclable en muchas rutas más propicias, quizás, para el verano. ¿ Por qué no... Orduña? Y es que desde que mi compi de curro planificó su excursión a Orduña, una sana envidia se apoderó de mí. Comentandolo, resulta que Iñigo ha realizado la ruta hace relativamente poco y le encantó, tanto que está dispuesto a enseñarnosla de primera mano. Desafortunadamente Borja no puede acompañarnos pero me indica el recorrido de manera tan exhaustiva que casi casi lo calcamos. En el poli de Trapaga quedamos para salir Jabi, Iñigo, Iker, Manu, Iker, Gorka Alderete, Txemi y yo. A las 7:55 nos ponemos en marcha rumbo a Orduña. Cuando salimos vemos a Oskar que ha quedado con Jon y Lopa para "aprenderse" la Pedales Corta. En esta ocasión no nos acompañarán. Ellos se lo pierden, ...

                 Casi sin darnos cuenta hemos llegado a Orduña y nos dirigimos al Santuario de Nuestra Señora de La Antigua, punto desde el que iniciaremos la ruta de hoy. En esta ocasión y no se muy bien porqué tardamos muchíiiiiiiisimo en salir. ¡ Y todavía nos falta comprar el pan! Nos acercamos al nucleo urbano de Orduña para adquirir tan fundamental avituallamiento. Casi, casi, a decir de los presentes localizamos la panadería por el olfato... vale sí, también por las indicaciones de la gente amable de Orduña. Lo peor del pan es meterlo en la mochila, nadie lleva espacio suficiente. Al final que si una barra por aquí, media por allá, ... empezamos nuestra andadura para no detenernos ya cuando todavía no son las 9:00 horas de la mañana. Casi media hora despues de lo previsto. El retraso será la tónica habitual de la jornada. No seremos conscientes de ello hasta mucho después.

En busca del pan. Al fondo arriba el objetivo de la jornada

Sin darnos cuenta ponemos un ritmo demasiado exigente al comienzo
          Gorka, Iñigo y yo abrimos la comitiva, por asfalto todavía, por la carretera que conduce al puerto de La Barrerilla. El inicio en ligero descenso y el tiempo que hemos tardado en partir logran que pongamos un ritmo demasiado alegre para casi todos (incluído el menda). En las primeras estribaciones del puerto solo se oyen jadeos y las recomendaciones, ...¡ esperamos eh!

          Abandonamos la A-2521 y ascendemos al barrio de Aloria donde definitivamente abadonaremos el asfalto y comenzará nuestra agonía. Las primeras cuestas provocan los primeros comentarios. "¡joder!, parecido al Pirulí decía". El objetivo de los comentarios Iñigo, que con una sonrisa imborrable soportó nuestras chanzas durante toda la mañana; esto fue solamente el comienzo. Estas mismas cuestas ponen de manifiesto las diferencias de forma y técnica entre nosotros. Así, mientras los primeros eran los que abrían siempre los portillos que cerraban nuestro camino, los últimos se retorcían para que los anteriores no tuviesen que esperar tanto. Muchos, yo entre ellos, agradecíamos enormemente el parar a esperar. ¿Que hubiese sido de nosotros si no hubiesen venido los más lentos? Yo al menos habría padecido lo indecible. Además, demostramos como siempre que todo el mundo puede venir con nosotros, absolutamente todo el mundo. Otra cosa ya es el disfrutar. Quiero creer y deseo con todas mis fuerzas que a estos los más lentos, la angustia de ir al final, el pensar que me estan esperando, ...no sean óbice para que disfrutaran de una maravillosa mañana de domingo al igual que el resto.

          La experiencia del Gorbea en el que más de uno pasó frío en la cima consigue que hoy, por lo general, seamos más prudentes y vayamos más abrigados. Craso error. La ausencia total de viento durante toda la subida junto con la temperatura más que agradable provocan que la ropa nos agobie, nos sobre todo. Algunos se detienen para quitarse ropa. Otros cuando se detienen para quitarsela ya no merece la pena. Arriba corre el aire y quitarse las prendas de abrigo dejando nuestro cuerpo completamente mojado por el sudor expuesto no es para nada recomendable.

El otoño en todo su esplendor. La alfombra de hojas secas es una constante en toda la ruta

Uno de los primeros portillos. Gorka en la apertura. Decía que el siguiente le tocaba a otro, ... jajajajajajaja

Punto de espera después de un subidón impresionante. El punto de mi mayor numero de pulsaciones de toda la marcha

Grado de pendiente junto con pedregal, .... ¡fuerza y técnica! A veces ni así. 
          Después de 50 minutos de tiempo real pedaleado y bastante más tiempo transcurrido dejamos atrás lo más duro, son 7 los kilómetros recorridos, las pendientes se suavizan. El pedaleo se hace más fluido. La desaparición de piedras ayuda bastante hasta que nos topamos con unos 200 metros de terreno fangoso en el que más que pedalear patinamos. Los recuerdos de La Pedales 2013 y la Bilbao Xtrem 2014 acuden a mi mente, menos mal que sólo son eso, 200 metros en los que ni siquiera echamos pie a tierra. Poco después una pedregosa bajada nos lleva a la cima del puerto de La Barrerilla, el cual atravesaremos para tomar de frente un singletrack absolutamente precioso. Es uno de esos momentos en los que no encontramos las palabras adecuadas para describir lo que nos rodea. El espectáculo visual nos cautiva y produce tal subidón que nuestro pedaleo, a pesar lo de sinuoso del terreno, vuelve a aumentar en intensidad.

          A la izquierda dejamos el pueblo de Untza y continuamos por un sendero, ahora ya más abierto que busca sin dilación los cortados de la Sierra de Gibillo con sus espeluznantes vistas hacia el cañon de Delika, en cuyo vértice mas septentrional se encuentra el nacimiento del rio Nervión. Estamos teniendo mucha suerte con el tiempo y las vistas que desde aquí observamos son buena muestra de ello. Ahora que puestos a pedir... ¡ que pena que no esté más limpio, más despejado!        
         
A Gorka le toca abrir casi todos los portillos, ¿por que será?

Otro reagrupamiento. El buen humor y la camaradería siempre presentes. No podría ser de otra forma

Preocupación de Iker. Una vez más la batería de la GoPro se la juega. Manu y Jabi muestran su interés
Iker intentando acercarse al caballo, ...¡ se espantará!
Las fotos no hacen justicia a la realidad. La mejor manera de verlo... ¡ acompañarnos!

El cercado nos permite rodar con tranquilidad

En medio del monte. No parece tener mucho sentido. ¿ Hasta aquí se puede y a partir de aquí no?
          Pasa el tiempo casi sin darnos cuenta y cuando cruzamos el cauce completamente seco del rio Nervión antes de su famoso salto recordamos de pronto la imperiosa necesidad de almorzar. Tras casi dos horas de pedaleo real para algunos y bastante más para otros, la necesidad de alimentarnos se manifiesta. Decidimos acercarnos a una especie de marquesina que se encuentra poco más adelante, allí estaremos protegidos del aire fresco y daremos buena cuenta de las viandas que nos esperan. 16 km han quedado atrás.

Jamón, queso, anchoas, chorizo de León, ciruelas pasas, chocolate, más queso, más chorizo, salchichón... 

De izq a dcha: Txemi, Jabi, Gorka, Iñigo, Iker, Manu e Iker, ninguno tiene la boca vacía
          Es casi como si hubiesemos llegado a la civilización. Se palpa el poder de atracción que tiene el Salto del Nervión. Toda la mañana sin ver a nadie y ahora parejas, familias, cuadrillas, perros, ... parece que todo el mundo quiere apuntarse al hamaiketako. Una vez hemos terminado con todo el alimento nos acercamos al Salto. Está petado de gente, el buen tiempo ha animado a muchos mendigozale a calzarse las txirukas y estirar las piernas en un entorno único. Realizadas las fotos de rigor toca ponerse en marcha de nuevo. Continuamos por un sendero que sigue perfectamente la linea del cortado. Al llegar a un cruce una senda que continúa por la derecha nos hace dudar. A Iñigo le comentaron en su día que no es ciclable. Manu nos indica deguir de frente. El track que se ha bajado muestra su utilidad en este momento y nos conducirá por el interior de un hayedo, sobre una moqueta de hojas secas que impiden vislumbrar el sendero. Se diría que es terreno virgen. Y creo que manifiesto el sentir de todos al decir que nos embarga la emoción. Sólo por este tramos de apenas 2 km merece la pena repetir la ruta.
       
Mirador del Nervión. Sobre el precipicio.

Txemi. Esa sonrisa que casi no cabe en su cara es fiel reflejo de la satisfacción que siente

Entorno único, inédito, virgen, ... y sobre todo.... ¡espectacular!

Manu, el guía en este tramo yerra en un cruce. Es la explicación de tener que esperarle
          El sendero nos acerca hasta un cruce en el que un apacamiento con unos cuantos coches nos recuerda lo cerca que estamos de la civilización. Menos mal que abandonamos la pista principal de inmediato para tomar la que nos conducira hasta el monte Santiago. Lo espectacular del sendero anterior nos ha ocultado lo desagradable que puede llegar a ser reiniciar la marcha con el estomago lleno, más aún cuando la pista por la que transitamos pica visiblemente hacia arriba. Otra vez más nos alejamos unos de otros; otra vez más nos esperamos gustosos. En estas estamos cuando llegamos a la Esquina de Rubén
Manu y Txemi, socios en lo laboral, en el Mirador de La Esquina de Rubén

Aquí no hay cercado. Prudencia

Experto en grabaciones de video a una mano. Posibilidad de impartir cursos. Preguntadle.

"La puta batería", ... frase más repetida por Iker. Bueno, en reñida disputa con "GoPro de los cojones"


A veces al lado de un portillo hay paso para peatones. ¡ para peatones Iker!
          Tres kilómetros nos separan del alto del puerto de Orduña. Hace un buen rato ya que sabemos que vamos de culo en relación al horario previsto. En esta ocasión el papel de ... "venga vamos" que normalmente asume Oskar, lo acepta gustoso su buen amigo Jabi. No recuerdo muy bien la cantidad de portillos que atravesamos, ¿quizás una docena?. De la misma forma tampoco recuerdo las veces que las palabras mágicas salieron de los labios del giputxi. Una docena seguro que son demasiado pocas. ;-)

          Me retraso cerrando otro vallado y cuando me reuno con el grupo estamos ya en el alto del puerto. La Virgen se ve todavía demasiado lejos. Son casi la una del mediodía. A esta hora pensabamos estar de vuelta en Trapaga. 10 kilometros por delante de los cuales la gran mayoria son en ascenso. De vez en cuando se oye una voz que dice: "lo negaré todo". Jajajajajajaja. Risas, muchas risas, buen rollo. 

           El querer adelantar nos hacen olvidar lo "jodidos" que vamos todos. Afortunadamente entre tantos siempre hay alguna voz prudente que nos recuerda que debemos esperar, que tenemos que ir más despacio. El ascenso hasta la Virgen no es en sí mismo nada del otro mundo si no fuese por las panoramicas que nos rodean. Pista pedregosa, incómoda, pelín desagradable. Cuando paramos a reagruparnos .... ¡ El Pico del Fraile! Ni por lo más remoto hubiese supuesto que estaba aquí. Y es que los recuerdos de hace mas de 35 años empiezan a aflorar. Fueron muchas las ocasiones en las que mi padre me trajo a estos parajes en los que nos encontramos. Allá por finales de los 70 en mañanas de domingo como hoy ascendimos Txarlazo, Txolope, Solaiera, Atezabal, Bedarbide, Tologorri, ...

           Sugiero que los más... "cansados" empiecen el tramo final de la ascensión y los más "descansados" nos quedemos a esperar a los que faltan. Txemi aparece poliki, poliki. Totalmente acalambrado. Tiene que estar sufriendo la hostia y no pierde la sonrisa de la cara. Venga va, ... suave, suave, .. ya está chupado. El penúltimo esfuerzo, cada uno a su ritmo. Un ligrísimo sirimiri hace su aparición. ¡ Mierda! las previsiones meteorolócicas se cumplen con admirable precisión. La bajada puede ponerse complicada. Los primeros esperan a los pies de la Virgen la llegada de los demás. Sirimiri, viento, frío, ... Hay que darse prisa con las fotos. Terminamos de inmortalizar el momento y vuelvo a sugerir que los menos hábiles pueden iniciar el descenso. Los demás les seguiremos poco a poco. Cuando inicio el descenso desde la Virgen y veo que en el inicio de ladera de enfrente varios comienzan a ascender no doy crédito. ¡No me jodas!¿ Para arriba otra vez? ¡ Es imposible! Y en ese mismo instante veo a Iñigo y Jabi a mi derecha en un desfiladero que todos los demás ni habían visto. ¡ Menos mal! ¡ Para abajo!
Pico del Fraile. No recordaba que estuviese aquí
35 años después. La misma ilusión

          Esto si que lo recuerdo. ¿a cuantos años atrás se remontará la utilización de este camino como puerta de acceso a la meseta? El desfiladero impone. Abrimos el último cercado y nos preparamos para descender con muchísima precaución la última dificultad del día. Muchísimas piedras incrustadas en el camino, mojadas por el sirimiri, fuerte inclinación, ... Todos estos factores junto, quizás, con la confianza que el recuerdo de la última vez que pasó por aquí le viene a la memoria dan con los huesos de Iñigo en el suelo. No veo la caída, pero el sonido producido por el impacto me produce escalofríos. Miro por el rabillo del ojo y veo que se levanta. ¿Estás bien? le grito. Sí, sí, no ha sido nada, contesta, y sigue, nada ostias, me dado en todos los h. Consigo detener mi bici poco más adelante y ya puedo mirar en condiciones para atrás. ¡ Que tío! Ya está montado en la bici dispuesto a seguir descendiendo.

        Superadas las dos zetas iniciales el resto del descenso es para disfrutar. Con cuidado para no molestar a los numerosos mendizales que transitan por la bajada. Absolutamente todos ellos nos facilitan el paso y absolutamente todos se llevan nuestro agradecimiento sincero. Un par de paradas más para obtener las últimas instantáneas, facilitadas por el descenso seguro de parte del grupo son la despedida de otra inolvidable jornada de bizi.

          Hay muchos factores que condicionan el desarrollo de una excursión en BTT, muchos de ellos incontrolables como el meteorológico, los pinchazos, ... otros perfectamente controlables como el estado de la bici, la prudencia en la conducción, ... pero quizás el más importante de todos ellos sea la compañía de con quien pedaleas. Con compañía como la vuestra el buen rollo, el compañerismo, las bromas, las risas, ... en resumen, ...DISFRUTAR, está garantizado. 


Descenso escalofriante. Muy técnico al principio, asequible después, impresionante siempre

Otoño, Ocres, Orduña, ...

En breve nos ofrecerá exhibiciones. Estad atentos


Atras quedó lo peor, La Antigua nos espera