Desde que se suprimió la ascensión al puerto del Fito en el año 2008, la marcha se inicia con una prolongada bajada de unos 25 km hasta Ribadesella. Aquí en las posiciones delanteras se vuela y los que se han colocado mal intentarán adelantar para coger "grupos buenos". La atención y concentración deben estar al 100%. Otros 25 km más de llano paralelo a la costa permitirán conservar ese buen ritmo inicial, siempre y cuando el viento nos lo permita. A partir de aquí la carretera se empina poco a poco para terminar con dos kilómetros finales durísimos que nos permitirán hollar el Puerto de La Torneria, en el km 58 de la marcha. Más o menos mitad de prueba.
Javi y yo comenzamos despacio. Claro, el cuenta marca treintaytantos y parece que vayamos rápido pero sé que no. Estos tardan en aparecer y tanto Javi como yo estamos intranquilos, aunque yo intente no demostrarlo. Tras un tiempo que nos parece una eternidad aparecen. Me parece oír que Iván se ha descolgado. No tenemos claro ninguno cómo andan Ivan y Endika. Es una incógnita. Enseguida nos ponemos a tirar intentando buscar un tren que nos lleve. Oskar y Rafa van turnándose principalmente en hacer el trabajo sucio. Después de dejar atrás a varios grupos le digo a Oskar que debemos escoger uno para quedarnos en él y allí esperar a que venga alguno que nos guste más. Eso hacemos y al poco de habernos quedado en uno en el que quizás el ritmo era algo lento nos rebasa uno que parece ser el nuestro, a por él.
Hacemos kilómetros con facilidad. Observamos consternados varios ciclistas víctimas de sendas caídas. Asimismo varios arreglando pinchazos. Recordemos que somos 4000 participantes. En Ribadesella ascendemos un fuerte repecho que nos coloca en dirección Este paralelos a la costa. Disfrutamos. Rodamos bien durante 15 km más y llegamos a la playa de San Antolín de Bedón, uno de los lugares de la marcha en que los participantes nos quedamos boquiabiertos por la espectacularidad del paisaje. Cruzamos el río Bedón y ascendemos un repecho de los míos de unos 600 metros de longitud que nos llevará a las inmediaciones de Posada de Llanes. Poco más adelante, en Balmorí, Javi pincha. Creo que consecuencia de un llantazo. Km 45, a 5 del avituallamiento. ¡Vaya rabia! Me paro con Javi y Jon que también se ha percatado continúa para avisar al resto. Javi se ralla. La segunda del día, dice. Parece que me ha mirado un tuerto. Venga hombre.. que es un pinchazo.... Lo cierto es que no tardamos nada en solucionarlo. Menos de diez minutos fijo. Yo creo que como mucho 5. En fin... que en nada estamos de nuevo en marcha. Oskar llama al Gipu y le informa de que nos esperan en una parada de bus. En nada estamos reunidos de nuevo y nos encaminamos al primer avituallamiento. En un tramo favorable yo ya he aprovechado para comer una barrita.
Km 50. Avituallamiento. Impresionante de gente. Termino municipal de Porrua. Repostamos. En nada llega Ivan, ya estamos los 8. Veo un coche de Shimano, azul, como los de la Vuelta. Asistencia mecánica. Javi!!!! Arrea, a ver si te ponen la rueda algo mejor. Tras esperar al trabajo del mecánico mientras reponemos sólidos y líquidos y constatando que muy poco más le han ajustado la rueda a javi, a su bizi.... Seguimos camino. Casi llegamos a LLanes antes de girar a la derecha para buscar la carretera que nos llevará a La Tornería. Este puerto comienza en Parres y desde aquí 6 km nos separan de su cima. 3 primeros km con rampas que no superan el 6%, otro más con una media del 8% y dos últimos terribles al 10%. Cuando nos acercamos y salimos de Parres les señalo a mis compis la crestería que se levanta ante nuestros ojos y les digo que hasta allí tenemos que ascender. Dudo que me crean. Incluso yo dudo, está muy alto. Apenas hay distancia para subir.... ¡pues imaginaos el desnivel!
La subida al Alto de La Tornería por esta vertiente es preciosa y en esos dos últimos kilómetros tan duros las vistas compensa con creces la dureza de la subida. El Cantábrico a nuestros pies. Como no puede ser de otra forma me quedo a cola de grupo en cuanto empieza lo más duro de la subida, bueno, en cuanto empieza la subida, da igual la dureza, .... jajajajajaja. Javi se queda conmigo, le digo que tire. No hay manera. Otro día no me quedo con él a arreglar el pinchazo.
Nada más cumbrear, Javi se para a ponerse el txubas. Yo le digo que sigo poco a poco. 50 metros más adelante están todos. Esperándonos. ¡Grandes! Cuidado con la bajada. Muy peligrosa. Afortunadamente no llueve. Aún así incontables señalizaciones y voluntarios antes de cada curva indicando la peligrosidad de las mismas. Hacemos una bajada tranquila, cómoda, ... con decir que hasta que bien avanzada la bajada que me pasa el Marqués como un misil, encabezo yo el descenso.... muy, muy despacio.
6 km de descenso en total que nos pondrán en la carretera que asciende Ortiguero, km 75. Subida de apenas 5 km con rampas en ningún caso superiores al 6%, algún tramo cortísimo del 7%. Lo subimos en grupo. Yo casi, casi no lo llamaría puerto. Con decir que no hace falta detenerse para esperarme a mí... ¡está todo dicho! Y de aquí a Soto de Cangas... ¡a volar! 15 km que nos separan del nuevo punto de avituallamiento de sólidos que sustituye al que hasta 2016 se situaba en el Alto de Ortiguero. En este descenso BTTANDO lleva la iniciativa. Tirando de grupo. Ver para no creer. 6 maillots naranjas-negros en cabeza de grupo. ¡espectáculo! Me contaba Iñaki después que miraba para atrás y veía todo lo que venía en nuestro grupo y alucinaba.
Creo recordar que pasan por poco de las 13.00 horas cuando nos encontramos en el avituallamiento de Soto de Cangas, justo junto a nuestro hotel. Acopio completo de sólidos y líquidos. Cambio de aguas menores. Intentamos que sea rápido pero nadie nos quita 10 minutos de parón. 6 km hasta comienzo de puerto. 6 km de nervios hasta el cruce al Santuario. 6 km de dudas. 6 km de rodar rápido. 6 km en los que el ritmo poco a poco va a más. ¡Menos mal que sólo fueron 6, yo creía que eran 10!
Me cuesta seguir el ritmo. Me esfuerzo para que no se me vayan. Se que todos han hecho lo imposible para llegar juntos a Covadonga. Por mi parte no va a quedar. Llegamos al avituallamiento de líquidos... ¡sólo 5,5 km después del anterior! ¿que sentido tiene? ¿quien se detuvo en este último avituallamiento? Yo... no lo entiendo. 10 metros me separan del último BTTANDO del grupo en este punto. Cuando llegamos a la rotonda de Covadonga ya son 50. Les veo irse poco a poco... ¡suerte txabales!
4 kilómetros que nos han comido de la marcha (al menos en mi memoria), ya podían haber sido de subida, del puerto. Iniciamos el ascenso. Mucha, muchísima gente. Animando, en bizi, ... No son las 13.15 horas cuando empiezo a subir. Sé que hora y cuarto de subida no me la quita nadie. Eso en el mejor de los casos. Hora y media es mi tiempo más habitual. Me acabo de dar cuenta que Iván se ha quedado en el falso llano hasta el inicio del puerto. Sufro. Apenas he comenzado y sufro. Todo metido. Mi corona de 34 especialmente montada para la ocasión y para salvaguardar mis maltrechas piernas de mis amigos los calambres. No ha pasado el primer km y amago de pinchazo en el vasto interior derecho. ¡Pues si que estamos bien! Intento ir más despacio todavía. ¡A que me caigo! Esto se me va a hacer muuuuuuy largo.
En estas me alcanza Iván. ¡Joder! Otra vez más el último del grupo. ¿Tienes geles Natxo?me pregunta. Me están dando calambres. Dudo que mis hidrogeles le puedan servir para algo pero le doy uno de los dos que llevo. Tendré que tomar el último más arriba. De repente veo que un txirrindu delante mío después de acabar su gel tira el envase por encima de la valla en medio del parque natural donde nos encontramos. Le recrimino su actitud. ¿que cuesta guardar el envase y tirarlo luego arriba? ¿no te das cuenta del privilegio que supone andar en bizi por aquí? En fin... Poco después de compartir pedaladas con Iván se detiene. Los calambres no le dejan seguir. Ánimo Iván, poliki, poliki, ...
En modo eco voy a gusto. Quizás a gusto no sea la expresión más acertada. Digamos que... voy. Continúo. Los km no pasan el tiempo tampoco. Ayer estuve enredando en el Garmin y llevo desde la salida sin saber las pulsaciones. No es un dato que me preocupe mucho, pero es un indicativo del estado en que me encuentro. Tampoco, debido al aviso en forma de pinchazo, podría ir más rápido, así que... Mirador de los Canónigos. Bien. Se ha terminado uno de los tres puntos duros de la ascensión. Sólo me faltan La Huesera y el Mirador de La Reina. Sólo han pasado 2 km y algo. Aún faltan 3 para La Huesera. Entremedio, exceptuando 1 km al 7,5%, pendientes medias del 10 y 11%. Poco a poco el comienzo arbolado por el que transcurre el ascenso da paso a más y más claridad. Dejamos atrás los árboles frondosos y las sombras. Se acerca la rampa del terror. Llegamos a La Huesera. Lo peor de La Huesera no es su porcentaje, que también. Lo peor de La Huesera no es su bien merecida fama, que también. Lo peor de La Huesera es que no ves su final. No se acaba. No termina. Te lo imaginas. Pero tienes que tener mucha imaginación.
El aviso de mi pierna derecha se intensifica. Cada vez, a cada pedalada, causa más dolor. No quiero parar. No. Yo decido cuando parar. Y hoy no están mis amigos de APM aquí. Amaya no ha hecho cake. Joseba y Gami no están haciendo fotos. La gran figura de Buru junto a su querida BTT brilla por su ausencia. Isma no graba con su móvil mi ascensión por La Huesera. No oigo los gritos de Globerino animando sin descanso... Celesvito, Celesvito, ... No. No hay razón alguna para pararse. No. Hoy no. Y paso a ejercer toda la fuerza del pedaleo con mi pierna izquierda. Sin presión alguna sobre la derecha. Esto hace que recupere parte de la musculatura a costa de joder la otra pierna, claro. Invierto los términos y hago el pedaleo al revés. Esta vez aguanto menos. Sólo queda ponerse de pie. A ver si funciona... Disminuyo aún más la velocidad para no subir de pulsaciones. Miento. Para poder aguantar el mayor tiempo posible de pie y relajar en mayor parte las patas. Huesera superada. ¡Bien! ¿bien? Aún te quedan casi 7 km para llegar, tontolaba...
Rampas del 10% son ahora zona de descanso para mi. Debo recuperar lo máximo posible antes de llegar al Mirador de La Reina. Pero el Mirador está cerca, muy cerca. Iñigo Corpas en su bajada me pega un grito que me hace saltar. ¡ánimo! Justo antes de llegar al Mirador nos encontramos con rampas del 14 y 15%. Por eso pienso que ya está superado. Pero no, la dureza del Mirador de La Reina empieza justo después del llano. Toca sufrir... más. Aunque el km al 8,5% me hace ver que la dureza es sólo la del principio del km. Y llegamos al primer descenso. Pero es ese. El primero. No el del Lago Enol, no. El primero que no tiene ni es referencia válida. Y entonces, mientras desciendo por la rampa del 12% que cuando vuelva deberé ascender... me da la chaladura. Mezcla de subidón y alivio por encontrarme ya donde estoy y recordando cómo me han animado a mí en toda la subida... ¡me pongo a animar a los que vuelven! Sí. Lo sé. De locos. Pero oigo que se ríen y me vengo arriba y entonces ya no paro... ¡Venga, vamos, que lo tenéis ahí! ¡Vamos, vamos! ¡Ya está txabales, ya está, ...! y cosas por el estilo. Y me doy cuenta de que disfruto. De que estoy feliz, De que me encanta andar en bizi. Pero la rampa de enfrente me devuelve a la cruda realidad.
Rampas del 13%. Lander en su descenso me sobresalta con otro grito "Ese Natxooooo". Bueno, un poco más y ya está. Un grito me pone los pelos de punta..." Aupa BTTANDO". Del respingo que pego corto la trayectoria del que viene por mi derecha. Lo siento, perdona... Es Maitane. La conocida de Jon a la que hemos visto varias veces a lo largo de la ruta. ¡Aupa ahí, Maitane! Zigor se ha dado la vuelta. No estaba entrenado. Katxis. Ella en cambio pedalea fácil, muy fácil. Se pierde en la distancia. ¡que envidia! Llegar así, tan suelto, ... Poco después me alcanza Iván. Aupa ahí, makina. Puto amo. Al mismo tiempo siento rabia. Yo, que tenía a esperanza de alcanzar al Marqués... en vez de alcanzar... me alcanzan... ¡que más da! Voy a llegar por 5ª vez arriba en esta marcha. Y eso... eso...
Cuando la pendiente suaviza aprieto. Ya vale de guardar. Ya vale de conservar. YYYYYYYYYYYYIIIIIIIIIIIIJJJJJJJJAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Y alcanzo a Iván y le rebaso y quiero ir a por Maitane y llegar con ella. No me he fijado en la ropa que llevaba. Veo una chica ahí delante, la alcanzo. No es. Hasta tres veces alcanzo chicas pensando que podía ser. Después de dejar el Lago Enol a la derecha la carretera se estrecha y la prudencia hace que disminuya la velocidad. A pesar de eso intento coger inercia. Y en esas estoy cuando me saludan Rafa y los demás. Empiezan a regresar poco a poco. Cuando acaba la bajada aprieto. Recuerdo el video de Nairo ganando en Lagos. Aprieto más. Las piernas me explotan. Veo a Maitane. No queda espacio para alcanzarla. Ya está. No pensaba regresar por aquí en una marcha. Hoy sé que volveré.
Me cruzo con Iván en mi camino al avituallamiento. Aupa ahí, duro. Tengo ganas de ver al Marqués, tiene que estar aquí. Le veo. Le grito. Nos abrazamos. Maitane está con nosotros. Nos sacamos fotos. Comentamos. Reímos... ¡Lagos! Nos cambiamos de ropa, bebemos, comemos, ... Esperamos a Iván. Al cabo de un rato nos damos cuenta de que no. Que no va a llegar. Tiene que haber ido para abajo seguido. Decidimos comenzar el regreso. ¡Montados! Lagos acaba...¡en Cangas! Penitencia en una primera cuesta y fotos para el recuerdo.
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