Kaixo morrosk@s!!!!
Este año cabía la posibilidad de hacer Lagos con algunos compañeros de Bttando tras cambiar el plan familiar que cada año hago con Jon. Allá por enero, hablamos para decidirnos por alguna de las pruebas que nos apetece hacer a los dos y elegimos la Bibe. Personalmente, me atrae mucho. Una parte del recorrido no la conozco y la otra me llevará a lugares recorridos en mis años jóvenes ¡Por no mencionar el final en el Santuario, palabras mayores!
Los habituales de los fines de semana comentamos el espectacular y duro recorrido de la Iñigo Cuesta de este año a la que algunos de Bttando ya están apuntados. Hasta última hora me lo pienso, pero es el finde anterior a la Bibe y, además, estoy a la espera de una intervención por lo que, finalmente, me echo para atrás.
Me centro en la Bibe. Entrados ya en mayo y creo que no tengo la forma del año pasado, pero estoy convencido de poder hacer la marcha larga con la intención de no ser tan reservón como el pasado en la Cantabrona. El día 10 de mayo me citan para la operación el día 15, ¡¡puta casualidad!!!
Después de la intervención estoy una semana sin hacer nada y ya sólo me quedan 15 días para preparar la única prueba que he elegido este año. El domingo, 28, hago una tirada larga con Jon, quien ya tiene decidido que va a hacer la media. No tengo muy buenas sensaciones, ya en el km 90 me empiezan a doler las piernas y nos lo estamos tomando con calma. Además, por cuestiones familiares, tendremos que ir en coches separados. Hemos pasado de disfrutar el finde completo, con familia incluida, a vernos sólo en la salida. Va a ser un poco raro esta vez…
Llego a casa un poco desanimado. Hablo con Rafa y me dice que este año no he hecho tiradas demasiado largas y tampoco han sido a ritmos exigentes, así que me recomienda ir con intención de hacer la media y según me encuentre, decantarme por la larga.
Estoy toda la semana dándole vueltas al bolo para decidirme por una de las dos, pero no lo consigo. Llega el domingo y todavía no sé lo que voy a hacer.
La prueba empieza a las 8 y quedamos en Trápaga a las 6:45, sé que en 30 minutos llegamos a Durango, pero prefiero no tener problemas con el aparcamiento y andar más tranquilos. Llegamos a la zona del polideportivo y ya está todo ocupado, pero en una bocacalle justo hay un par de sitios al lado de las duchas, empieza bien el día.
Sacamos las bicis de los coches y nos preparamos dudando si merece la pena o no llevar mochila con ropa de recambio para que la organización la suba a meta. Según las previsiones meteorológicas, para las tres de la tarde hay posibilidades de tormenta y, aunque Jon para esa hora estará ya en casa, decidimos llevar las mochilas. Meto una camiseta interior, un chubasquero y un maillot, ¡¡menudo acierto!!!
Para las 7:40 ya estamos en la salida, más o menos en el centro del pelotón, que es lo que queríamos. Nos sacamos unas fotos de recuerdo y empezamos con la charla y las vaciladas, que este año van a ser pocas.
Hay que andar con cuidado, la organización avisa que la carretera está abierta al tráfico y hay que respetar en todo momento las reglas de circulación.
Según se acerca la hora de empezar, comienzo a sentir cada vez más nervios. ¡¡Espero tener el día tonto!!
A las 8:05 empezamos a dar pedales, los primeros por las calles de Durango dirección hacia Abadiño. Jon me ve muy tenso y la verdad es que voy pensando en buscar un grupo en el que poder acomodarme y enseguida pierdo de vista a Jon.
Ya estamos en Axpe y pronto empezaremos a subir Kanpazar, un puerto cómodo de 5,6km y 4,4% de pendiente media. Subimos a buen ritmo, pero sin forzar demasiado. En la cima, girando a la izquierda vamos hacia Elgueta, ruta habitual en mis tiempos mozos. La bajada es por una carretera muy amplia y sin curvas peligrosas lo que hace que la hagamos rápido. Dejamos el cruce a la derecha que va a Arrasate y nos dirigimos a Bergara.
Hay algún que otro repechito pero casi todo el rato pica hacia abajo y en un grupo de unos 60 cicloturistas se va rápido. Saludo al que está a mi lado, otro Jon (éste de Mungia) y empezamos a hablar: que si hace calor, que si yo voy a hacer la corta, que si hace un buen día…. A partir de este momento vamos juntos, es bastante más divertido y ameno ir acompañado.
Llegamos a Soraluce y nos pegamos un buen calentón en la variante, empieza a hacer calorcito. En la entrada a Eibar hay avituallamiento líquido, tengo todavía agua en el botellín y como el siguiente está a 16km, decido no parar y Jon hace lo mismo.
Comienza la subida a Ixua y Jon me dice que vaya a mi ritmo. Ixua es muy exigente, 5,5 km al 7.5% que ya he subido unas cuantas veces. Llevo buen ritmo y subiendo con tanta gente se hace mucho más llevadero. Eso sí, el calor ya está apretando.
Llegamos al cruce para Ixua, dejando Arrate a la derecha. Un mendizale nos recomienda bajar con cuidado porque la carretera está muy rota. Es una bajada muy rápida, pero hay que hacerla con precaución por curvas peligrosas, aunque están muy bien señalizadas por colaboradores de la organización.
Pasamos por Aginaga, Barinaga y por fin, Etxebarria, avituallamiento de líquido y sólido. Relleno el botellín con agua, le hecho la poción mágica y como un poco para recuperar. De repente, alguien me llama, es Jon que se había quedado un poco en la subida. Le espero mientras come y bebe y nos ponemos de nuevo en marcha.
Esta es una zona con preciosos paisajes que probablemente no valoro lo suficiente por tenerla muy trillada. Ya estamos en Markina y cogemos dirección Berriatua. Antes de llegar, cruce a la izquierda y se empieza a Milloi. Jon comenta que lo han asfaltado y que está de lujo. Es una subida tendida en la que el ritmo al que vamos es exigente. ¡¡Tercer puerto a la buchaca!
Llevamos un buen ritmo en una buena grupeta y gastando lo mínimo posible. Ahora toca una zona bastante pestosa con muchos sube y bajas en los que la grupeta se rompe y nos vamos dispersando. Jon y yo cogemos a tres que van por delante y seguimos con ellos hasta Munitibar, donde está el segundo avituallamiento de sólidos y líquidos. Km 88 y punto donde se separan la media de la larga. Ya tengo decido que voy a hacer la larga, me encuentro muy bien de piernas. ¡¡Espero no arrepentirme!!!
¡¡Impresionante avituallamiento, hasta brochetas de frutas!!! Me despido de Jon deseándonos suerte. ¡¡Que tío más majo!!!
Los siguientes kms los hago sólo, nadie por delante, nadie por detrás. Subo Astorkigane y aunque la guía de participantes indicaba una pendiente media del 9%, no se me hace duro, es una subida corta. Esta zona es nueva para mí y me está encantando.
Cerca de Gorozika, km 100 de la prueba, cojo a un grupito de 7 participantes y como pega un poco de viento en contra, decido unirme a con ellos para ir más cómodo. Vamos dando relevos entre casi todos. Uno de ellos es de los pocos que no lleva el maillot oficial de la prueba.
Ya estamos cerca de la costa. Entre Forua y Mundaka son todo repechos, hay mucho tráfico y está plagado de semáforos que, casualmente, pillamos todos en rojo con la consiguiente parada.
Las vistas en Mundaka son una maravilla, comentamos que estaríamos bastante mejor en la playita pegándonos un bañito … jjj
Desde Mundaka dirección a Bermeo tomamos una rotonda y comienza el puerto de Sollube. Me sigo encontrando muy fuerte, al ritmo al que estoy subiendo me quedo sólo, así que bajo un punto. Prefiero ir acompañado porque sé que en algún momento lo voy a pagar.
El calor sigue apretando, y bastante. La verdad es que tiene rampas duras y prácticamente ningún descanso. Me consuela saber que arriba podré rellenar el botellín y comer algo en otro avituallamiento. A partir de aquí, km 120, voy pensado en la cuenta atrás, el desnivel, prefiero no mirarlo. Tras la parada, salgo sólo y a partir de aquí, salvo momentos puntuales, haré ya todo el recorrido solo. Ya por Meñaka, km 130, ¡¡ quedan 50!!!!
En el km 140 aproximadamente, empieza la subida a Gerekiz, otra subida tendida y las piernas, de momento, me siguen respondiendo.
Llego a Zugastieta, donde empieza la subida a Montecalvo, Muniketa. En la subida me junto con un par de amigos (¡menudo euskera que se manejan!) y llegamos a la última rampa en la que me avisan que la vamos a flipar. Ya la conocía, ¡¡calentón!!!
Arriba ya estamos casi en el km 160, sólo 20. Bajada con paisajes espectaculares del Duranguesado. Llego al polígono Arriandi de Iurreta, último punto para rellenar bidones y comer algo antes empezar la última subida de la jornada. Ahora sí que ya noto cansancio, pero no falta nada!
Me quito la camiseta interior para subir Urkiola más fresco. Tomo la N634 dirección Durango cojp el desvío hacia Mañaria. Poco antes de llegar, en Izurtza, el cielo está muy oscuro y empiezan a caer unas gotitas. Me van a venir de lujo para subir fresquito, pero una putada porque voy a tener que limpiar la bici. En la rotonda a la salida de Mañaria está el punto de control que cronometra el tiempo de subida al Santuario. Primera rampa, me pongo de pie y noto principio de calambre en la pierna, se va a hacer muy duro. Meto todo y a subir despacio.
De repente, empieza a llover como si no hubiera un mañana. Miro el gps y el potenciómetro ha dejado de funcionar, lo mío con la tecnología es para hacérmelo mirar…
Sabía que la subida es dura, pero se me está haciendo infernal. Estoy empapado, al intentar secarme el agua de la cara, la crema de sol se me ha metido en los ojos y voy sin fuerzas…. No sé las veces que miro el gps para ver cuánto falta y cada vez que lo hago, los Kms no pasan.
Se me pasa unas cuantas veces por la cabeza darme la vuelta. Hace unos años seguramente lo habría hecho, pero después de todo el esfuerzo realizado, sé que me arrepentiría. A duras penas van pasando los metros, me voy animando a mí mismo como puedo y logro llegar a Urkiola, ya sólo falta el último repecho. Pienso en el careto que debo tener y que luego las fotos me confirman. Ahí está el Santuario.¡¡ Reto superado!!!!!
