sábado, 10 de mayo de 2014

PSEUDOPEDALES DE HIERRO 2014

          Sábado, mañana imposible andar para mí y Jabi y Lopa se animan a acompañarme. Jabi lleva unos 15 días sin andar y Lopa salió el jueves a La Aceña por primera vez en  3 meses. Propongo subir hasta el collado de Ganeran y volver por la ruta de la Pedales de Hierro, ¡vaya mákinas! ninguno duda ni un instante. ¡Vale! Son las 8.30 horas cuando comenzamos a pedalear desde nuestro tradicional lugar de kdadas, la fuente  de La Eskontrilla.
          Ya he notado al salir del trastero que los ruidos que ultimamente me hacía la bizi, no sólo no han desaparecido sino que han aumentado en volumen. Así que en el día de hoy voy a ser un autentico coñazo para Lopa y Jabi. Yo creo que es por esto por lo que ponen un ritmo asfixiante intentando dejarme atrás. No me extraña. Vamos juntos hasta debajo de Argalario, una vez que cruzamos la carretera que sube desde Retuerto Lopa suelta un hachazo y se va. Es la leche el tío, tres meses sin andar, tres horas de pedaleo por delante y haciendo exhibiciones. Luego diría que si se había confundido, que pensaba que estaba más cerca, ... pero hasta el Pirulí no le volveré a ver. Jabi por el contrario me espera, intenta poner un ritmo cómodo para mí, pero voy asfixiado. Le digo que arree, que nos vemos en el Pirulí. Hasta ahora. 
¿salimos?

Creo que la serenata procede de ahí abajo



Para que luego digáis que sólo saco fotos hacia atrás

Vaya ritmo, y todavía nos quedan unas tres horitas
          Aunque la idea es seguir en su mayor parte el recorrido de la Pedales, evitamos la bajada a los pozos y nos vamos derechos hacia el cementerio para desde allí llegar por detrás hasta Peñas Negras. Aquí iniciamos la ascensión hacia el collado de Gromeran. Otra vez me tendrán que esperar. Poco antes de llegar al collado les alcanzo y retomamos aquí el trazado de la Pedales, que ya no abandonaremos hasta llegar al barrio de Zaballa. Este tramo de bordear el Ganeran, como ya he dicho en multitud de ocasiones (y no me cansaré de repetirlo) es de lo más bonito de la zona. Cuando terminamos de recorrerlo paramos a repostar. Han pasado una hora y tres cuartos y es necesario un descanso. 
Paso del pozo cerca las minas Pickwick


Te pillé Javi ;-)



Lopa vuelve a disfrutar de la bizi

Vaya pedazo de día ...¡eh Jabi!

Avituallamiento y foto, con tranquilidad
          A partir de aquí nos esperan unos 8 ó 9 km hasta llegar a la carretera asfaltada del pantano Oiola. Atravesaremos El Tojo, una zona completamente desconocida para nosotros y que permite infinidad de posibilidades para recorrer sus senderos. Zona húmeda, sombría, profunda, con multitud de trialeras más o menos pronunciadas y con barro, mucho barro, muchísimo barro. 

          El inicio de la primera trialera, ... ¡acojona! así que lo hacemos desmontados. A pesar de estar todo muchísimo más seco que hace una semana, no nos atrevemos a iniciar una de las partes más difíciles del recorrido con una caída. Otra parte positiva de toda esta zona es la habilidad que se coje con la bizi. ¡ No queda más remedio si quieres evitar irte al suelo! Lo retorcido del recorrido hace que un par de veces (si no han sido más...) pierda la ruta y gracias a Lopa nos damos cuenta del error inmediatamente retomando la ruta prevista sin más dilación. Cuando salimos de la zona de barro vamos notando el esfuerzo realizado en nuestras cansadas piernas y cuando llegamos a la cuesta de La Gorriga.... ¡ que dolor!

Poco a poco cojemos el tranquillo a las bajadas
Aproximación

Acometida

Desenlace

Casi, demasiado barro

Seguimos practicando bajadas

Estos me matan hoy

Al fondo, en el punto más bajo del horizonte, el Centro de Interpretación
           Dejamos atrás La Gorriga y por el trazado del ferrocarril minero nos dirijimos a las inmediaciones del Pirulí para iniciar una ascensión durísima hacia allí. Esta parte inicial y después de la experiencia del otro día, tanto Jabi como yo la realizamos caminando. Poco antes de llegar a zona asfaltada de nueva y al tiempo que oigo un tremendo estallido me falla la transmisión y a punto estoy de darme un piñazo de campeonato. Cadena rota. Afortunadamente llevamos tronchacadenas que nos permite realizar una reparación que de otra manera me hubiese supuesto el fin de la ruta. Paciencia, mucha paciencia es lo que necesitamos para terminar de una vez esta interminable ascensión. Interminable por los km que llevamos encima ya. 
Lujazo de paisaje, de entorno, de día, ....

... por los montes de La Arboleda, trazado ferroviario.

Avería mecanica, cadena rota. Menos mal que somos previsores, si no... ¡a andar!

Otra perspectiva del Pirulí

Llega el verano. El agua escasea. Lección aprendida.
          Y cuando antes de llegar al Pirulí nos tiramos a la derecha para alcanzar,  tras superar una última subida la maquinaria, sabemos que todo lo que nos queda es fundamentalmente hacia abajo, descenso.  Se notan los calores del verano y la escasez de agua. Lopa comenta que a ver cuando empezamos a subir, que todavía no ha visto ninguna cuesta, ¡que tío! Está complettamente descojonado pero mantiene un humor admirable. Un par de trialeras sorpresa para alcanzar Peñamora son la última dificultad importante antes de llegar a la senda de los caballos. En esta trialera Jabi empieza a notar ruidos extraños en la bizi. Paramos en mitad del descenso. Dirección floja. Apretamos y continuamos. Desafortunadamente el ruido no desaparece. Como estamos ya en Zaballa nos dirijimos a la gasolinera para maquear las bizis. 

         Otra vez más hemos disfrutado de un estupendo día de ciclismo


Sendero complicado hacia Barrionuevo. Jabi

Últimas trialeras, se nota el cansancio


Portillo en el descenso por la senda de La Hípica

Jabi baja despacio por avería mecanica. La 2ª. ¡Vaya día!


Dirección floja. Apretamos y seguimos el descenso

Se acaba de levantar de una caída. Con tal rapidez que ahora es su palabra contra la mía