jueves, 9 de mayo de 2013

RUTA AL KOLITZA (Por la Vía Verde)

           Suena el despertador. Es jueves. Son las 7,15 horas. ¡ me he quedado dormido! Ah, no. Es mi día de fiesta y voy a ir a andar en bici. Aunque... No he quedado con nadie. Un ratito más. Hasta en cuatro ocasiones más suenan despertadores. No hay quien duerma. Me levanto. Llueve. Llueve intensamente. Hoy vía verde. Quizás, ...¿ al Kolitza? Veremos.
          Empiezo a pedalear tranquilo, al fin y al cabo tengo toda la mañana para mi. Son las 9,00 horas cuando abandono el bidegorri  en Gallarta con dirección a Traslaviña. A las 10,00 horas me encuentro en La Aceña. Llueve. No para de llover. Y yo me he venido sin mis súper calcetines impermeables.

          Estación de Traslaviña. A pesar de mi ritmo tranquilo estoy vacío. Meto dos barritas para el cuerpo y me pongo como hora tope para dar la vuelta las 12,30 horas. Acabo de decidir intentar el asalto al Kolitza. El estar solo y no tener prisa para volver ayudan a tomar la decisión. Llueve.

          Tras un breve trecho de carretera giró a la derecha en el Alto de La Herbosa para continuar por asfalto y dejando La Garbea a la izquierda, dirigirme hacia mi objetivo. Llueve.

          La explotación maderera en esta zona es importante como no podemos dejar de ver a lo largo de toda la ascensión, que realizo durante un largo trecho por asfalto y luego más tarde por pista muy compactada. Llueve.
madera y ...
          Supero el punto al que llegué con David el pasado Enero. Son las 12,00 horas y no sé el tiempo que resta hasta el monte bocinero. Me hago el firme propósito de llegar, no importa la hora. Sigue lloviendo.

Hasta aquí llegamos la anterior ocasión
          Y llego al inicio de la ascensión propiamente dicho. Abandono la pista principal y a la derecha. Se notan las lluvias del invierno, el estado de la pista es lamentable, con mucho surco que me obliga a  no perder la concentración para escoger el mejor trazado. Llego a una barrera donde se ve la senda que a la derecha cogen los mendigozales. Afortunadamente el Garmin marca por la izquierda. Llueve.

Por la senda ...
O por la pista
          Después de zigzaguear en dos ocasiones a derecha e izquierda llego a un área recreativa que, en días de buen tiempo, seguro está a tope. Nuevo giro a la derecha por una pista nada transitada. Ya no debe faltar mucho. La bruma que me acompaña durante toda jornada me impide ver la ermita que domina el horizonte. Continúo zigzagueando y tras girar nuevamente a la derecha, ahí arriba, se ve la silueta entre la lluvia. Lo voy a conseguir. Abruptamente acaba la pista y la fuerte inclinación de la campa junto con el estado de mis cansadas piernas me obligan a realizar los últimos metros hasta la ermita andando. Llueve.
     
San Sebastian de Kolitza
          Me recreo alrededor de la ermita y los recuerdos de crío afloran. Ahora si recuerdo esta otra vertiente tan escarpada, que había que agarrarse a las piedras para poder subir. Hace la friolera de 35 años, como para acordarme. No sé cuanto tiempo pasará hasta que vuelva por aquí. Llueve.

Otra vista
          Después de la llamada para avisar que voy a llegar a casa a las mil y de la sesión fotográfica me como la última barrita e inicio el regreso. Cuando aún no he finalizado el tramo de descenso más difícil me cruzo con otro loco, es el único que veré en todo el recorrido. "Yo tampoco esperaba encontrarme con nadie hoy" me grita al pasar. Llueve.

          La temperatura que me había parecido benévola durante todo el día me hace tiritar debido al "no esfuerzo" y a la caladura que llevo encima. Apenas sin darme cuenta me hallo en la estación de Traslaviña y empiezo a arrear fuerte para quitar el frío. En este momento no tengo claro todavía si volveré por la Vía Verde o por la carretera. Lo que tengo claro es que me empiezan a doler las piernas. Y todavía restan 30 km. Llueve

          Llego a La Aceña y ...¡pajarón! ¡ el tío del mazo! No puedo ni con mi alma ... ¡y lo que me queda! No queda más que sufrir. Por un momento me viene al recuerdo la subida al Portalet en la Quebrantahuesos del 2008, esa sensación de vacío... ¡ Hasta se me olvida que sigue lloviendo, no ha parado en toda la mañana! Llego a Gallarta y me dirijo a la gasolinera. Necesito repostar. Unos donuts y una coca cola obran el milagro. Pego un manguerazo a la bici y llego a casa cuando son las 15,35 horas. Se acabó. Han sido casi 6 horas encima de la bici. Aquí en casa ... ¡ya no llueve!