jueves, 31 de julio de 2014

NOJA - ESTACAS DE TRUEBA - LUNADA - NOJA

          En la última quincena del mes de julio he vuelto al asfalto, me apetecía. Después de casi un año sin andar con ruedas finas calzo las lisas a la de monte y vuelvo a disfrutar de carreteras solitarias: Fuente Las Varas, La Estranguada, ... Una idea lleva unos días rondando mi cabeza. Una idea que había tenido aparcada durante muuuucho tiempo. A Carlos Alien Cyclist tengo que agradecerle que volviera a despertar. El día que me fotografiaba junto al Burucartel de Tuercerradios en La Estranguada Carlos hacía lo propio en Estacas de Trueba. El ver sus fotos en Facebook me hizo tomar la decisión. Saldaría mi deuda pendiente 10 años después de conocer este indescriptible puerto, descendiéndolo junto a Isma en una excursión que nació y murió en Lierganes, logicamente ascendiendo Lunada.

       No quería hacer una aproximación en furgo como hicimos entonces, deseaba salir y llegar en bici. La kilometrada iba a ser muy importante y tenía mis serias dudas de lograrlo. El primer intento el día 29 de julio. Después de recorrer 60 km, al llegar a Selaya decido darme la vuelta. No pinta bien y una chupa allí arriba, a 1320 m ... Hoy 31 de julio, será el día. Sólo hace dos que me casqué 120 km, espero que no me pesen en las piernas. No son las 7.30 horas y comienzo a dar pedales.

Mi compañero de hoy... el sol
         La temperatura es agradable. La carretera a esta hora está desierta. En Cantabria es día laboral aunque hoy es San Ignacio, que mejor forma de celebrar uno de mis dos santos. He colocado en el manillar la riñonera, de esta forma la cámara está más a mano y puedo llevar más alimentos que en este largo paseo seguro que me van a hacer falta. Nada más incorporarme a la carretera de Beranga noto el sol que calienta mi espalda, ¡que gozada!, y sólo son las 7.30 horas. Se vaticina un día precioso.

             Casi sin darme cuenta llego a Beranga y comienzo la ascensión a Praves. Estoy en la N-634 que no abandonaré hasta poco antes de llegar a Hoznayo, una hora de pedaleo que ha pasado volando. Esta carretera interior que por La Cavada me llevará hasta Lierganes es totalmente recomendable, sin apenas tráfico y con detalles interesantes como el arco de piedra de Carlos V en La Cavada o el Pluviarium de Lierganes. Desde aquí me dirijo a Cabarceno para lo que cruzo la N-634 por otra carretera tranquila, la CA-405 que me acercará casi hasta Sarón. En este lugar y ya por una carretera más transitada (CA-142) pedaleo hasta llegar a Selaya donde haré mi primer descanso y avituallamiento después de casi tres horas de tranquilo pedalear. En este tramo del recorrido, unos 5 km antes de llegar a Villacarriedo me rebasa un grupo cicloturista a un ritmo no demasiado forzado. En un primer momento se me pasa por la cabeza pegarme a su rueda, menos mal que deseché la idea. Me quedan aún unos 120 km por delante.

Comienza puerto, el menos atractivo de la jornada
             Cacahuetes, Donuts, uvas pasas, ... forman parte del avituallamiento en Selaya. Doy buena cuenta de parte de ello y continúo mi camino para afrontar el primero de los puertos de la jornada, La Braguía. No llevo ni un kilómetro de ascensión cuando noto que voy pinchado. Dos cámaras de repuesto y parches en abundancia hacen que no me preocupe demasiado y después de la reparación continúo mi cansino pedaleo en este puerto que, quizás por la cercanía de dos colosos como La Lunada y Estacas de Trueba, no acaba de cautivarme. Casi una hora me lleva hacer cumbre en este alto de La Braguía, de unos 8 km. ¿Veis por qué decía lo del pedaleo cansino?

Poco a poco las vistas recompensan el esfuerzo, Selaya
Hacia el sureste las estribaciones de ... La Lunada???
Caracteristico mojón cantabro, habitual en la divisoria entre Burgos y Cantabria
Ya se ve, ya se aprecia a lo lejos, ... ¡que lejos!
               Las vistas desde lo alto hacia el Sur son.... ¡espectaculares! El circo de montañas que rodea el pueblo de Vega de Pas me contempla desde la lejanía. Apenas cumbreo me lanzo hacia abajo sin demasiadas prisas tampoco. El calor aprieta ya y la subida anterior se ha hecho dura. Toca reponer fuerzas de nuevo en el pintoresco pueblo pasiego. Mientras me alimento un cartel informativo me presenta un posible futuro reto: EL TUNEL DE LA ENGAÑA. Repuestas ya las fuerzas prosigo mi andadura por una carretera de las que no deberían dejar de existir, la CA-263 que se convierte en el alto en la BU-573.Atrás hemos dejado cuatro horas ya  de pedaleo.

               No soy consciente de lo que me queda por delante. Dos horas de continuada ascensión para superar los poco mas de 14 km de subida, eso sí con varias paradas por el camino. La primera de ellas media hora despues de comenzar el puerto, con el objeto de ponerme otro culotte además del que llevo puesto para intentar aliviar un poco mi maltrecho trasero. Que decir del paisaje,... mejor unas fotos..


Inicio de Estacas de Trueba, carretera rota, paisaje, abandonado, relax, paz

Estación nunca utilizada cerca del túnel de La Engaña

No soy capaz de describirlo con palabras. El paisaje es impactante, abrumador

He pasado de una ladera a la de enfrente, si miramos hacia atrás observamos el camino recorrido

En algún tiempo fondos marinos. Fácil de imaginar ¿verdad?

Gracias Carlos Aliencyclist. Gracias a ti disfruté de un chapuzón inolvidable que me hizo revivir

Ahí donde acaba la cascada... ¡chapuzón!

No soy el único loco. Apenas un par de kilómetros nos separan de la cima. Imposible seguirle

Si miramos hacia el noroeste, hacia Vega de Pas, ... 

Última curva, estoy roto, pero estoy feliz, contento, de subidón, ... ¡todavía!

Recibimiento extraordinario. 

Típica instantánea junto al monolito cantabro
           Siempre he dicho que el calor me encanta para andar en bici. Que no me molesta el sol siempre y cuando tenga agua conmigo. Pues hoy he tenido en esta subida todo el sol y todo el calor que soy capaz de soportar. Y encantado eh... ¡si no fuese por el culo! Casi seis horas y media encima de la bici. Doble culotte en estas dos últimas horas. ¡que dolor! No se ni como colocarme en el sillín. Me dejo caer hacia la provincia de Burgos con la intención de descansar y de disfrutar, como he venido haciendo todo el día, del paisaje que me rodea. Al poco de comenzar el descenso veo señalizado el nacimiento del Rio Nela. Esto me hace recordar una crónica memorable de Pieatierra, en la que hablaba de un oasis en el descenso de Estacas de Trueba. El tiempo invertido hasta aquí me desaconseja dirijirme a dicho oasis que ahora parece estar señalizado. No pensaba yo que iba a descender tantos kilometros. Éste va a ser el mayor de los errores de la preparación de la ruta. Cuando yo pensaba que descendiendo 4 km ya llegaba al cruce para ascender a La Lunada son en realidad 10 los kilómetros que debo descender para volver a subir otra vez.

          Me llama poderosamente la atención la cantidad de familias que aprovechando el buen tiempo se acercan hasta las inmediaciones para disfrutar de un día de campo junto al riachuelo, todavía, Nela. Por otra parte, animicamente estoy tocado. El dolor de culo, la cantidad de metros descendidos (muchos más de los que yo calculaba), el saber que Lunada está a más altitud que Estacas, ... todas estas certezas me desmoralizan completamente. ¿Cuanto tardaré en recorrer más de 10 km estando como estoy si antes, en mejor estado, he tardado dos horas para recorrer 13 kms?

            Veinte minutos tardo en echar pieatierra. Un pinchazo en el cuadriceps da la voz de alarma cuando apenas he comenzado a subir. No queda otra. Me quedan más de 60 km para llegar a Noja y debo cuidar mis piernas. A andar se ha dicho. Y así, en el tren de San Fernando, un ratito a pie y otro andando corono la cima del puerto despues de una hora y veinte minutos de dura subida para recorrer 8 km. Lo peor ha quedado atrás. La escasez de agua ha llegado a preocuparme. He agotado los frutos secos, las pasas, menos mal que me quedan barritas. En los últimos kilometros de ascensión he observado como la niebla, los nubarrones, venían desde el norte de forma amenazante. Me abrigo porque la temperatura ha descendido de forma considerable. En la subida de Estacas de Trueba he llegado a estar a 42º. Ahora rondarán los 15º.

Desvío a la estación de esquí. Al fondo, arriba, el observatorio militar en forma de bola

Sí. 200 metros más de altitud que Estacas de Trueba

Una vez más el paisaje nos deja sin palabras

Hemos dejado atrás las nubes, la niebla. Sigue haciendo frío

Lo que nos queda por delante está por debajo del nivel de la niebla. Parece que libramos la caladura
          Quince kilómetros de descenso ininterrumpido, de goce visual, de soledad casi absoluta nos dejan en San Roque de Riomiera donde toca, ya es hora, repostar. Una botella de agua de litro y medio, dos coca colas y un espectacular bocata de lomo con queso me hacen revivir. Como me alegra haberme detenido aquí. Durante el descenso he ido recuperando la confianza. Casi sin darme cuenta estoy a unos 50 kilómetros de casa. En el mejor de los casos un par de horas, en el peor.... mas de tres.

          El terreno es favorable. Reconozco al poco la carretera por donde descendí de La Estranguada hace unos días. Piso terreno conocido. Un pequeño ascenso para dejar a la derecha Los Barrios primero y Ajanedo después nos recuerda que todavía no está todo hecho. Ha sido un paréntesis, la carretera pica para abajo y en un pis pas me presento en Lierganes donde realizaré mi última llamada de telefono para dar señales de vida y evitar preocupaciones innecesarias. Desde Estacas de Trueba no he tenido cobertura. Me cuentan que también en Noja se está echando la bruma y que se largan de la playa. Esta mañana he tardado menos de hora y media en llegar aquí. Veremos ahora.

          He olvidado el dolor de culo. Me encuentro... casi bien. Tengo un pedaleo fluído que hacen que me anime más aún. Según voy acercándome a Noja la emoción que siento no se puede explicar. Parece mentira pero la última subida al alto de Praves consigue que mis ojos se llenen de lágrimas. Un coktail de sensaciones afloran. Por un lado la capacidad de pedalear durante casi 11 horas sin desfallecer (por poco), la soledad en estado puro cuya máxima expresión ha sido el puerto de las Estacas de Trueba, el logro de una apuesta alocada, el constatar que deshacerme de la flaca no es óbice para enfrentarme a retos como este, el recuerdo de lo mal que lo he pasado en Lunada, mi edad, mis kilos, ... ¡mi familia! que comprende mi locura. 

          Casi 11 horas encima de la bici. Medio día fuera de casa. Salí a las 7.25 horas y llego a las 19.15 horas. Sed, sed, sed y más sed. Por mucho que beba no me sacio. Las sensaciones encima de la de monte han sido extraordinarias. Suavidad quzás sea la palabra que mejor lo describa. Mañana le quitaré las lisas y le calzaré las gordas. Empieza agosto y parece que ya no pedalearé más sólo. Veremos.